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Rousseff instala una Comisión de la Verdad que investigará las violaciones en la dictadura

  • La presidenta de Brasil fue torturada y detenida durante el régimen militar
  • El objetivo: "recuperar la verdad sin revanchismo"
  • No se juzgará a los responsables ya que persiste la ley de Amnistía de 1979

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La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que fue torturada y detenida durante el régimen militar que gobernó el país de 1964 a 1985, ha instalado este miércoles la Comisión de la Verdad, cuyo cometido es investigar violaciones de derechos humanos durante la dictadura pero no juzgar a los responsables.

Rousseff, quien ha llorado al recordar el sufrimiento de los familiares de los muertos y desaparecidos durante ese periodo, ha dado posesión a los siete miembros que integrarán la comisión en un acto al que asistieron todos los expresidentes brasileños, así como los comandantes de las Fuerzas Armadas.

La jefa de Estado ha afirmado que el propósito de la comisión será recuperar la verdad sin revanchismo para lograr la reconciliación nacional.

"Brasil merece la verdad, las nuevas generaciones merecen la verdad y especialmente merecen la verdad quienes perdieron amigos y parientes y que continúan sufriendo como si ellos muriesen de nuevo cada día", ha dicho la mandataria, que ha tenido que interrumpir su declaración por los aplausos y para secarse las lágrimas.

La comisión tendrá un plazo de dos años para investigar crímenes contra los derechos humanos cometidos entre 1946 y 1988, aunque se centrará sobre todo en el último régimen militar (1964-1985).

"No nos mueve el revanchismo, el odio o el deseo de escribir la historia de una forma diferente a lo que ocurrió sino la necesidad de conocer sin ocultamientos lo que sucedió", ha agregado la gobernante, que estuvo presa dos años por su militancia en un movimiento de izquierda que combatió la dictadura.

Persiste la ley de Amnistía de 1979

Sin citar específicamente la Ley de Amnistía de 1979 que impide llevar ante la justicia a los sospechosos de haber torturado, secuestrado o asesinado en ese periodo, Rousseff ha recordado que Brasil recuperó la democracia gracias a pactos políticos que pretende respetar y que serán honrados por la Comisión de la Verdad.

"Así como respeto a quienes lucharon por la democracia también respeto los acuerdos políticos que nos devolvieron la democracia", ha afirmado.

Rousseff ha afirmado que la instalación de la comisión es un acto de Estado y no de Gobierno, y en ese sentido se ha declarado alegre por estar acompañada en la ceremonia por los mandatarios que la precedieron durante los 28 "benditos" años transcurridos desde que terminaron los 21 años de "autoritarismo".

La comisión estará integrada por el magistrado Gilson Dipp, el fiscal Claudio Fonteles, el exministro de Justicia José Carlos Dias, el sociólogo Paulo Sergio Pinheiro, la psicoanalista María Rita Kehl, el abogado José Paulo Cavalcanti Filho y la abogada Rosa María Cardoso da Cunha, amiga personal de Rousseff y defensora de presos políticos durante la dictadura.

Pese a que la ley que creó la comisión establece que sean investigadas tanto las violaciones cometidas por los agentes del Estado como por los militantes que se opusieron a la dictadura, sus integrantes han dejado claro que se centrarán en los primeros.