La prima de riesgo supera los 500 puntos por primera vez y los bancos hunden a la Bolsa
- El Ibex-35 cae un 2,17% y pierde los 6.500 puntos
- Bankia ha perdido un 13,38% y cada título vale 1,36 euros
- La rentabilidad de la deuda española se acerca al 6,5%
Enlaces relacionados
La presión de los mercados sobre la deuda soberana española ha marcado un nuevo pico y elevado la prima de riesgo por primera vez, desde la entrada en el euro, por encima de los 500 puntos. El diferencial se ha disparado en la primera jornada de negociación, después de que Bankia diera a conocer el pasado viernes que necesita 19.000 millones de euros adicionales para poder sanear sus cuentas y que no cerró 2011 con ganancias de 300 millones de euros -como se había dicho hasta ahora-, sino que terminó con unas pérdidas cercanas a los 3.000 millones.
Bankia ha perdido un 13,38% este lunes, lo que deja el precio de la acción en 1,360 euros, un 63% por debajo de su valor de salida a Bolsa en julio de 2011. La entidad ha llegado a caer un 26,75% en la apertura y se ha desplomado un máximo del 29%, en respuesta al anuncio del pasado viernes.
En cuanto a la prima de riesgo, al conocerse la caída de Bankia, ha vuelto a repuntar y se ha instalado por encima de los 500 puntos. El diferencial entre el bono alemán a 10 años y el español del mismo plazo ha llegado a tocar los 513 puntos, el mayor desde la creación del euro, lo que ha situado el rendimiento de los títulos españoles en un 6,5%. Al cierre de la jornada, se situaba en 511 puntos con la rentabilidad de los títulos españoles en un 6,48%.
Este mismo lunes, el Banco Central Europeo (BCE) ha advertido que esos niveles de penalización de la deuda a diez años no se corresponden con el potencial de crecimiento, la diversificación y el tamano de una economía española.
Bankia se desploma
El regreso de la entidad a Bolsa ha sido algo accidentado: a las nueve de la mañana, en el momento de la apertura del mercado, la cotización de la entidad ha estado inhibida, lo que significa que estaba paralizada debido a la enorme volatilidad de las órdenes de compra y venta. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha tenido que ampliar el rango de admisión de esas órdenes para permitir que cotizase la compañía y, a los veinte minutos de sesión, Bankia ha comenzado a cotizar.
La dirección de Bankia solicitó la suspensión de la cotización el pasado viernes, antes de la apertura de Bolsa, lo que ha aplazado la reacción del mercado a este lunes. Al cierre del mercado del pasado jueves, cada acción de Bankia valía 1,57 euros, un 60% menos del precio con el que salieron a Bolsa en julio de 2011 (3,75 euros).
Al cierre de la jornada, el Ibex ha perdido el 2,17%, y se alejaba del soporte de los 6.500 puntos (6.401). Además de Bankia el valor más castigado es el banco Popular, con una caída del 7,5%, mientras que Bankinter ha perdido un 4,26%, Banco Sabadell un 5,34%; Caixabank, un 5,09%; BBVA, un 3,39%, y Banco Santander, un 3,23%.
El hundimiento de Bankia ha arrastrado al Ibex 35. El principal indicador del mercado madrileño subía un 0,64% en la apertura (6.600 puntos), pero al incorporarse Bankia, el selectivo se ha dado la vuelta y ha llegado a perder un 1,49%.
Todos los grandes mercados europeos cierran con pérdidas, salvo Londres que ha ganado un 0,09%. París ha retrocedido un 0,16%, Fráncfort un 0,26% y Milán un 0,74%.
Desconfianza sobre los bancos
También ha repercutido en el conjunto de las entidades financieras que cotizan dentro del selectivo. En la apertura, sólo retrocedían Banco Popular y Bankinter, las dos entidades que han visto como Standard and Poor's rebajaba su nota el viernes hasta 'bono basura' junto con la de Bankia, pero después todo el sector financiero está pagando las dudas sobre su solvencia y, al cierre del mercado, el sector financiero ha sumado un retroceso del 3,61%.
El desplome de las acciones de Bankia se produce después de que la dirección de la entidad comunicara a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) una
nueva evaluación de sus activos
de la que se deriva que requiere otros 19.000 millones de euros para poder cubrir los riesgos de su implicación en el sector inmobiliario.
Esa petición elevará la inyección pública por encima de 23.000 millones, ya que el grupo nacido de la fusión de siete cajas de ahorro ya ha recibido 4.465 millones de euros del FROB. Esta será la mayor ayuda pública concedida por el Estado a una sola entidad bancaria, y supera el conjunto de las dadas hasta ahora a todo el sector financiero.
No será un préstamo
La nueva inyección de fondos públicos no se producirá en forma de préstamos, como los que se han realizado hasta ahora desde el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), sino que se tratará de una inversión de capital que no se devolverá al Estado con intereses. "Aquí no hay nada que devolver", explicó el sábado el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, durante su primera rueda de prensa al frente de la entidad.
"Estamos hablando de capital y tenemos la convicción de crear valor para el accionista, ya sea el Estado o el resto de inversores, pero aquí no hay que devolver nada, lo que hay que hacer es crear valor de esos 19.000 millones", ratificó Gorigolzarri.
Esto significa que la inyección del Estado se hará en forma de entrada en el capital de Bankia y que ese dinero público se recuperará en función de cómo evolucione el valor de esas acciones, un valor que dependerá de la gestión que haga la entidad y que se materializará cuando el Estado salga de la entidad al vender su participación, algo que el Gobierno calcula ocurrirá antes de tres años.
La reestructuración de la entidad se iniciará en junio, cuando los 4.465 millones de euros del préstamo del FROB invertido en participaciones convertibles de la matriz de Bankia -Banco Financiero y de Ahorro, BFA- se conviertan en acciones ordinarias.
Al mediados de julio, el Estado inyectará 19.000 millones de euros en BFA para iniciar la reestructuración de ese grupo. De esa cantidad, 12.000 millones se destinarán a Bankia, con una ampliación de capital que se realizará en el último trimestre de este año y en la que tendrán derecho de suscripción preferente los actuales accionistas.
Por eso, la cantidad final que aporte el Estado dependerá de la participación de esos accionistas minoritarios, ya que el capital público solo cubrirá lo que no aporten los inversores.