Un testigo desmiente que Urdangarin cobrase de su empresa 300.000 ¿ en concepto de asesoría
- El empresario ha dicho que fue en pago por la venta de acciones
- Ha dicho al juez que no es cierto lo que declaró el duque de Palma
Un testigo del llamado Caso Nóos ha desmentido ante la policía y el fiscal anticorrupción Pedro Horrach, que Iñaki Urdangarin cobrara de su empresa 300.000 euros en concepto de asesoría por cuestiones deportivas, tal como declaró, y ha explicado que fue en pago por la venta de unas acciones.
El empresario de la construcción Domingo Díaz de Mera, que conoció a Urdangarin cuando él era fue presidente de la liga Asobal y el duque de Palma jugador de balonmano, ha señalado que no es cierto lo declarado por el marido de la infanta Cristina ante el juez en relación a la empresa Global Consulting Partner, según han informado fuentes jurídicas.
El duque de Palma señaló que conocía al testigo por prestarle asesoramiento sobre temas profesionales y personales, en relación a un equipo de balonmano, en su declaración ante el juez instructor de la pieza del caso Palma Arena que versa sobre el supuesto desvío de dinero de los gobiernos balear y valenciano al Instituto Nóos cuando lo presidía Iñaki Urdangarin, ocurrida en febrero en Palma.
Urdangarin dijo además que veía a menudo a Díaz de Mera, cada o tres meses, y que éste le pagó a través de un contrato de cuenta en participación y acabó recibiendo 300.000 euros en su cuenta corriente.
El empresario, que presidió Global Consulting Partner hasta 2008, ha declarado ante el fiscal que no es cierto y que únicamente vio al duque de Palma en cuatro o cinco ocasiones en el plazo de unos diez años.
Paquete de acciones por 300.000 euros
Según Díaz de Mera, a través de una tercera persona, en 2006 ofreció a Urdangarin participar en la cesión mediante cuentas de participación de un paquete de acciones de la empresa Inmocaral que había comprado Global Consulting Partner, algo a lo que el duque de Palma accedió. Adquirió los derechos sobre un paquete de acciones con un precio de 300.000 euros.
En 2007, dado que las acciones habían subido, hasta superar el doble de lo que costaron, se decidió venderlas y se realizó la correspondiente liquidación a los cesionarios, entre ellos Urdangarin.
En relación a la versión ofrecida por Urdangarin, Díaz de Mera considera que el duque de Palma debe haberse confundido o haberse sentido obligado a justificar de alguna forma una operación financiera que salió económicamente muy rentable.