'Los niños salvajes', Patricia Ferreira filma una de las mejores películas españolas del año
- Ganó varios Premios en Málaga, incluído el de Mejor Película
- Destaca el excelente trabajo de sus jóvenes protagonistas
Los niños salvajes es la mejor película española que hemos visto en este 2012. Con un sólido guión, una sobria dirección y unos actores realmente geniales que, pese a su juventud, no flaquean en ninguna escena. Una película muy dura pero que se ve con gran interés por su estructura, similar a la de un thriller de suspense. Aunque lo importante en esta cinta son los sentimientos y lo que pasa por la cabeza de los jóvenes protagonistas, a los que la sociedad trata de salvajes. ¿Pero quién sabe realmente lo que les pasa por la cabeza?
Los niños salvajes ganó, con todo merecimiento, la Biznaga de Oro a mejor película en el pasado Festival de Málaga, además de los premios al mejor guión, para Patricia Ferreira y Virginia Yagüe; a la mejor actriz de reparto, para Aina Clotet, y al mejor actor de reparto, para Álex Monner, aunque en este caso "ex aequo" con Álvaro Cervantes, de El sexo de los ángeles.
La película narra la historia de tres adolescentes que viven en un una gran ciudad. Son unos desconocidos para sus padres, profesores y para ellos mismos. ¿Qué pasaría si pudiéramos saber lo qué están pensando y supiéramos lo qué querrían hacer? Su aislamiento emocional, llevado al extremo, tendrá consecuencias inesperadas y trágicas.
Sobria dirección
Lo mejor que se puede decir de la película es que no podemos contar casi nada del argumento sin desvelar datos claves, porque Patricia Ferreira, directora y guionista (junto a Virginia Yague), crea un auténtico puzzle en el que vamos descubriendo, poco a poco, quiénes son los chavales, cuales son sus sueños y por qué son como son.Y ya advertimos que las sorpresas son continúas.
Descubrimos cómo los adultos podemos ser crueles y llegamos a echarles la culpa a nuestros hijos de nuestros propios fracasos; o les exigimos cumplir los sueños que nosotros no pudimos. Pero también lo difíciles que pueden ser los jóvenes, que también tienen sus sueños y todavía no han renunciado a cumplirlos, como algunos adultos. Y cómo los maltratos a los hijos no siempre son evidentes, ni físicos ni fáciles de detectar.
Y un tema muy de actualidad, lo importante que es una buena educación basada en el respeto mutuo de profesores y alumnos. Algo de lo que deberían tomar nota los que deciden los destinos del mundo si no quieren que los pequeños salvajes prosperen.
Patricia Ferreira maneja todos estos temas, y muchos más, con una dirección sobria, sin estridencias (que merecía haber triunfado también en Málaga) y un guión perfectamente estructurado, que se encamina con paso firme hacia su desenlace, dándonos pistas constantemente, pero también grandes sorpresas.
Unos actores impresionantes
Aunque gran parte del mérito del impacto de la película está en sus actores, sobre todo en los tres jóvenes protagonistas, Marina Comas, Àlex Monner (Ganador del premio al mejor actor de reparto en Málaga) y Albert Baró. Sin olvidar a otros secundarios de lujo como Aina Clotet (Ganadora del premio a la mejor actriz de reparto en Málaga), Ana Fernández y Eduardo Velasco. Todos bordan sus papeles.
Marina Comas, que ya ganó el Goya a la Mejor Actriz Revelación por su impresionante papel en Pa Negre, se confirma como una de las promesas de nuestro cine con otra interpretación totalmente distinta, pero igual de impactante, la de una joven que supuestamente lo tiene todo para ser feliz pero no lo logra porque en realidad no vive su vida sino la que han elegido para ella.
Álex Moner (Héroes, la serie Pulseras rojas y [REC]3 Génesis) tiene el típico papel de joven rebelde e incomprendido, pero con un corazón de oro. Que nunca ha tenido suerte para nada y ha tenido que luchar por todo, de familia humilde y sin recursos económicos. Enfrentado a la sociedad hasta que le ofrecen un punto de esperanza que resulta ser un espejismo. Sin duda la gran revelación de la película.
Albert Baró (La serie El cor de la ciutat) tiene un papel menos lucido pero lo hace igual de bien. Es el hijo del dueño de un gimnasio condenado por su progenitor a entrenarse para un campeonato de kick boxing (Un estilo de lucha en el que se usa pies y manos por igual). Menos rebelde que los otros, formará con ellos un trío inolvidable.
Aina Clotet (Animales heridos, 53 días de invierno) interpreta a la educadora social del colegio de los jóvenes y es la única que intenta darles una oportunidad, mientras que el resto de profesores, e incluso sus padres, han arrojado la toalla y los dan por perdidos. Un estupendo papel con el que ha ganado el premio a la mejor actriz de reparto en el Festival de cine español de Málaga.
Y Ana Fernández, quizá la más veterana del reparto, está tan estupenda como siempre. Solo tiene un puñado de escenas, pero en una de ellas consigue emocionarnos de verdad.
Una estupenda película sobre el mundo de los jóvenes y los adultos que hemos olvidado que alguna vez lo fuimos.