La CNMV dice que su gestión evitó pérdidas adicionales del 20% a los accionistas de Bankia
- La exigencia de inversores institucionales rebajó el precio de salida
- Segura dice que si la información era falsa, no es su competencia
El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Julio Segura, ha defendido su supervisión en la salida a Bolsa de Bankia, que según él permitió a los inversores mitigar sus pérdidas en un 20%. La acción del banco rescatado ha perdido ya el 70% en diez meses.
En su comparecencia en el Congreso de los Diputados para presentar el informe anual de la CNMV, Segura ha dicho que "la CNMV ha ayudado a mitigar las pérdidas y no tiene competencias para prohibir la salida a Bolsa de una sociedad si cumple con los requisitos de información", aunque esta se haya demostrado falseada.
El ministro de Economía, Luis De Guindos dijo la semana pasada en ese mismo escenario que la salida a Bolsa de Bankia “no fue la más adecuada”, sin más precisiones.
El presidente del regulador del mercado bursátil ha recordado que requirió que la oferta fuera destinada en un 40% a instituciones (bancos), "de forma que se garantizara un precio ajustado para los inversores que logró rebajar el valor de salida en un 20% respecto al fijado por la sociedad".
Bankia salió a Bolsa el pasado 20 de julio a 3,75 euros, y ha cerrado este martes a 1,14 euros (con una bajada de otro 16% en la sesión), lo que arroja una depreciación del 69,6% desde su estreno en el parqué.
Las auditorías avalaban las cuentas
Ese precio de salida, pese a que suponía valorar la entidad al 40% de su valor contable (es decir, con un descuento del 60%) muy por debajo de la media del sector financiero en ese momento, ya fue objeto de numerosas especulaciones entonces.
El presidente de la CNMV ha recordado que los estados financieros de las siete cajas que dieron fruto a Bankia estaban correctamente auditados sin salvedad alguna, y ha insistido en que el folleto, que mencionaba todos los riesgos "de forma exhaustiva", incluía información "que no se ha solicitado en otras ocasiones".
De demostrarse que hubo información falsa o fraudulenta, ha precisado, "serán otras autoridades las que deban analizar esos datos, que no son competencia de la CNMV". Este martes, los nuevos gestores de la matriz de Bankia han reformulado las cuentas del grupo en 2011 destapando más de 3.000 millones de pérdidas.
Los reguladores públicos, al igual que las agencias de calificación, han fallado en los últimos años en sus previsiones y valoraciones repetidas veces, lo que ha estado en el origen de la grave crisis financiera actual. El Gobierno acaba de encargar nuevas auditorías del sector financiero, algunas a estas mismas empresas, para despejar las dudas sobre los balances de la banca española, que están lastrando la financiación del conjunto del Estado y ahogando al conjunto de la economía.
Mientras tanto, los partidos minoritarios han insistido en la necesidad de una comisión de investigación parlamentaria. Por ahora se prevé una comparecencia del gobernador del Banco de España, aunque sin fecha definida. Mientras tanto, iniciativas ciudadanas, como el 15M, están preparando denuncias sobre Bankia y han anunciado una cacerolada ante su sede en Madrid el sábado.
Investigan casi la mitad de las preferentes
Por otra parte, el presidente de la CNMV ha dicho que el organismo ha comprobado la colocación del 70% del importe nominal de participaciones preferentes emitidas entre 2008 y 2011 (que afectan a algo más de 200.000 inversores minoristas, por valor total de 8.500 millones), informa Efe.
Y aunque el informe por tanto es incompleto, ha recordado que la CNMV ya ha abierto cuatro expedientes sancionadores relativos a la comercialización de estos productos complejos y ha anticipado que en "breve plazo" abrirá otros dos. Estos seis expedientes representarían así el 43% del total de las emisiones que el organismo ha revisado, añade la fuente.
Todos los grupos políticos -PSOE, CiU, IU, UPyD, PNV, Grupo Mixto y PP- han coincidido, según la agencia, en calificar de "fraude" la comercialización entre pequeños inversores de ese producto, que las entidades están canjeando por otros con mayor liquidez ante la presión de los clientes.
El Ministerio de Economía ha anunciado su intención de cambiar la regulación de este producto, con menor transparencia que otros más comunes, mientras Julio Segura ha dicho que el año pasado ya remitió al anterior Gobierno unas propuestas de modificación.