Hallan un segundo cadáver en la almazara de Cáceres y buscan a una tercera persona
- La víctima es el antiguo encargado, un jubilado de 88 años que estaba de visita
- Los bomberos no descartan que se produzcan nuevas explosiones
Los bomberos han hallado a primera hora de la mañana un segundo cadáver entre los escombros de la fábrica Industrias Oleícolas Sierra de Gata, ubicada en la localidad cacereña de Moraleja y que este jueves sufrió una gran explosión.
Según ha confirmado a Efe el alcalde de Moraleja, Pedro Caselles, se trata del cuerpo de Alberto Lozano Fango, de 88 años, antiguo encargado de la fábrica, que se encontraba en su interior de visita en el momento en el que se produjo la explosión.
Un perro del Servicio Cinológico de la Guardia Civil es el que ha marcado el lugar donde se encontraba este segundo cadáver localizado entre los escombros. Según han informado fuentes de la Delegación del Gobierno, el perro halló el rastro a las 05.30 horas de este viernes y a las 07.15 horas los bomberos del Servicio Provincial de Extinción de Incendios (Sepei) de Cáceres localizaron los restos humanos.
Se da la circunstancia de que la víctima mortal vivía enfrente de la fábrica y a menudo visitaba las instalaciones, donde trabaja un hijo suyo, Alberto Lozano, de 60 años. El hijo también se encontraba en la factoría en el momento de la explosión aunque resultó ileso
El primer edil ha asegurado que los trabajos de búsqueda del tercer y último desaparecido continúan en la actualidad y ha explicado que, si todo marcha bien, esperan tener noticias en breve.
Confirmadas las identidades de las otras víctimas
Caselles también ha confirmado la identidad del cuerpo encontrado en la tarde de este jueves. Se trata de Valentín Parras Carrero, de 58 años, casado y padre de dos hijas.
Una tercera persona, José Miguel Santos Martín, de 30 años y que llevaba trabajando en la factoría apenas seis meses, continúa desaparecida y otras dos resultaron heridas de escasa importancia.
Así lo ha asegurado a Efe el alcalde de Moraleja, Pedro Caselles, que ha explicado que los bomberos continúan buscando bajo los escombros.
Se da la circunstancia de que el joven desaparecido es hijo de Miguel Santos Izquierdo, de 56 años, que también se encontraba trabajando en la fábrica en el momento de la explosión y que resultó herido leve.
El jefe de los bomberos ha explicado también que aún hay bastante combustible e incluso hay depósitos subterráneos, por lo que, aunque el incendio está bajo un cierto control, no se pueden descartar nuevas explosiones, lo que obliga también a los efectivos que trabajan en la extinción a actuar con prudencia.