Moscovici, un antiguo defensor de Strauss-Kahn, a cargo de la Economía francesa
- Fue ministro de Asuntos Europeos en el Gobierno de Lionel Jospin
- Ha sido el director de campaña de Hollande durante las presidenciales
Pierre Moscovici, quien fuera ministro de Asuntos Europeos en el Gobierno de Lionel Jospin y director de la campaña de François Hollande en las pasadas presidenciales, ocupa un puesto clave en el nuevo Ejecutivo de Francia al frente de la cartera de Economía.
El socialista, de 54 años, se había ocupado igualmente de la campaña de Hollande durante las primarias que le auparon como candidato al Elíseo y había organizado todos los encuentros del ahora presidente, lo que le hacía figurar como previsible candidato para algún puesto de peso en el Gobierno.
Nacido en París en septiembre de 1957 en el seno de una familia de intelectuales de izquierdas, se adhirió al Partido Socialista (PS) en 1984 y dos años más tarde se convirtió en el secretario nacional más joven de esa agrupación, de la que fue tesorero en 1992.
Eurodiputado del 94 al 97
Su carrera política, no obstante, se inició en la Liga Comunista Revolucionaria, el actual Nuevo Partido Anticapitalista, y ya dentro del PS continuó ascendiendo con su elección como eurodiputado de 1994 a 1997 y dentro de la Asamblea Nacional tres años más tarde.
Con 39 años y en plena cohabitación entre el presidente neogaullista Jacques Chirac y el primer ministro socialista Jospin, encabezó el Ministerio de Asuntos Europeos, un puesto estratégico para acceder a cuestiones internacionales y desde el que negoció en nombre de Francia el Tratado de Niza y los primeros pasos del Tratado Constitucional.
De junio de 2004 a junio de 2007 ejerció como vicepresidente del Parlamento Europeo y eurodiputado, cargo del que renunció ese mismo año para volver a la Asamblea Nacional francesa.
Alumno de DSK
Moscovici, hijo de un psicólogo y una psicoanalista, estudió en el Instituto de Estudios Políticos (Science-Po) de París y en la prestigiosa Escuela Nacional de Administración (ENA), en la que fue alumno de Dominique Strauss-Kahn, quien sería director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
No es extraño, entonces, que dentro del PS Moscovici se convirtiera en uno de los líderes de la corriente que apoyaba la candidatura de Strauss-Kahn en las primarias del partido.
Cuando Strauss-Kahn se vio envuelto en un escándalo sexual que le llevó ante los tribunales tanto en Estados Unidos como en Francia y que le obligó a abandonar la dirección del FMI y ha renunciar a las presidenciales, Moscovici se unió rápidamente al bando de Hollande, quien poco después le recompensó nombrándole su director de campaña.
El sucesor del conservador François Baroin al frente de la economía francesa expresó este sábado su confianza en que París y Berlín lleguen a un acuerdo en la manera de luchar contra la crisis en la zona euro, y en que la amistad franco-alemana trasciende los cambios políticos.
Moscovici, que no ha dudado en recurrir a las nuevas tecnologías para defender sus posturas desde 2009 con cuentas en Facebook, Twitter y un blog, ha dejado igualmente constancia de sus ideas en once libros, incluido "¿Misión imposible? Cómo la izquierda puede batir a Nicolas Sarkozy en 2012".
Entre sus apuestas para sacar del Palacio del Elíseo a Sarkozy figuraba la renovación de la República, un crecimiento económico responsable y una modificación de la fiscalidad para hacerla más justa.
Además de reflejarse en la escritura, sus convicciones políticas traspasan igualmente el ámbito de lo sentimental. Prueba de ello es que en una entrevista publicada en la revista de información del corazón "Gala", Moscovici aseguró en 2008 que no sería capaz de casarse con una mujer de derechas porque la situación entrañaría "demasiadas divergencias de fondo".