Un cardenal podría estar tras las filtraciones del Vaticano, según la prensa italiana
- La Repubblica afirma que el complot supera al mayordomo del Papa
- El objetivo podría ser presionar al Pontífice
- El teólogo Hans Küng asegura que el Vaticano se ha convertido en una corte medieval
El recelo toma el pequeño estado del Vaticano. Cada vez cobra más fuerza la impresión de que el arresto del mayordomo del Papa, Paolo Gabriele, es solo el inicio y que van a surgir más nombres que caerán como fichas de un dominó.
La "garganta profunda" podría ser un cardenal. En los últimos años, se ha abierto una guerra entre los Príncipes de la Iglesia que ha desembocado en la fuga del contenido de documentos personales del propio Papa. El nombramiento de Bertone como número dos de la Iglesia y su acaparamiento de poder parece el origen de todo el complot.
Esta mañana, en el diario La Repubblica habla uno de los presuntos espías. Sin identificarse, asegura que están implicados hombres, mujeres, laicos y religiosos hasta llegar a ciertos cardenales. Dice que lo han hecho para defender al Papa y denunciar la marcha de la Iglesia.
Entre ellos hay una mujer que sería la encargada de recopilar todos los documentos. Los soplones pretendía debilitar al Papa para convencerlo de que deje de abordar cuestiones relacionadas con la política y la economía de la Iglesia.
Mayordomo detenido
Respecto al mayordomo asegura que prácticamente no tiene nada que ver. El mayordomo reza y calla en la celda de cuatro metros cuadrados. En su casa han aparecido cajas de documentos. Es un hombre fiel, devoto y obediente. Al parecer habría empezado a colaborar con la Policía vaticana
El Pontífice está muy afectado por el arresto de su ayuda de cámara. En la celebración de Pentecostés alertaba sobre el sentimiento de sospecha que se asienta entre los hombres
La policía ha sospechado desde el principio que las cajas de documentos halladas en la casa del mayordomo podían haber sido depositadas allí para sacrificarlo y tratar de cubrir a las cabezas pensantes de esta insurrección.
En la entrevista en La Repubblica, se pregunta al presunto espía, “¿ y como sacan los documentos del Vaticano?”. A mano, es la respuesta. Los cardenales no están habituados a las nuevas tecnologías y la inteligencia vaticana tiene sistemas de seguridad tan avanzados como los de la CIA. Están bajo el suelo del Palacio Apostólico y los dirige un joven hacker de 35 años. Hubiera sido imposible sacarlos de otra manera.
Un asunto que explota en paralelo con la dimisión exigida el jueves al presidente del Banco Vaticano, Ettore Gotti Tedeschi. El teólogo crítico Hans Küng indica que hay un nexo de unión entre la fuga de noticias, el Banco Vaticano y los Lefrevianos. Kúng sentencia que esta que la Iglesia es una corte medieval y que el Papa ya no la gobierna