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Van Rompuy cree que España saldrá de la crisis y reitera su deseo de que Grecia siga en el euro

  • Se muestra convencido de que las reformas de Rajoy "tendrán éxito"
  • Barroso también reafirma que quiere que Grecia permanezca en el euro

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El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, se ha mostrado convencido de que España logrará salir de la crisis, al tiempo que ha asegurado que la UE hará "todo lo que sea necesario" para garantizar la estabilidad financiera de la eurozona y del euro. Con respecto a Grecia, tanto Van Rompuy como el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, han reiterado su deseo de que el país heleno permanezca en el euro.

"La mayoría de los Estados miembros están inmersos en reformas muy ambiciosas para garantizar la sostenibilidad de la deuda, incrementar la productividad y mejorar la competitividad", ha dicho. "Este es especialmente el caso de España, donde el Gobierno ha puesto en marcha una serie de reformas integrales, y de Italia (...) y estoy convencido de que tendrán éxito", ha apuntado en una rueda de prensa previa a la cumbre de líderes del G8.

Van Rompuy ha hecho estas declaraciones después de que el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, pidiera hace dos días a la UE un mensaje "claro y contundente" en defensa del euro y de la sostenibilidad de las deudas soberanas de los países que comparten la moneda única, ante el acoso de los mercados sobre España.

Rajoy defiende el euro

Estas palabras del titular del Consejo Europeo se producían cuando se conocía la revisión al alza -del 8,5 % al 8,9 % del PIB- principalmente por un desvío en mayo de algunas comunidades autónomas en España, aunque mantiene la previsión de reducirlo este año hasta el 5,3 % del PIB.

En un G8 en el que la crisis de la deuda de la eurozona será uno de los grandes temas, Van Rompuy ha asegurado que la UE está determinada "a mantener el curso de nuestra estrategia integral de reducir los déficit y las deudas públicas y volver al crecimiento y a la creación de empleos en base a reformas estructurales, inversiones y comercio". Una estrategia que, según ha indicado, se concretará en la cena informal de líderes europeos el 23 de mayo y se formalizará en la cumbre de junio.

"No hay que olvidar que en términos acumulados, el crecimiento en la eurozona es positivo y mejorando y que los balances externos con el resto del mundo están equilibrados", ha recalcado. También ha añadido que Europa ha incrementado recientemente con los demás socios los recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha recapitalizado a la banca y le ha aportado liquidez mediante el Banco Central Europeo (BCE).

Sobre Grecia y el euro

Por otro lado, tanto Van Rompuy como el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, han reiterado el deseo de la UE de que Grecia permanezca en el euro, pero han advertido de nuevo al país de que tendrá que cumplir con el plan de reformas y ajustes acordado.

Grecia forma parte de nuestra familia europea

"Quiero reafirmar claramente que queremos que Grecia permanezca en el euro. Grecia forma parte de nuestra familia europea y la UE hará todo lo que sea necesario para asegurarse de que siga siendo así", ha afirmado Barroso en una rueda de prensa conjunta con Van Rompuy.

"Honraremos nuestros compromisos con Grecia y esperamos del Gobierno griego, del actual y del futuro, que cumpla las condiciones que se han acordado en común a cambio de la ayuda financiera", ha indicado el presidente del Ejecutivo comunitario.

Este viernes, el gobierno interino griego informaba de que la canciller alemana, Angela Merkel, ha pedido al presidente grigo, Karolos Papulias, que convoque, junto a las elecciones legislativas del próximo 17 de junio un referéndum sobre la permanencia de Grecia en la zona euro.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su homólogo francés, François Hollande,  han hecho una defensa conjunta de las políticas de crecimiento  económico para salir de la crisis en su primer encuentro en la Casa  Blanca, celebrado antes de la cumbre del G-8, en un gesto claro de que  Washington se alinea con París en la pugna con Alemania para cambiar el  rumbo de la política económica de Europa.