Los bancos griegos inician su recapitalización y vuelven a optar por la liquidez del BCE
- Los cuatro mayores bancos griegos logran un anticipio de 18.000 millones
- Utilizarán los bonos del Fondo Europeo de Estabilidad como garantía
Grecia ha iniciado este miércoles el esperado proceso de recapitalización de sus cuatro mayores bancos privados, con un anticipo de algo más de 18.000 millones de euros, que permitirá a las entidades financieras griegas volver a optar a la liquidez del Banco Central Europeo (BCE).
El proceso se realiza a través del Fondo Helénico de Estabilidad Financiera (HFSF), que enviará entre hoy y el viernes bonos del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF) por valor de unos 18.000 millones de euros a National Bank (6.900 millones), Piraeus (5.000 millones), Eurobank (4.300 millones) y Alphabank (1.900 millones).
"Hasta el viernes esperamos haber recibido los bonos de la recapitalización", ha explicado a Efe una fuente de Alphabank que ha solicitado el anonimato.
Con esta inyección, los bancos griegos, que sufrieron una cuantiosa depreciación de valor debido al proceso de reestructuración de la deuda helena llevado a cabo en marzo, podrán volver a solicitar financiación directa del BCE, que la semana pasado denegó peticiones de estos cuatro grandes bancos, ya que ahora podrán utilizar los bonos del EFSF como garantía o canjearlos en los mercados.
"Este anticipo es muy importante, ya que volveremos a tener liquidez del BCE, más barata que la del Banco de Grecia (BoG) que utilizábamos hasta ahora", ha añadido la fuente de Alphabank.
Inyección de liquidez
De esta forma, los bancos griegos podrán contrarrestar la masiva retirada de fondos que se produjo la semana pasada y que, según la fuente bancaria, ha continuado "con altibajos" también durante esta.
"Pero no hay de qué preocuparse, puesto que ahora, con los bonos del EFSF, disponemos de una garantía sólida", ha severado. En realidad, la recapitalización de esta semana es sólo un adelanto por parte del Estado de una inyección mucho mayor, de entre 32.000 y 50.000 millones de euros, que recibirán hasta finales de año, tal y como se pactó en el memorándum del segundo plan de rescate.
También se acordaron entonces los términos de la quita de deuda y el que una buena parte del nuevo préstamo de 130.000 millones de euros -financiados por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- se destine a apuntalar el sistema bancario griego.
Según el acuerdo, los cuatro bancos privados griegos llevarán a cabo una ampliación de capital en los mercados privados, que deben cubrir al menos el 10% del valor de esas ampliaciones.
Supervisión de la 'troika'
Si es así, el HFSF cubrirá el resto de las necesidades de capital y recibirá a cambio acciones sin derecho a voto. En caso de que el capital privado no logre alcanzar el 10% de lo solicitado, entonces el HFSF cubrirá la totalidad del coste, tomando también la gestión del banco.
En cualquiera de ambos casos, existe "un compromiso" de que en cuatro o cinco años las acciones en manos del HFSF serán vendidas al sector privado griego a precio preferente, según ha explicado un alto cargo de National Bank en un encuentro con la prensa.
Según esta fuente, la actual supervisión de la economía helena por la llamada 'troika' (BCE, UE y FMI) "evitara el control gubernamental" de los bancos privados a pesar de la entrada de una institución estatal como el HFSF en su accionariado.
"Como empresario, me siento más seguro con la troika en Grecia", ha afirmado el banquero, que ha pedido el anonimato. La imposibilidad de formar Gobierno tras las elecciones del 6 de mayo ha incrementado la inestabilidad financiera en Grecia y ha provocado un aumento de las retiradas de depósitos.
Incertidumbre sobre las elecciones
Esta inestabilidad se ve reforzada por la incertidumbre sobre los resultados de la repetición de los comicios, el 17 de junio, ya que, según los sondeos, tampoco habrá un partido capaz de gobernar en solitario.
Las encuestas prevén una dura pugna entre los conservadores de Nueva Democracia (ND), firmantes del memorándum, y la Coalición de la Izquierda Radical (Syriza), que exige la derogación del memorándum firmado con la UE a cambio del segundo rescate, aunque se muestra partidaria de que Grecia continúe en la Eurozona.
Syriza ha denunciado que la dirección de Eurobank ha exigido a sus trabajadores que no voten por el partido izquierdista y que expliquen a sus clientes que si se forma un Gobierno de izquierda podrían perder sus ahorros.
"Esto no es una disputa política, es una ofensa criminal y una acción sin precedentes por parte de la administración de un banco que pretende sembrar el pánico en un área muy sensible", ha criticado Syriza en un comunicado en el que exigió la intervención de la Fiscalía para que investigue el caso.