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La investigación del llamado 'vaticanleaks' apunta hacia arriba dentro el estamento Vaticano

  • El mayordomo del papa puede ser condenado hasta a 30 años de cárcel
  • Paolo Grabiele no actúo solo, hay varios sospechosos más
  • Recelo entre los cardenales porque las investigaciones apuntan arriba
  • El español Julián Herránz está al frente de la comisión de investigación

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Todos son sospechosos en Vaticano. El recelo campa entre cardenales tras el arresto del mayordomo del  Papa por espionaje al pontífice. Se recela de cualquiera en esta” caza de brujas”.

En un estado de 44 hectáreas no hay desconocido pero sí cabida para la suspicacia. Tras la detención del mayordomo, las investigaciones apuntan arriba. En prisión, en una celda de 4 metros cuadrados, el sirviente reza y calla. Paolo Gabriele tenía en casa varias cajas  llenas de documentos.

Los investigadores los analizan igual que los movimientos bancarios y las llamadas telefónica. Además, los documentos filtrados a la prensa han salido de varias oficinas de la Santa Sede. No se descarta la posibilidad de que alguien haya puesto esos escritos en la vivienda del sirviente para señalarle como “chivo expiatorio”.

Envidia en los muros vaticanos

Los conflictos dentro de los muros vaticanos  vienen de tiempo atrás. El nombramiento de Tarcisio Bertone como número 2 alimentó las envidias entre los príncipes de la iglesia que veían como  alguien ajeno a la Santa Sede se convertía en el hombre fuerte de Benedicto XVI.

El mayordomo arrestado es fiel y devoto. Esto quiere decir que también es obediente. Por eso la investigación trata de llegar a quien haya dado la orden.

Nadie cree que  el ayuda de cámara del papa haya urdido todo el plan de espionaje. Ahora se arriesga a una pena de 30 años de cárcel por violación de la correspondencia de un jefe de Estado. Pese al  desengaño que ha sufrido, Benedicto XVI realiza sus actividades con normalidad. En el Ángelus ha repetido varias veces la palabra “verdad” mientras en la solemne celebración de Pentecostés, Benedicto XVI se queja de que  entre los hombres  serpentea un sentimiento de desconfianza y sospecha

Cae la lluvia, se desencadenan los rayos y sopla el viento sacudiendo la Casa de Dios. Pero ésta resistirá porque se asienta sobre una roca, asegura el Papa. La investigación mira hacia arriba dentro el estamento Vaticano. Habrá nuevos arrestos y, quizás  la sorpresa más grande del caso todavía está por aflorar. El español Julián Herránz  está al frente de la comisión de investigación.