Argelia se prepara para unas elecciones marcadas por la incógnita islamista

• Son las primeras elecciones en el país desde el estallido de las revueltas
• La coalición islamista aspira a beneficiarse del auge de estos sectores en la región

Los islamistas moderados son los grandes favoritos en las elecciones en Argelia

Los argelinos están llamados este jueves a participar en las primeras elecciones que se celebran en el país tras el estallido del proceso de cambios que vive el mundo árabe, con la participación y el empuje islamista como principales incógnitas.

Más de 21 millones y medio de argelinos tienen derecho a voto en unos comicios donde lo que se medirá será la confianza de los ciudadanos en el proceso de reformas políticas que arrancó en 2011 como contrapeso a los levantamientos populares en Túnez, Egipto o Libia.

Con el presidente Abdelaziz Buteflika a la cabeza, las autoridades argelinas y los líderes de los partidos políticos se han volcado a llamar al voto masivo a una población que asistió con indiferencia a la campaña electoral.

"Insto a todos a salir en masa el día de la cita electoral para ingresar en un nuevo proceso de desarrollo, reformas y progreso democrático en vuestro país", dijo el martes Buteflika en un discurso celebrado en la ciudad de Setif, 290 kilómetros al este de Argel.

El índice de participación

El régimen argelino aspira a superar el bajo índice de participación de las legislativas de 2007, en las que solo ejercieron su derecho al sufragio el 36 por ciento de los electores.

"No voto porque no tengo el hábito de votar", ha asegurado a Efe un joven que se identificó como Kamal y para quien la elecciones son todas iguales. Al igual que Kamal, una estudiante que no quiso identificarse comentó que no estaba dispuesta a votar a unos políticos que no le habían ofrecido ningún servicio.

"La vida que vivimos no es vida", ha opinado indignada, por su parte, una mujer que sólo se identificó como Fatiha y que subrayó que nunca votará. Para Fatiha los precios de los productos básicos, como las patatas, se han disparado y la administración sólo funciona con el pago de sobornos.

"Basta" dijo, antes de insistir en varias ocasiones en que el primer ministro, Ahmed Ouyahia, debe abandonar el poder. Pero no todos los argelinos se muestran contrarios a las elecciones.

Algunos, como Faruq Azur, vendedor ambulante, han asegurado que votar supone un "servicio al país y al interés general". Muhan, un anciano que observaba los carteles electorales colocados frente a la sede de Correos, en el centro de la capital, se mostró de la misma opinión: "Por supuesto que votare, es un servicio a la nación".

Entre los 44 partidos que aspiran a acaparar los 462 escaños del Parlamento destacan los gobernantes Frente de Liberación Nacional (FLN) y Asamblea Nacional Democrática (RND), así como la alianza islamista La Argelia Verde.

El FNL y el RND aspiran a repetir victoria

Mientras el FLN y el RND esperan repetir victoria gracias al apoyo tradicional de sus votantes, la alianza islamista se muestra convencida de que dará un vuelco a las urnas y se convertirá en la fuerza mayoritaria dentro de la Asamblea Legislativa. El primer ministro, Dahou Uld Kablia, opina, por su parte, que la nueva Cámara se caracterizará por su fragmentación.

Uno de los puntos más controvertidos enarbolados por el Movimiento de la Sociedad por la Paz (MSP),  principal partido de La Argelia la Verde, es su intención de cambiar la naturaleza del régimen político argelino en la reforma constitucional prometida por Buteflika.

El MSP, que tiene cinco ministros en el gobierno a la vez que lidera la alianza islamista, ha mostrado su deseo de reemplazar el actual sistema presidencialista por un régimen parlamentario. Tanto el MSP, como sus dos socios de la alianza, Islah (Reforma) y Al Nahda (El Renacimiento), además de los otros cuatro partidos islamistas argelinos esperan beneficiarse del ascenso que ha experimentado esta corriente en la región tras el estallido de las revueltas árabes.