Grecia y el sector financiero, en el origen de la presión que no cesa sobre la deuda de España
- El bono español a 10 años supera con creces el 6% en el mercado secundario
- Nervios en los inversores por la incertidumbre sobre el futuro de Grecia
- El sistema bancario español, en la picota por su exposición al 'ladrillo'
- La prima de riesgo, por encima de los 400 puntos desde hace un mes y medio
Los mercados cada vez exigen más interés a España para prestar dinero al país. Con la prima en máximos históricos de la era euro, la rentabilidad del bono a diez años se instala claramente por encima del 6% y los analistas coinciden en señalar que "parece encaminado al 7%" por dos motivos fundamentales: la falta de confianza de los mercados en España -en especial, sobre su sistema financiero- y la situación que atraviesa Grecia, otra vez el epicentro del terremoto que reaviva la crisis de deuda, que nunca se fue.
Las dificultades para que en Grecia se forme un Gobierno estable y decidido a cumplir con las condiciones del segundo rescate impuesto por Bruselas, junto a la cada vez más probable posibilidad de unas nuevas elecciones en el país heleno, lastran la confianza de los mercados. "Grecia anda a la deriva", subraya Soledad Pellón, analista de IG Markets, que alerta de que "nada garantiza que Atenas aplique lo comprometido en el segundo rescate de la UE, que establece unas condiciones muy concretas".
"En los mercados se escucha de manera cada vez más clara el que hasta ahora parecía un tema tabú: la salida del euro de un país miembro", subraya a RTVE.es el analista de XTB, Daniel Álvarez. "Lo peor no es que salga, lo peor es que no se sepa si sale o no sale", aseguraba Javier Flores, responsable del Servicio de Estudios y Analisis de la Asociación Europea de Inversores Profesionales (Asinver), en declaraciones a Radio 5.
"Ya hay un riesgo real de que Grecia tenga que salir del euro si no hay acuerdo político. Y los países que más sufren son España e Italia", recuerda Alessandro Giansanti, estratega de ING, en declaraciones a Reuters. Mientras, y aunque con la boca pequeña, la UE sigue apoyando una Grecia en el euro. "Es lo que tienen que hacer", afrima Pellón, al menos mientras que no haya un 'Plan B' que, por ahora, se desconoce, y pese a que "sus socios no se fían de Atenas".
El sistema financiero español en entredicho
Ese apoyo a Atenas por parte de la UE es algo parecido a lo que ha ocurrido en España con Bankia, ejemplo de lo que ocurre en el sistema financiero español. "Hubo mensajes divergentes, pero el Gobierno no podía anticipar que Bankia necesitaba dinero si no tenía un plan de acción", señala Pellón, que valora positivamente la reforma financiera aprobada el viernes porque "va a traer más transparencia y, por lo tanto, tranquilidad a los mercados".
Sin embargo, la analista de IG Markets también ve en las ayudas que pueda dar el Estado a la banca a partir de ahora un "lastre" para la deuda pública del país a medio plazo. "Si el Gobierno ayuda a la banca, el riesgo que sufre el sistema financiero pasará de la banca al Estado", apunta Pellón, para quien una de las posibilidades más beneficiosas sería la entrada de capital mediante el fondo europeo de rescate, lo que "liberaría a España de la presión".
"Se ha abierto la puerta de nuevas medidas que van a suponer más inyecciones de capital a la banca que van a salir o de los impuestos del contribuyente español, o de los impuestos de los contribuyentes europeos vía fondo de rescate", coincide Javier Flores, para quien lo que está claro es que la banca española no puede cubrir por sí misma el agujero que tiene por culpa de ladrillo.
El bono español, camino del 7%
En medio de este panorama, llegar a una rentabilidad del bono a 10 años del 7% no es imposible. España va hacia este "nivel clave en el que la viabilidad de un país -su solvencia- se pone en duda", asegura a RTVE.es el analista de XTB, Daniel Álvarez.
De la misma opinión es el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, quien ha asegurado en declaraciones a Efe que "España está aún lejos de la intervención", pero también considera que el bono va camino de ese nivel al que aún no ha llegado desde que el euro es nuestra moneda (el máximo fue del 6,7% el 25 de noviembre de 2011).
“España es considerada una inversión arriesgada ahora“
Detrás del varapalo que ha sufrido este lunes España está la desconfianza en nuestro país. "España paga por pedir prestado a doce meses el doble que paga Alemania por pedir prestado a diez años", recuerda Flores.
"El problema que esto representa es evidente desde el punto de vista presupuestario, pero es que además es una losa insalvable para el sector privado: el riesgo sistémico al que se enfrentan las compañías españolas genera una desconfianza que hace rehuir a los grandes inversores internacionales", asegura Daniel Álvarez, de XTB, que señala que "España es considerada una inversión arriesgada ahora". Y eso se ve reflejada en la prima de riesgo, por encima de los 400 puntos desde hace el 5 de abril.
La solución, desde Europa
Llegados a este puntos todos, incluído el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, miran a Europa. "Si la Eurozona no se replantea cuáles son las prioridades en su conjunto, y se siguen mirando intereses estrictamente nacionales, el incendio que en este momento están sufriendo los países periféricos puede acabar quemando a los que se encuentran en el núcleo, cuyos intereses también dependen de la buena marcha económica de la región", recuerda Álvarez.
“Si Grecia va hacia la salida del euro, entonces la UE tendría que aumentar sus fondos de rescate“
El mayor temor al que se enfrenta la zona euro es que el caos griego arrastre a Italia y España. "Si Grecia va hacia la salida del euro, entonces la Unión Europea tendría que aumentar sus fondos de rescate y preparar otras medidas de emergencia", asegura Charles Grant, director del Centre for European Reform de Londres, a Reuters.
Algunos expertos esperan al Banco Central Europeo, como Raghav Subbarao, estratega de Barclays. "Esperamos que el BCE relaje su política en los próximos meses, tal vez a través de políticas no convencionales, para apuntalar la situación en los países de la periferia de la zona euro", afirma en declaraciones recogidas por Reuters.
Pero, para otros, en el fondo el problema es de la zona euro y la Unión Europea. "Si nos preguntamos quién es el principal socio de Europa, la respuesta es significativa: la propia Europa. Por tanto, o se toman las medidas adecuadas donde tienen que tomarse -y no solo centradas en una austeridad a partir de la cual resulta imposible crecer- o todos acabarán quemándose", asegura el analista de XTB, Daniel Álvarez, a RTVE.es