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Declaran culpables de asesinato a los cuatro principales acusados del crimen de Santaló

  • El jurado entiende que asesinaron por encargo al entonces director del CCIB
  • Felix Martínez Touriño fue asesinado en febrero de 2009 en Barcelona

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El jurado popular ha considerado culpables a los cuatro principales acusados del crimen de la calle Santaló de Barcelona, al entender que asesinaron por encargo al entonces director del Centro de Convenciones de Barcelona (CCIB), Félix Martínez Touriño, en febrero del 2009.

El veredicto emitido por los nueve miembros del jurado popular, ha sido leído este sábado por la noche en la Audiencia de Barcelona y señala que Manuel Moreno Blancas, el sicario Jorge Andrés Madrid García y los cómplices Said Sánchez Zuluaga -cuñado de Jorge Andrés Madrid- y Yader Jair Castro, perpetraron el asesinato. Por el contrario, la esposa de Said Sánchez, María Pilar M.B., que estaba acusada de encubrimiento, ha sido absuelta por el jurado popular al no considerar probada su participación en el crimen.

El jurado sí que da por probado, en cambio, que los otros cuatro acusados asesinaron o ayudaron a asesinar a la víctima, después de que uno de ellos, Manuel Moreno, encargara el crimen a Jorge Andrés Madrid con la finalidad de no ser despedido por su jefe, que fue la víctima.

Said Sánchez, no obstante, no ha sido encontrado culpable de los principales cargos de los que se le acusaba, por lo que la condena será, muy probablemente, inferior a la de los otros tres, si bien se considera probado que "llevó a cabo actos que facilitaban y contribuían a dar muerte a Félix Martínez Touriño, y que esos actos eran imprescindibles".

Los nueve miembros de jurado consideran hechos probados que Manuel Moreno encargó el asesinato de su jefe al sicario novel confeso Jorge Andrés Madrid y que, para tal fin, contó con la "cooperación necesaria, indispensable", de su cuñado, Said Sánchez, y de Yader Jair.

Juicio

En el juicio, que finalizó el pasado viernes y por el que el jurado ha deliberado durante cinco días, la fiscal pidió para los cuatro principales acusados la máxima pena posible por un asesinato, 25 años de cárcel para cada uno.

Según la fiscal, el plan criminal urdido y ejecutado por los condenados podría haberles salido "perfecto", si no fuera porque la "inteligencia policial" y la "constancia" del titular del juzgado de instrucción número 18 de Barcelona lograron recomponer el puzzle y desmontar la trama, casi cuatro meses después del asesinato.

El crimen fue planificado después de que Manuel Moreno se sintiera descubierto por Touriño ante "la gestión opaca y despótica" que llevaba a cabo en su departamento y, para evitar ser despedido, encargó el asesinato de su jefe. La acusación sostuvo en el juicio que, hasta que la Policía logró desenmascararle, Manuel Moreno creía que había conseguido salir impune, ya que tras la muerte de Touriño, pudo seguir trabajando y lucrándose de forma irregular en el Centro de Convenciones.

Por lo que respecta al sicario Jorge Andrés Madrid, se considera probado que cobró 9.000 euros por cometer el crimen, y que para ello efectuó un disparo en la nuca de una forma tan profesional que incluso los investigadores se plantearon al principio que se pudiera tratar de un atentado terrorista.

El jurado no se ha creído la versión que el asesino a sueldo mantuvo en su declaración inicial, en el sentido de que actuó por miedo, ya que inicialmente pensaba que el encargo era para dar un susto a alguien y que no se atrevió a dar marcha atrás cuando le exigieron que matara a la víctima, ante el temor a sufrir represalias.