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Merkel prepara un plan de crecimiento de seis puntos para contrarrestar el 'efecto Hollande'

  • Propone crear zonas especiales de incentivos fiscales para atraer la inversión
  • Algunas de sus medidas se dirigen especialmente a países como España
  • El Gobierno alemán ha valorado las propuestas "convincentes" de Rajoy

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La canciller, Angela Merkel, se ha dado cuenta que no le queda otro remedio que responder a las crecientes presiones de sus socios y presentará un plan de seis puntos para impulsar el crecimiento económico en la UE, que incluirá reformas laborales en el ámbito comunitario e incentivos fiscales para Grecia,  según informaciones del semanario Der Spiegel.

Merkel quiere contrarrestar el protagonismo que le robó el francés François Hollande en la pasada cumbre formal en Bruselas con un programa específico destinado, especialmente, a recuperar las economías de los países más afectados por la crisis, entre ellos España.

Una de las propuestas del Ejecutivo alemán es precisamente crear una fórmula de zonas especiales en las que regirían incentivos fiscales para los inversores  extranjeros. Además, se establecerían empresas fiduciarias destinadas de favorecer la  privatización de empresas estatales de acuerdo con el modelo alemán.

Las recomendaciones del Ejecutivo alemán también incluyen una reforma laboral similar a la llevada a cabo en Alemania -aún bajo el Gobierno anterior del canciller socialdemócrata Gerhard Schröder- que llevó a un descenso continuado del desempleo, desde los cinco millones de 2005 a los aproximadamente tres millones actuales. Para ello, propone flexibilizar las normas de protección contra el despido, así como la creación de empleos con bajas cargas sociales y retenciones fiscales -es decir, los llamados minijob- y puestos de aprendizaje.

El 80% de los alemanes, en contra de los eurobonos

Este plan sería la respuesta de Alemania a las presiones recibidas por Berlín por parte de varios de sus socios de la zona euro para que complemente su apuesta por la austeridad con medidas para fomentar el crecimiento y facilitar así el ajuste de los países periféricos. El progresivo aislamiento de Merkel en su defensa de la ortodoxia presupuestaria se hizo especialmente evidente en la cena informal europea del pasado miércoles, cuando Hollande logró ganarse el respaldo de la mayoría de sus socios a propuestas como los eurobonos y la recapitalización de la banca a través del fondo de rescate, dos de las líneas rojas del Ejecutivo alemán.

Y no es de extrañar que Merkel trate de evitar a toda costa que los eurobonos salgan adelante. Según revela una encuesta de la televisión pública ZDF,  casi un 80% de los ciudadanos alemanas son contrarios a la emisión de bonos comunes, frente a apenas un 14 % que defiende esa medida. El porcentaje de partidarios de medidas adicionales para impulsar el crecimiento en la zona euro se sitúa en un 62 %, frente al 27 % de los que consideran suficiente la vía de la austeridad y los recortes.

Los eurobonos han vuelto a la palestra comunitaria con Hollande, mientras que su antecesor, Nicolás Sarkozy, hizo frente común en su contra y en consonancia con la postura de Berlín.

Berlín valora los "conceptos convincentes" de Rajoy

Y es que parece que Merkel cada vez va perdiendo más apoyo. El primer ministro austríaco se mostró el miércoles favorable a mutualizar la deuda soberana europea, mientras que la sintonía entre Mariano Rajoy y Hollande se hizo evidente en lo relativo, por ejemplo, a una mayor intervención del Banco Central Europeo para calmar a los mercados.

Aún así, el portavoz del Ministerio de Finanzas alemán, Martin Kotthaus, ha valorado que Rajoy presentó "conceptos muy convincentes" sobre las políticas de crecimiento de la UE así como de la situación del sistema bancario español, aunque ha rehusado hacer comentarios sobre los encuentros bilaterales mantenidos con Merkel.

La canciller alemana se podría encontrar, además, con dificultades para ratificar el pacto fiscal, su puntal de austeridad en Europa, antes de verano. La oposición socialdemócrata y verde alemana ha condicionado su respaldo al pacto a la inclusión políticas para activar el crecimiento. Sin su apoyo, el texto no podrá salir adelante en ninguna de las cámaras.