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El islamista Mursi y el militar Shafiq se perfilan como ganadores de la primera vuelta en Egipto

  • Se han escrutado el 95% de los votos, según medios egipcios
  • El laico de izquierdas Sabahy, en tercera posición, la sopresa de los comicios
  • El gran derrotado es Amro Musa, el ex secretario general de la Liga Árabe

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Primeros datos parciales de las elecciones presidenciales en Egipto

Los dos grandes poderes fácticos del Egipto actual, los Hermanos Musulmanes y el Ejército, medirán sus fuerzas en la segunda vuelta de las presidenciales si, como apuntan todos los indicios, se confirma que Mohamed Mursi y Ahmed Shafiq han sido los candidatos más votados.

La cofradía islamista ha anunciado que Mursi -que llegó a la carrera presidencial de rebote tras ser descalificado el "número dos" del grupo, Jairat al Shater- ha sido el candidato más respaldado, con más del 95% del voto escrutado según sus datos y los de medios egipcios.

Como contrincante se perfila el polémico general retirado Shafiq, último primer ministro de Hosni Mubarak, que fue designado por el "rais" en medio de la revolución como una de sus últimas bazas antes de verse obligado a renunciar en febrero de 2011.

De pronto, como si no hubieran mediado quince meses y una revolución, los egipcios parecen reeditar el viejo contencioso entre el antiguo régimen mubarakista y los Hermanos Musulmanes, con la gran diferencia de que esta vez el duelo se resolverá en las urnas.

En tercera posición, el naserista Sabahi

Según los datos provisionales, detrás de ellos han quedado otras opciones menos polarizantes como la del naserista Hamdin Sabahi -la gran sorpresa de unas elecciones impredecibles-, seguido por los dos grandes perdedores: el islamista moderado Abdelmoneim Abul Futuh y el ex secretario general de la Liga Árabe Amro Musa.

La euforia por el desarrollo más que aceptable de las elecciones, que fue saludado como uno de los frutos más visibles del cambio que ha experimentado Egipto, se ha truncado este viernes en desconcierto al ver cómo se configura un panorama inquietante para quienes protagonizaron la revolución.

Los Hermanos Musulmanes ya controlan con holgura, a través de su Partido Libertad y Justicia (PLJ), las dos cámaras del Parlamento, lo que ha llevado a sus rivales a acusarles de voracidad, más aún después de que el grupo rompiese su promesa inicial de no presentar candidato a las presidenciales.

Como ha explicado el analista Emadedín Husein, subdirector del diario "Asshuruk", las elecciones han encumbrado a las dos maquinarias más potentes, la de la propia Hermandad y la del disuelto Partido Nacional Demócrata de Mubarak, puesto al servicio de los intereses de Shafiq.

El apoyo de los cristianos coptos ha sido determinante para el antiguo comandante de las Fuerzas Aéreas y exministro de Aviación Civil, quien, pese a todo, ha conseguido resultados impactantes en el Delta del Nilo, supuesto granero islamista.

"El voto del miedo"

El "voto del miedo", que jugará presumiblemente un papel fundamental en los preludios de la segunda vuelta, ya ha comenzado a ser agitado nada más conocerse quiénes serán presumiblemente los finalistas.

Un portavoz de la campaña de Mursi, Farid el Sayed, ha explicado a Efe que su grupo confía en que los egipcios "no permitirán que regresen al poder los 'fulul' (remanentes del antiguo régimen)".

Asimismo, ha mostrado su sorpresa por el sentido del voto cristiano, dirigido en su mayoría a Shafiq, lo cual "es algo inexplicable, teniendo en cuenta a los mártires coptos que cayeron durante y después de la revolución".

Abul Futuh muestra su apoyo a Mursi

Mursi ha recibido antes incluso de publicarse los resultados oficiales el significativo apoyo de Abul Futuh, quien ha declarado que ya ha iniciado los contactos "para aglutinar los esfuerzos contra el antiguo régimen", en velada alusión a Shafiq.

Abul Futuh, que fue expulsado de los Hermanos Musulmanes en 2011 tras postularse como candidato, ha señalado en un comunicado difundido por su página web que "superaremos nuestras diferencias por el interés de la patria".

Shafiq estuvo a punto de no poder participar en los comicios, tras ser excluido el 24 de abril por la Comisión Electoral bajo el argumento de que una enmienda legal aprobada por el Parlamento impedía a los ex altos cargos del régimen anterior presentarse.

Sin embargo, solo dos días después, la misma comisión -cuyas decisiones no pueden ser recurridas- revocó su resolución y concedió vía libre al antiguo piloto de combate.

A lo largo de esta jornada, la campaña del militar retirado mantuvo un mutismo absoluto, a la espera de que se confirmen los datos que lo sitúan en la segunda vuelta.