Merkel descarta "crecimiento a crédito" para superar la crisis de la eurozona
- Afirma que el gasto público llevaría a Europa al comienzo de la crisis
- Señala que el crecimiento debe realizarse mediante reformas estructurales
- Se opone tajantemente a la renegociación del pacto fiscal
La canciller alemana, Angela Merkel, ha descartado tajantemente el "crecimiento a crédito" para superar los problemas de la zona del euro, ya que esa opción llevaría al viejo continente de vuelta al comienzo de la crisis económica.
"Por eso no podemos y por eso no vamos a hacerlo", ha afirmado Merkel en una declaración de Gobierno ante el Bundestag, la cámara baja alemana, con motivo de las próximas cumbre del G8 y la OTAN en Estados Unidos.
"El crecimiento mediante reformas estructurales tiene sentido, es importante, es necesario", ha comentado la canciller, contraria además a toda reforma o renegociación del pacto fiscal suscrito por 25 de los 27 países miembros de la Unión Europea.
Sin embargo se ha mostrado abierta a complementar el estricto pacto fiscal con incentivos al crecimiento, como reclaman varios gobiernos europeos y la oposición socialdemócrata y verde en Alemania.
"La reducción del endeudamiento y el fortalecimiento del crecimiento y el empleo son los dos pilares de la estrategia", ha señalado la canciller, quien reconoció que la superación de la crisis será "un largo y esforzado proceso", según informa la agencia Efe.
El pacto fiscal no se renegociará
La intervención de la canciller se ha dirigido especialmente a la oposición socialdemócrata (SPD) y verde, cuyo apoyo necesita inevitablemente para conseguir la mayoría necesaria de dos tercios en las dos Cámaras alemanas para ratificar el pacto fiscal, que consagra la austeridad por ley.
Tanto el SPD como los verdes han insistido desde la aprobación de ese pacto en Bruselas en que no darán luz verde al mismo mientras no se desarrolle de manera paralela una estrategia conjunta para fomentar el crecimiento y la creación de empleo en la UE, en línea con lo que ha exigido el presidente electo francés, François Hollande.
El líder socialista ha advertido de que Francia no dará el visto bueno al texto si éste no incluye un paquete de medidas de estímulo, solidaridad y gobierno político con un par de epígrafes que quitan el sueño a la canciller: los eurobonos y el cambio de rumbo del Banco Central Europeo para que preste directamente a los Estados y no a los bancos.
"Angela Merkel se está aferrando a su posición, pero no puede prevalecer sobre la voluntad del pueblo francés", ha respondido el portavoz del Partido Socialista francés, Benoit Hamon, a la intervención de la canciller.
El previsible choque de trenes entre las dos potencias europeas, si ninguna cede en su postura, amenaza con resucitar los fantasmas de la denostada Constitución europea, que provocó una profunda crisis institucional en el seno de la UE tras el contundente 'no' de franceses y holandeses al tratado.
"Es difícil volver a negociar un tratado que ya ha sido negociado", ha afirmado en una entrevista en Radio Classique / Public Sénat, el ex primer ministro francés (1988-1991), Michel Rocard, que teme que las demandes francesas choquen con el sentir del Gobierno alemán. "Las reglas de juego en Europa se basan en los compromisos graduales", ha advertido.
Cómo crecer sin inyectar dinero
Para tratar de apaciguar las voces que reclaman un cambio de dirección en la salida de la crisis de la eurozona, que pasaría por suavizar los recortes y apostar por las medidas de estímulo, Merkel ha anunciado que la próxima cumbre de junio del Consejo Europeo se centrará en una nueva "agenda del crecimiento".
En este sentido, el presidente CE, José Manuel Durao Barroso, pidió este martes a los líderes europeos que aumenten la inversión y confíen en las propuestas del Ejecutivo comunitario para impulsar el crecimiento, como la de aumentar en 10.000 millones de euros el capital del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para ayudar a la financiación de las empresas o la creación de "eurobonos de proyecto".
Medidas como estas tienen el apoyo de los países más castigados por la crisis y bajo presión de los mercados, los del sur de Europa fundamentalmente, pero chocan con la estrategia de la canciller, que descarta inyectar dinero en la economía. Sin embargo, la mayoría de los analistas coinciden en que para salir de la recesión -que sufren ocho de los 17 estados de la eurozona- la austeridad no es suficiente.