Las posibles formas de inyectar dinero público en Bankia
- Hasta ahora, el FROB concedía préstamos que debían devolverse
- El Gobierno estudia utilizar los títulos de deuda soberana como moneda
En la banca internacional
El total de ayudas públicas inyectadas en la banca internacional desde el comienzo de la crisis en 2007 es de 1,2 billones de euros, el equivalente al 120% del PIB de España.
Los ejemplos van desde los 700.000 millones de euros que la Administración Bush puso a disposición de la banca estadounidense (y que, al ser en forma de préstamos, han supuesto ya unos beneficios para el Tesoro de 40.400 millones de euros) hasta los 75.000 millones de euros que Alemania ha inyectado en su banca, 21.000 de ellos en forma de avales a la emisión de deuda de las entidades. En el caso alemán, hay que añadir además los 252.000 millones de activos tóxicos que trata de digerir en un 'banco malo' público.
En Reino Unido, el colapso de la banca ha obligado al Gobierno a inyectar más de 155.000 millones de euros en varias entidades, una parte de ellos se entregaron como avales para la emisión de deuda.
Irlanda intentó utilizar una fórmula similar a la de entregar la deuda soberana a las entidades para canjearla en el BCE en su rescate del Anglo Irish Bank y el Irish Nationwide Building Society. Les dió 31.000 millones de euros en una especie de pagarés que luego no admitió el BCE porque el rating irlandés estaba entonces por debajo de los límites fijados por el supervisor europeo.
La petición de Bankia al Gobierno para que el Estado le ayude en su recapitalización con una inyección adicional de 19.000 millones de euros (lo que eleva la ayuda pública total a esa entidad hasta 23.465 millones de euros, unos 500 euros por cada español) abre una nueva duda: cómo se hará esa inyección y cuáles son las ventajas y los inconvenientes de cada una de las fórmulas posibles.
Ayuda directa del Estado
Es la fórmula utilizada para financiar los procesos de reestructuración financiera realizados hasta ahora en España, sobre todo, las fusiones entre cajas de ahorro. Para realizarla se creó el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) que hasta ahora ha prestado a distintas entidades 14.800 millones de euros, a un interés superior al 7%. En estos momentos, quedarían algo más de 5.000 millones de euros disponibles, insuficientes para abordar el rescate de Bankia.
Para financiar el FROB , el Estado puede concederle avales que respalden las emisiones de deuda del propio Fondo. Así, este acude al mercado y realiza una subasta de sus títulos. Sin embargo, la forma más utilizada hasta ahora para alimentar el Fondo era la de emitir deuda del Tesoro y entregar el capital captado en el mercado al FROB.
Problemas:
- Como explica a RTVE.es Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG Markets, “ahora mismo, cualquier emisión del Estado o el FROB es muy penalizada en los mercados y hay que realizar un fuerte desembolso en intereses”.
- El Gobierno calcula que el nivel de deuda pública se situará en un 79,8% a finales de este año. Según las primeras estimaciones, las nuevas necesidades de financiación de la banca española suman 19.000 millones de Bankia y otros 30.000 millones de euros para tres entidades (Banco de Valencia, CatalunyaCaixa y Novagalicia). Eso supondría cerca de 50.000 millones de euros adicionales y “cada 10.000 millones equivale a un punto porcentual del PIB, con lo que esa nueva emisión de deuda supondría un 5% y pondría la deuda en un 84% del PIB”, señala Pingarrón.
Avales del Estado a la entidad
Se trataría de que el Estado español avalara la emisión de deuda de la entidad que debe recapitalizarse.
Ventaja:
- El Estado no se endeudaría, a no ser que se tuviera que ejecutar la garantía porque la entidad no cumpliera sus compromisos.
Problema:
- Pese al aval del Estado, las entidades que deberían emitir esa deuda cuentan con una calificación crediticia muy baja. Por ejemplo, para Standard and Poor’s, la nota de Bankia se sitúa ahora en ‘bono basura’.
‘Comprar’ las acciones de la entidad con títulos de deuda soberana
Con este método, el Estado suscribiría las ampliaciones de capital para la recapitalización de la entidad utilizando los títulos de deuda como moneda. La entidad puede ir con esos bonos u obligaciones al Banco Central Europeo (BCE) para obtener liquidez. “Se usan los bonos como colateral: vas a pedir liquidez y te exigen a cambio un activo. Y, como tus acciones no valen nada, presentas la deuda soberana como garantía”, explica a RTVE.es Alejandro Inurrieta, analista y director de la consultora Inurrieta.
En las dos grandes subastas de liquidez a largo plazo realizadas por el BCE en diciembre y enero pasados –conocidas como LTRO, Long-Term Refinancing Operation- ya se aceptaron títulos de deuda pública como garantía.
Ventaja:
- “Se burla el castigo que están infringiendo los mercados a la deuda soberana española”, indica Pingarrón. Con la prima de riesgo en máximos y la rentabilidad de la deuda en el entorno del 6,5%, este analista explica que “un bono con un nominal de 1.000 euros se vende por debajo de ese nominal en el mercado secundario debido al alto interés que se exige a la deuda del país. Pero si a Bankia se le dan bonos de 1.000 euros, se presenta en el BCE con ese valor nominal íntegro”.
Problema:
- Muchos expertos dudan cómo podrá cuadrarse entre una petición de liquidez al BCE a corto plazo (en la actualidad, la entidad reguladora de la zona euro sólo reliza subastas de liquidez a tres meses, es decir, que hay que devolver lo prestado en ese plazo) con un plan de recapitalización a largo plazo.
- La oposición de Alemania y otros países fuertes del euro, que han presionado ya al BCE para que limite sus compras de deuda soberana de los países periféricos y así mantener bajo control el riesgo asumido por el regulador de la eurozona. Con esta fórmula pueden interpretar que se transfiere riesgo al BCE al elevar la cantidad de deuda en su poder.
- Podría suponer un incremento del volumen de deuda soberana española. Sobre este punto hay divergencia de opiniones entre los analistas: mientras Inurrieta cree que “no repercutiría porque no se emitiría deuda nueva” (el Tesoro no realizaría una subasta para colocarla en el mercado), Pingarrón considera que sí elevaría el nivel de deuda porque, en cualquier caso, “el Estado pondría deuda en circulación para dársela a Bankia”. El aumento de la cantidad de deuda –el saldo vivo- presionaría al alza a una prima de riesgo que ya está en máximos históricos.
Recurrir a los fondos de rescate europeos
Así se recapitalizaría directamente la entidad afectada, que debería ese dinero a los fondos de rescate europeos (el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera y el Mecanismo permanente de Estabilidad).
Ventaja:
- El Estado no se endeudaría como ente soberano.
Problemas:
- Alemania se opone, a pesar de que estos fondos (diferentes al anterior, que sirvió para articular el rescate de Irlanda) sí recogen en sus estatutos la posibilidad de utilizar el dinero para capitalizar los bancos de un país sin pasar por el rescate de todo el Estado, recuerda Pingarrón.
- “Estigmatiza” al conjunto del país al que pertenezca la entidad porque se interpretaría como un rescate parcial. “Depende mucho de cómo se explique”, advierte Daniel Pingarrón. “Si se subraya que cualquier banco de la eurozona puede acogerse a este mecanismo y que se trata de una fórmula para proporcionar liquidez similar a los LTRO, y además se escoge con cuidado el momento para realizar el anuncio –con el mercado más optimista que en estos momentos-, el resultado podría ser positivo”, detalla este analista.