El Guggenheim presenta la primera gran muestra dedicada en España al pintor David Hockney
- Está considerado el pintor británico en activo más importante
- Los paisajes de su Yorkshire natal son el núcleo de la muestra
- Del 15 de mayo al 30 de septiembre en Guggenheim Bilbao
Como el propio David Hockney, (Bradford, Gran Bretaña, 1937) afirma “vemos psicológicamente” a través del filtro de nuestros recuerdos personales. Y esa, su visión psicológica del paisaje es la que podemos encontrar en todas y cada una de las obras que reúne esta primera gran muestra organizada en España en torno al considerado pintor británico en activo más destacado.
De él la crítica ha destacado su audacia, su energía y su originalidad. También, como ha escrito Inacio Galán, presidente de Iberdrola -patrocinadora en España de la exposición- su "evolución" que la ha mantenido a lo largo de medio siglo "al margen de las corrientes"
La muestra, organizada por la Royal Academy of Arts en colaboración con el Museo Guggenheim Bilbao y el Museum Ludwig de Colonia, lleva por título David Hockney: una visión más amplia .
Tiene como núcleo los paisajes inspirados en Yorkshire, su condado natal, realizados a partir del año 2004 y reúne una destacable selección de alrededor de 150 trabajos —pinturas al óleo, carboncillos, dibujos realizados con iPad, cuadernos de bocetos y vídeos digitales—, la mayoría de ellos llevados a cabo en los últimos ocho años.
La naturaleza siempre presente
La exposición también ilustra hasta qué punto la representación del entorno natural ha estado presente a lo largo de toda la carrera del artista, incluso cuando otros motivos centraban su producción.
Una selección de trabajos, desde 1956 —durante sus días de estudiante en Bradford—, hasta 1998, contextualiza sus últimos paisajes, y nos revela la temprana preocupación de Hockney por la representación del espacio, el uso del color y el tratamiento de la perspectiva para reflejar el mundo natural. Ejemplo de estas obras tempranas presentes en la muestra son Huida a Italia – Paisaje suizo (1962), y La autopista de Pearblossom, 11–18 de abril de 1986 n.º 1.
También tenemos la oportunidad de ver de cerca sus dos pinturas del Gran Cañón, realizadas en el año 1998, entre las que se encuentra el espectacular paisaje de más de siete metros de largo Un Gran Cañón más próximo (1998).
Del mismo año es Garrowby Hill, 1998, una obra creada de memoria en su estudio a partir de la evocación tras su vuelta a Yorkshire en el año 1997 para
pasar tiempo junto a su amigo Jonathan Silver, que se encontraba en fase terminal de una enfermedad.
Paisajes recientes
A lo largo de las salas clásicas del Museo, punto de arranque del recorrido por la exposición, se exhiben seis conjuntos de obras, creados entre 2005 y 2009, que revelan la profunda curiosidad de Hockney a la hora de valerse de las distintas posibilidades de representar el paisaje, tanto cuando pinta del natural como cuando utiliza sus recuerdos y su imaginación en el estudio.
La primera sala acoge una amplia serie de óleos y acuarelas de pequeño formato creadas por el artista en los años 2004 y 2005 del natural, tras la publicación en 2001 de El conocimiento secreto: el redescubrimiento de las técnicas perdidas de los grandes maestros, una publicación que teorizaba sobre la influencia que la visión a través de la cámara tuvo en la pintura desde el siglo XV.
Cuando volvió a la pintura tras este período de investigación, Hockney rechazó la influencia de la cámara deliberadamente y salió al campo para pintar directamente lo que veía. Fue un período extraordinariamente prolífico en el que el artista captó numerosas escenas de los paisajes de Yorkshire como Sendero en el trigal, julio (2005) o Vista de Woldgate, 27 de julio de 2005.
Junto a sus acuarelas y óleos se exhibe la representación de una pequeña pista forestal a la que el artista se refiere como “el túnel”, sito en el Este de Yorkshire. La carretera o camino es un motivo recurrente en sus paisajes recientes y es también una reminiscencia de alguna de sus primeras pinturas.
El compromiso emocional del artista con el pasaje de su niñez y juventud queda también patente en las series de obras El bosque de Woldgate y Árboles de Thixendale, creadas entre los años 2006 y 2008.
La última sala nos muestra una representación del ciclo de la naturaleza al completo, por medio de una serie de obras creadas por Hockney, tanto del natural y de memoria, como en el estudio a partir de su imaginación: desde el grupo llamado El espino en flor (Hawthorn Blossom), donde anticipa la llegada de la primavera por medio del florecimiento del espino blanco, hasta la serie Árboles y tótems, en la que obras como Tala de invierno (2009), de más de 6 metros de ancho, muestran a los árboles ya talados, sin vida.
La llegada de la primavera
Dominando una de las enormes e irregulares salas del Museo se despliega la monumental La llegada de la primavera en Woldgate, East Yorkshire en 2011 (dos mil once).
Este glorioso homenaje a la naturaleza es una instalación compuesta por una gran pintura de 32 lienzos rodeada por 51 dibujos realizados con iPad e impresos sobre papel que registran la transición desde el inverno hasta el final de la primavera en un pequeño sendero de East Yorkshire, y en la cual se puede apreciar la experiencia de Hockney en el diseño de escenografías para ópera.
De 'El sermón de la montaña' a 'un mensaje más amplio'
En una sala de paredes curvilíneas del Guggenheim envuelve al espectador el deslumbrante óleo de más de siete metros de largo titulado Un mensaje más amplio ( 2010). En diciembre de 2009, durante una visita a The Frick Colección en Nueva York, Hockney se sintió atraído por la obra El sermón de la montaña, pintada en el año 1656 por el artista francés Claude Lorrain.
Posteriormente, el artista realizó una transcripción de aquella pintura a tamaño real y, después, una serie de estudios, algunos muy fieles al original y otros más estilizados.
El proyecto culminó en el óleo sobre 30 lienzos titulado Un mensaje más amplio. Aunque mucho mayor que el original, esta obra conserva la composición de la de Lorrain, pero, al aplicar su propia técnica, Hockney transforma el tema en una pieza monumental, que trata del artificio existente en la representación del espacio.
Cuadernos de apuntes y películas
Los cuadernos de apuntes proporcionan una magnífica visión de la inspiración que subyace a muchas de las pinturas de la exposición y a su composición.
Asimismo, se muestra el interés del artista por las nuevas tecnologías a lo largo de su carrera: desde su temprano empleo de la cámara Polaroid, su incorporación innovadora de la fotocopiadora a color, el uso del iPhone y el iPad.
Además ese interés es especialmente evidente en una serie de nuevas películas producidas usando hasta 18 cámaras, que se exponen sobre múltiples pantallas, evidenciando el uso de las técnicas que ha desarrollado en sus pinturas en el formato videográfico.