El valor de la palabra manuscrita o impresa
- Textos de Da Vinci y Shakespeare tienen el récord de libros más valiosos
- Artcurial subasta un fragmento de El Principito descartado por Saint-Exupéry
¿Cuánto vale un personaje descartado por su autor? No es una pregunta retórica para la casa de subastas Artcurial. Tiene una respuesta contante: entre 40.000 y 50.000 euros. Es el precio de salida para unos párrafos (y dibujos) garabateados sobre unas hojas que, en algún momento de 1943, Antoine de Saint-Exupéry consideró prescindibles para El Principito. El 16 de mayo la casa de subastas espera que la cantidad sea aún más sonante durante la puja del ‘anexo’ del libro francés más vendido y traducido de los últimos 70 años.
Exiliado en Nueva York durante la II Guerra Mundial, Saint-Exupéry escribió su célebre fábula durante una plácida estancia en Long Island, aislado por su melancolía de expatriado y por su negación total para aprender inglés. En un furor creativo nocturno alimentado, según su biógrafa Stacy Schif, de cafés, cigarros y Coca-Colas, Saint-Exupéry escribía sin reposo en folios, márgenes y en papel de cebolla. Por cada hoja del manuscrito final, rompía otras cien. El lote que Artcurial subasta es uno de esos excedentes, conservado entre una copia de Piloto de guerra.
El descubrimiento es una variación del capítulo XIX que muestra un nuevo personaje bautizado ya como “el crucigramista”. En su encuentro con el principito, el hombre le pregunta por una palabra de seis letras que sea sinónimo de gargarismo. Saint-Exupéry desechó el pasaje, tal vez porque se parecía demasiado al hombre de negocios que aparece en un capítulo anterior, pero legó el enigma. Se especula que la palabra puede ser guerra (guerre), que obsesionaba al escritor. Saint-Exupéry, el hombre de acción, el piloto, deseaba más que nada volver a Francia y entrar en combate, pese que su edad sobrepasaba la media de la aviación. En 1944, el avión que pilotaba desapareció en el Golfo de Marsella, rematando la leyenda que revuelve su vida y su obra.
Un mercado sin crisis
El nuevo capítulo del El Principito es, en cuanto a subastas, caza menor. Las cifras astronómicas del mercado del arte tienen su reflejo en el mercado de manuscritos y libros impresos. Incunables, primeras ediciones, manuscritos originales, correspondencia, dibujos, libros de historia natural e incluso firma de contratos, son las piezas más codiciadas por los coleccionistas.
Entre las curiosidades de los últimos años, destacan los 940.000 euros que en junio de 2010 se pagó por la hoja en la que John Lennon garabateó la letra de A day in life. En diciembre de 2011, dos meses después de la muerte de Steve Jobs, alguien tuvo la lucrativa idea de poner en almoneda el contrato en el que el rey midas Jobs y sus socios, Ronald Wayne y Stephen Wozniak, estamparon su firma para fundar Apple. Resultado: 1,2 millones de euros
El top 3 de las ventas-récord pertenecen a lotes de Sotheby's y Christie’s, dejando al margen los ajustes los ajustes por la inflación.
3. First Folio, William Shakespeare – 3.980.000 Euros
The First Folio, o ‘Comedias, Historias o Tragedias’ es la primera impresión conocida de las obras de William Shakespeare. Datada en 1623, siete años después de la muerte del dramaturgo y poeta, contiene 36 de sus obras, 18 de ellas impresas por primera vez. Sin los esfuerzos que los actores de The King’s Men (la compañía teatral a la que pertenecía Shakespeare) llevaron a cabo para recopilar las obras de su compañero, sencillamente no conoceríamos Macbeth, La tempestad, Julio César o Medida por Medida tal y como el bardo las concibió, sino sus mutaciones apócrifas.
De las 750 impresiones originales del siglo XVII, solo 219 están localizadas. Entre ellas, la que Sotheby's vendió por casi cuatro millones de euros en 2006.
“El precio de las cosas debería depender de su mérito, jamás de su epíteto”, William Shakespeare.
2. Aves de América, John James Audubon - 8.994.000 Euros
John James Audubon, ornitólogo del siglo XIX, es una personalidad capital de la historia natural e inspirador del mismísimo Charles Darwin. Nacido en Haití, recorrió EE.UU fascinado por su fauna, mientras buscaba financiación para un libro en el que dibujaba cada especie de ave. Su afán taxonómico no se conformaba con observar y describir sus descubrimientos. Perfeccionó un método para cazar a las aves, sin matarlas, y atarlas con alambres para poder dibujarlas.
Audubon descubrió a lo largo de su vida 25 nuevas especies pero Aves de América es más escaso que cualquiera de ellas. Un marchante inglés soltó casi nueve millones de euros en diciembre de 2010 por una de las once copias que están en manos privadas. Las 108 restantes se conservan en museos y bibliotecas.
“El negocio mercantil no encaja conmigo”, John James Audubon.
1. Códice Leicester, Leonardo Da Vinci – 24.000.000 Euros
Suena a leyenda urbana pero es real: Bill Gates compró en 1994 uno de los 20 códices que se conservan del pintor, inventor, botánico, ingeniero, etc. El fundador de Microsoft estaba obsesionado con Da Vinci porque representaba “la fusión entre arte y ciencia”. El manuscrito contiene ideas sobre hidráulica, cosmología, astronomía, geología, paleontología y mecánica. Cada año, por deseo de Gates, el códice se expone en un lugar diferente del mundo.
Los 24 millones de euros que se pagaron en Christie’s son una equivalencia que no tiene en cuenta los los ajustes por la inflación. Por mucho músculo que las casas de subastas estén sacando en plena crisis, cuesta imaginar palabra escritas con mayor valor que las que el genio florentino trazaba con su propia mano.
“Aquel que quiere ser rico en un día, terminará colgado en un año”, Leonardo Da Vinci..