Llega a España la retrospectiva más completa de Kirchner, icono del expresionismo
- La exposición se puede ver del 26 de mayo hasta el 2 de septiembre
Solo estará en la Fundación Mapfre de Madrid, sin visitar ninguna ciudad más
La Fundación Mapfre se encuentra en Paseo de Recoletos, 23.
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El régimen nazi le acusó de degenerado y retiró de los museos alemanes más de 600 obras suyas. Corría el año 1937. Ernst Ludwig Kirchner venía sufriendo una enfermedad a la que contribuyeron los horrores de la guerra y su adicción a las drogas. Un año más tarde acabó suicidándose, después de haber destruido él mismo parte de sus cuadros.
Moría el hombre pero no el artista: su manera de entender el arte había logrado que Kirchner figurara años después entre los grandes pintores del siglo XX. Ahora desembarca en Madrid la retrospectiva más completa de la obra de este artista alemán hecha en España.
Óleos, grabados, esculturas y fotografías
Compuesta por 153 piezas –entre óleos, obras sobre papel y esculturas–, la exposición Ernst Ludwig Kirchner (1880-1938) muestra también una selección de 35 fotografías que documentan su vida y su trabajo. Un verdadero “hito” según Karin Schick, comisaria de la muestra. “Utilizó muchas técnicas diferentes que se enriquecían mutuamente. Le gustaba experimentar”, explica Schick.
El artista alemán, autodidacta, aprendió a pintar leyendo, visitando galerías y fijándose en el trabajo de otros artistas. De hecho, hay obras suyas del primer periodo que recuerdan a Van Gogh y otras del final que, sin embargo, se asemejan a algunas de Picasso.
La exposición está dividida en cinco secciones. La primera, Dresde. Años tempranos y la creación de Brücke, muestra la riqueza de su técnica y su estilo propio, basado en largas pinceladas repletas de color. Durante aquellos años de principios de siglo, Kirchner fundó el grupo Brücke junto a Fritz Bleyl, Erich Heckel y Karl Schmidt-Rottuff. Tenían como términos fundacionales “libertad vital”, “espontaneidad” y “autenticidad”.
La segunda sección se llama Expresionismo en Berlín. Pertenecen a este periodo sus mejores grabados y sus esculturas que, trabajadas ya en épocas anteriores, se convierten ahora en el principal complemento de sus manifestaciones artísticas. Las obras que Kirchner pinta estos años son deformes y se ve en ellas ansiedad, inquietud personal y psíquica. Es en estos años, entre 1911 y 1915 cuando sufre una fuerte crisis nerviosa.
Comienza la crisis
La tercera sección nos lleva al Tiempo de crisis. A pesar del éxito social del alemán, la carga de trabajo, su vida desorganizada y el consumo de drogas minan su salud. Son años de guerra (la I Guerra Mundial) y Kirchner sufre un colapso que le lleva a estar ingresado en varios hospitales. A pesar de estar enfermo sigue trabajando, produciendo obras sorprendentes.
La cuarta sección , Primeros años en Davos, nos traslada a 1917, año en que el artista llega por vez primer a Davos para poco después establecerse allí. La vida de los paisajes alpinos le cautiva, lo que se traduce en una intensa experiencia visual y cromática. El trazo nervioso de los años berlineses se convierte en composiciones mucho más sosegadas.
La última sección de la muestra, Abstracciones: Davos, 1925-1938, constituye uno de sus aspectos más fascinantes. En este periodo Kirchner utiliza un lenguaje abstracto y estático, recordándonos a Picasso, Le Corbusier o Léger.