Informe Semanal aborda la nacionalización parcial de Bankia
- El programa analiza las consecuencias políticas y financieras del proceso
- Sigue la estela del movimiento 15-M un año después de su nacimiento
- Un equipo del programa ha viajado a los campamentos de refugiados saharauis
- Bruce Springsteen y las elecciones francesas completan el programa
- Informe Semanal se emite el sábado a las 21.30 h, en La 1
Ante su crítica situación, el Gobierno ha iniciado la nacionalización parcial de Bankia para garantizar su futuro. Informe Semanal analiza las consecuencias políticas y financieras de este proceso. Además, el programa aborda qué queda del movimiento 15M un año después de su nacimiento. Bruce Springsteen, las elecciones presidenciales francesas y una visita a los campamentos de refugiados saharauis, completan el programa.
Bankia, nacionalización en marcha
Tres días más tarde de la dimisión como presidente de Bankia de Rodrigo Rato, -el que fuera ministro económico de José María Aznar y director gerente del FMI-, el gobierno anunciaba la nacionalización parcial de la entidad bancaria. A partir de ahora, el Estado es dueño del 45% de Bankia y el gobierno da un paso más en la reforma del sistema financiero español.
Bankia, -siglas bajo las que se agrupaban siete cajas de ahorro-, es el cuarto banco del país, cuenta con más de 10 millones de clientes y 340.000 millones en activos. Pero la crisis de Bankia ha desatado una tormenta financiera y política: las acciones se desplomaron en la bolsa y la prima de riesgo superó los 450 puntos.
El gobierno ha tomado esta decisión para garantizar el futuro de la entidad y los ahorros de sus clientes. Pero también ha pesado el resultado de una auditoría en la que se aseguraba que el grupo tenía sobrevalorado su patrimonio en 3.500 millones de euros. La crisis inmobiliaria, el dinero fácil y los "agujeros" que hubo que tapar procedentes del ladrillo, están en el origen del difícil momento que atraviesa Bankia. El Banco de España estima en 184.000 millones el volumen de los activos inmobiliarios problemáticos, una situación que en el caso de Bankia se había complicado aún más tras su fusión con Bancaja.
La delicada situación y las presiones de la Unión Europea, que no oculta su preocupación, han llevado además al Gobierno a impulsar otra nueva reforma financiera –que ahuyente el fantasma de la intervención-, y a exigir a los bancos un considerable aumento de provisiones para hacer frente a posibles pérdidas.
La estela del 15-M
Una fecha, el 15M de 2011, ha quedado marcada como un punto de inflexión importante en los movimientos ciudadanos. Hay quien afirma que el 15M no nació sino sucedió. En cualquier caso quedará, para siempre, asociado a la aparición de una figura social nueva: la del indignado.
Esos días y los que vinieron después, miles de personas manifestaron pacíficamente su disconformidad con parte del sistema, especialmente con los abusos políticos y económicos y con la falta de participación ciudadana y exigieron ser tenidas en cuenta. El movimiento, que empezó con sencillas convocatorias, utilizando las redes sociales y de forma autónoma, terminó prendiendo en muchas ciudades. Las acampadas con asambleas populares se multiplicaron, e incluso se extendieron a otros países y la Puerta del Sol se convirtió en su lugar emblemático.
Un año después, la pregunta es qué queda de todo aquello. Para algunos fue la escenificación de un malestar, difícil de canalizar con el tiempo, a través de un movimiento asambleario. Otros, por el contrario, lo consideran el germen de un revulsivo social que ha tenido su continuidad de forma más discreta a través de las asambleas de barrio. En algunos lugares se han creado redes de apoyo, bancos de tiempo o han impedido desahucios, su gran caballo de batalla en estos tiempos difíciles.
Un año más tarde, analizamos la estela del 15-M mientras se producen nuevas movilizaciones que tratan de visualizar la vigencia y sentido del movimiento y miramos al exterior donde fenómenos similares siguen vigentes en países como Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña o Francia.
Francia gira a la izquierda
Después de 17 años, los socialistas vuelven al Elíseo. Tras François Miterrand, otro François, apellidado Hollande, llega a la Presidencia de la V República. Los franceses han confiado en un corredor de fondo, en un político con fama de serio y dialogante. El domingo se impuso, en segunda vuelta, al todavía Presidente en funciones Nicolás Sarkozy al que, como a otros líderes europeos, también le ha pasado factura la crisis.
El mensaje de cambio de François Hollande, su apuesta por una política de crecimiento más social frente a los duros ajustes, ha encontrado eco en un país que ve cómo la situación de sus vecinos, España e Italia, comienza a afectarles directamente.
Pero más allá de las repercusiones internas, estas elecciones se miran en clave europea. Los resultados ponen fin al directorio "Merkozy", que ha impuesto las políticas de austeridad. Habrá que ver hasta qué punto la influencia de Hollande consigue que Angela Merkel acepte políticas más flexibles que den oxígeno a los países con mayores problemas.
Las miradas están ahora puestas en las legislativas de junio que dirán si Hollande cuenta también con la necesaria mayoría parlamentaria. De momento, se ve con preocupación el considerable ascenso de la ultraderecha de Marie Le Pen.
Primavera árabe, invierno saharaui
La crisis que está sufriendo España y que ha obligado a reducir el presupuesto destinado a cooperación se siente de una forma dramática en los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf. A los problemas crónicos de malnutrición y anemia, se unen ahora la falta de médicos y de medicamentos y la reducción o incluso supresión de proyectos educativos y de desarrollo.
A pesar de todo, el Festival de Cine del Sáhara ha vuelto a celebrarse este año, por novena vez, en los campamentos de refugiados, como una muestra de solidaridad con el pueblo saharaui, que suma ya casi 37 años en el exilio. El Fisahara ha tenido este año un recuerdo especial para los dos cooperantes españoles y la italiana secuestrados en octubre del año pasado por un grupo vinculado a Al Qaeda.
Springsteen y España: 30 años de lealtad
Bruce Springsteen y su E Street Band han elegido una vez más España para iniciar su nueva gira europea. Después de tres años ausente, 'the Boss' iniciará su tour el próximo domingo, día 13, en el estadio de La Cartuja de Sevilla. Una gira que pasará también por Barcelona, Las Palmas, San Sebastián y Madrid.
España será el país en el que visite un mayor número de ciudades. No es casualidad: el cantante de Nueva Jersey mantiene una relación muy especial con nuestro país, en el que ha dado 40 conciertos en 30 años. Sabe que aquí su legión de incondicionales espera conocer su nuevo trabajo de cerca, porque es en directo y subido en un escenario donde se entrega al máximo y conecta mejor con el público.
Admirado por sus fans, tanto por su música como por su carácter inconformista, Bruce Springsteen sigue siendo, a sus 62 años, uno de los grandes iconos del rock. En esta gira presentará su último disco Wrecking Ball, pero ya no podrá contar con la complicidad del gran saxofonista Clarence Clemons, fallecido el pasado verano.