El G-8 habla de Irán en una cena que sirve de aperitivo a los debates sobre la eurozona
- Los líderes del G-8 han comenzado su reunión anual en Camp David
- Apuestan por mantener la presión sobre Irán y hablan también de Siria
- Este sábado tratarán la crisis de la zona euro, el asunto más importante
Los líderes del G-8 han comenzado su reunión anual en Camp David, en las afueras de Washington, con una cena en la que abordaron cuestiones como el programa nuclear iraní a la espera de tratar este sábado la gran protagonista del encuentro, la crisis europea.
Un Barack Obama sonriente, de chaqueta y camisa azules y descorbatado, recibió en la residencia de descanso presidencial estadounidense a los líderes de las naciones más desarrolladas y Rusia, ataviados de sport.
En una cumbre donde la crisis de la deuda en la eurozona será el tema dominante, y se prevé que Obama actúe como árbitro entre las exigencias alemanas de austeridad y las propuestas del nuevo presidente francés, Francois Hollande, para primar el crecimiento, se esperaba que el lenguaje corporal proporcionara una pista sobre a quién apoyará el presidente estadounidense.
Obama, al menos de inicio, fue exquisitamente neutral. A Hollande, quien se estrenaba en este tipo de reuniones y fue el único líder que acudió al encuentro con corbata, le bromeó: "¡Te dijimos que podías venir sin corbata!". Ambos se habían reunido esta mañana en la Casa Blanca.
Y a la canciller alemana, ataviada con una chaqueta rosada y pantalones blancos, le preguntó "¿Cómo va todo?", algo a lo que Angela Merkel respondió con una sonrisa y encogimiento de hombros. "Claro, tienes muchas cosas en la cabeza", dijo el presidente estadounidense.
Mantener la presión sobre Irán
En la cena a puerta cerrada en Camp David los líderes de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Japón y Rusia abordaron asuntos como el programa nuclear iraní y la reunión del próximo 23 en Bagdad entre el G5+1 y representantes iraníes.
"Tenemos que mantener la presión sobre el régimen... pero estamos decididos a buscar una solución pacífica y negociada", declaró el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en una rueda de prensa antes del comienzo de la cumbre. El G-8 deberá "exigir a Irán que aborde sin retraso todos los asuntos relacionados con su programa nuclear", subrayó el dirigente europeo.
Los líderes abordaron también posibles pasos a dar para frenar la violencia en Siria. En parte, Estados UInidos buscaba presionar en esta reunión a Rusia, el único miembro del G-8 que se opone tajantemente a la imposición de sanciones adicionales contra el régimen de Bachar al Asad en el seno de la ONU, y dejar claro hasta qué punto la comunidad internacional rechaza la actitud de Damasco.
Pero Rusia está representada en esta reunión por su primer ministro, Dmitri Medvédev, después de que el presidente, Vladimir Putin, se excusó por sus tareas de formación de Gobierno, un argumento interpretado ampliamente como un desaire a Estados Unidos en momentos en los que ambos países discrepan en áreas como el escudo antimisiles que Washington planea en Europa.
"Sabemos que dentro del G8 hay diferentes posiciones, pero estamos convencidos de que el rol de Rusia es clave para establecer la dirección correcta y avanzar", declaró Van Rompuy. Los mandatarios abordaron también "casos positivos", como los progresos de Birmania para adoptar reformas que lleven al país a la vía democrática.
La eurozona, a debate este sábado
La cena de este viernes (madrugada del sábado en España) sirve para preparar las conversaciones de mayor enjundia que tendrán lugar este sábado en torno a la crisis en la eurozona, en vísperas de la cumbre europea del día 23.
Obama tendrá que desarrollar una fina diplomacia. Sus instintos, y sus propuestas políticas, le aproximan más a las propuestas de Hollande. Pero Merkel, con quien mantiene una buena sintonía personal, es una de sus grandes aliadas en Europa y no puede permitirse el lujo de causar un enfrentamiento directo.
En su reunión de esta mañana con Hollande en la Casa Blanca, Obama indicó que ambos trataron de la necesidad de propiciar en la cumbre un debate sobre "cómo manejar un enfoque responsable de la consolidación fiscal asociado a un programa de crecimiento fuerte" en Europa.
La difícil situación en la eurozona es un asunto "de extraordinaria importancia" para la economía mundial, subrayó Obama. "El crecimiento debe ser una prioridad", apuntó a su vez Hollande, quien agregó que Obama y él estuvieron de acuerdo en que Grecia "debe permanecer en la eurozona".