Brad Pitt trae la violencia y Ken Loach el humor a Cannes
- Pitt presenta Killing them softly del director Andrew Dominik
- En The angel's share, Loach cuenta el drama del desempleo desde el humor
- Pregunta a Carlos del Amor, enviado especial en el festival de Cannes
Brad Pitt defendió hoy la violencia en el cine, para mostrar su existente en el mundo real, tal y como refleja Killing them softly (Mátandolos suavemente), la película dirigida por el neozelandés Andrew Dominik que se presentó hoy en la competición del Festival de Cannes.
"No sé si se puede rodar la violencia de una forma romántica, pero hay que hacerlo", afirmó Pitt en una rueda de prensa en la que tanto él como Dominik defendieron que las películas muestren el mundo tal y como es en la actualidad.
Para Dominik la violencia es parte de la historia de una película que cuenta un ajuste de cuentas en el mundo de la mafia y en el que el director no ahorra sangre ni peleas para retratar una situación que se sitúa en la fase final de la campaña electoral que dio la victoria a Barack Obama y en una ciudad indeterminada de Estados Unidos.
Con larga melena, muy sonriente y quejándose de que las ruedas de prensa no sean a las cuatro de la tarde, Pitt se mostró tajante al afirmar que no le molesta interpretar personajes violentos. "Sería mucho peor para mí interpretar a un personaje racista, me perturbaría más que el de un asesino a sueldo", señaló. Basada en un libro ambientado en los años setenta, Dominik decidió actualizar la historia y situarla en un momento más actual y utilizar la crisis económica como un elemento que condiciona hasta el pago de los asesinos a sueldo.
"Sentí que era una historia sobre el capitalismo", explicó el realizador -responsable de El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford-, que resaltó que en este momento todo el mundo está motivado por el dinero. Y en esa necesidad de dinero, los personajes hacen lo que sea necesario para conseguirlo. "No entiendo -dijo- el problema que hay con la violencia en estos momentos. El filme explica cómo sobrevivir en un mundo lleno de competencia".
Una violencia que se une a la crisis económica y que responde a la necesidad de Pitt y Dominik para su siguiente proyecto juntos. "Buscábamos historias sobre nuestro tiempo y sobre quienes somos", y en estos momentos la crisis económica es lo que ocupa las portadas de los periódicos, resaltó el actor.
Pitt aseguró que "Estados Unidos es un país extraordinario, con muchas dimensiones", como la integridad o la justicia. Pero, agregó, "hay que proteger los ideales con cuidado", especialmente en el caso de los países más poderosos.Y en esa defensa de los ideales entra también el equilibrio entre el cine comercial y el artístico.
Es "la eterna batalla entre arte y comercio", afirmó el actor, que consideró que se necesitan el uno al otro para avanzar, mantienen una estrecha relación de simbiosis que nunca desaparecerá porque, en su opinión, "las cosas tienen que ser entables, si no, es imposible crear".
Loach hace reír a Cannes con una mezcla de paro y whisky
Ken Loach ha cambiado radicalmente de registro con The angel's share, una comedia de gran trasfondo social con la que el director británico ha provocado risas y aplausos en el Festival de Cannes, donde compite en la sección oficial.
"Queríamos presentar una situación que hiciera sonreír a la gente pero con la realidad subyacente", explicó Loach en una rueda de prensa en la que su guionista, Paul Laverty, afirmó que tras la última película ( Iris route), que fue muy dramática, tenían ganas de hacer algo diferente.
Hay muchas maneras de contar la misma historia, explicó Laverty, que abogó por inspirarse en el mundo que nos rodea pero buscando un aspecto diferente.
En estos momentos hay 75 millones de personas desempleadas en Europa y The angel's share cuenta esta situación, junto a la de cómo cambia la vida de una persona cuando tiene un hijo, y los problemas individuales y momentos de felicidad que jalonan una vida.
Pero lo hace sin dramatismos y con mucho humor, con una historia "muy verídica que puede interpretarse a diferentes niveles", agregó Laverty. Tan verídica como la historia real del actor protagonista, Paul Brannigan, un joven escocés que trabajaba en un proyecto comunitario, sin muchas perspectivas de futuro, cuando Laverty y Loach le ofrecieron el papel. "Me cambió la vida", reconoció Brannigan, que en su siguiente película, Under the skin, trabaja con Scarlett Johansson. Su papel es el de Robbie, un joven que ya ha pasado por la cárcel, cuya novia está embarazada y que se libra por los pelos de volver a prisión a cambio de trabajos comunitarios.Allí conoce a Harry, un monitor que le introduce en el mundo del whisky, de su fabricación, venta y catas.
Una comedia rodada como si no lo fuera
"Hay situaciones divertidas que te hacen reír, como ocurre en la vida. En momentos profundos hay siempre una situación cómica", explicó Loach, contento por el buen recibimiento en Cannes de esta historia que mezcla "tragedia y comedia" porque "así es la vida".
Una película que cuenta con un grupo de jóvenes actores -Gary Maitland, Jasmin Riggins y William Ruane- que son todo un descubrimiento y que dan vida a unos personajes peculiares a los que entienden.
"Lloran cuando el personaje llora, se emocionan con sus sentimientos, encarnan el guión de Laverty a la perfección", resaltó Loach, que opta con este filme a la Palma de Oro de Cannes, un premio que ya tiene por El viento que agita la cebada.
Son estos actores los que dan el toque de autenticidad a una historia de personajes, como la denominó el director, con la que Loach abandona momentáneamente los profundos dramas sociales a los que está tan acostumbrado.
Aunque insistió en que él trabaja igual con cualquier película, sin importar el género: "El criterio es saber si es real, no si va a hacer reír".