Muere el escritor mexicano Carlos Fuentes a los 83 años
- El escritor ha fallecido en un hospital de Ciudad de México
- Una hemorragia en el tubo digestivo ha sido la responsable, según su médico
- Recibió el Premio Cervantes en 1987 y el Príncipe de Asturias en 1994
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El escritor mexicano Carlos Fuentes ha muerto este martes a los 83 años de edad en Ciudad de México, según fuentes del hospital donde estaba siendo atendido citadas por Efe. El escritor sufrió una "hemorragia en el tubo digestivo que le provocó la pérdida del estado de conciencia", ha señalado su médico, Arturo Ballesteros, tras precisar que el novelista nunca había tenido problemas en el aparato digestivo y que fue un evento "inesperado".
Fuentes se despertó muy temprano e incluso se bañó y tomó algunos líquidos, pero comenzó a sentir malestar y por eso le llamaron para que acudiera a su casa, ubicada en el barrio de San Jerónimo, en el sur de la capital.
"Cuando llegué presentaba insuficiencia respiratoria", ha afirmado el médico, quien decidió junto a la esposa del escritor, Silvia Lemus, trasladarlo al hospital, donde falleció una hora y media después a las 12.15 hora local (19.15 hora peninsular) a pesar de todas los esfuerzos que hicieron por salvarle la vida.
Ballesteros, quien atendía hace 10 años al novelista, ha comentado que el suceso fue repentino asegurando que el único problema que presentaba desde 1997 era del corazón, pero que se encontraba bien de salud.
El escritor, nacido en Panamá de padre diplomático, recibió el Premio Cervantes en 1987 y el Premio Príncipe de Asturias en 1994. Entre las obras más destacadas de Fuentes, que fue muy crítico durante toda su vida con México por no haber construido una democracia más auténtica, figuran títulos como La muerte de Artemio Cruz y Terra Nostra.
Miembro de la generación del boom latinoamericano
El autor fue un intelectual extraordinario que desde la literatura encaminó a la narrativa en lengua española hacia la modernidad.
Amante del idioma en que escribía, llegó a decir que su lucha por conservar el español duró toda su niñez, pues estuvo a punto de perder su idioma nativo cada veinticuatro horas. El idioma quería decir para mí nacionalidad: era un conjunto opresivo de significados sujetos siempre a lucha, a reconquista, apuntó.
Considerado el fundador de la novela modernista en México, el intelectual cursó estudios superiores en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y en el Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra (Suiza) y fue desde muy joven cuando su valía literaria comenzó a sobresalir y a contribuir a la universalidad de una generación de escritores extraordinarios que formarían el llamado boom latinoamericano.
Admirador de autores como los británicos D.H. Lawrence (1885-1930) y Aldous Huxley (1894-1963), Fuentes consideraba pertinente la ficción para responder a las preguntas de cómo éramos y cómo seremos, y conocer el mundo desprovistos de la racionalidad.
Obra literaria
A su obra narrativa el propio Fuentes la llamó la Edad del tiempo, e incluye títulos como Los días enmascarados (1954), La región más transparente (1958), La muerte de Artemio Cruz (1962), Gringo viejo (1985), La silla del Águila (2003) y La voluntad y la fortuna (2008), sobre la violencia ligada con el narcotráfico.
Entre sus ensayos destacan títulos como Cervantes o la crítica de la lectura (1976), Los 68 (2005), y La gran novela latinoamericana (2011).
En 2008 el español Juan Goytisolo dijo que Carlos Fuentes logró junto con García Márquez y el resto de los llamados autores del boom latinoamericano que entroncara de nuevo la literatura española con la modernidad después de que España diera la espalda a la cultura universal durante siglos.
Para el crítico literario mexicano Christopher Domínguez, la obra de Fuentes es el conjunto más complejo y variado de la narrativa mexicana, y en la misma estuvieron todas las conquistas y tendencias de la literatura contemporánea. Domínguez destaca entre toda su obra la novela Terra Nostra (1975), el único de sus libros que puede ser leído más allá del horizonte mexicano y la novela que lo sobrevivirá.
De esa novela dice que está hermanada con Rayuela de Julio Cortázar, Cien años de soledad de Gabriel García Márquez y Conversación en La Catedral, de Mario Vargas Llosa, y la considera el más alto exponente del gran Fuentes.
Entre los muchos premios que ha recibido destacan el Cervantes (1987), el Príncipe de Asturias de las Letras (1994), el de Biblioteca Breve por Cambio de piel (1967), y el Nacional de Literatura de México (1984).
Además se hizo acreedor a distinciones tales como la Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío, otorgada por el Gobierno sandinista (1988); la Orden al Mérito en Chile (1993) y la española Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica (2008).