El Valle del Po se mueve

• Italia está situada en la Placa tectónica europea
• En los últimos 90 días centenares de terremotos han removido estas tierras

Algo está pasando bajo la llanura padana, en el triángulo entre Mantua, Módena y Padua, a entre 9 y 10 kilómetros por debajo del Valle del Po. En los últimos 90 días centenares de terremotos han removido estas tierras, todos agrupados en una línea paralela al cauce, casi todos muy cerca de la superficie; solo un puñado de ellos se han producido por rupturas a más de 18, pero menos de 35 kilómetros de profundidad.

Cuatro de los temblores han superado los 5 grados de magnitud, y al menos una docena más han marcado entre 4 y 5. Y la tierra se sigue moviendo; en las últimas horas no ha habido un sismo, sino cuatro importantes (magnitudes superiores a 4,5), de los cuales 2 han superado el 5,6. Pero no han sido los únicos. Y hace apenas 10 días otro terremoto de similar potencia ya provocó numerosos daños y algunas víctimas.

¿Se trata de una zona activa sísmicamente? ¿Existe riesgo?

Italia está situada en la Placa tectónica europea, que está siendo presionada hacia el norte por la Placa africana. Como consecuencia la península completa se empotró contra Suiza, movimiento que ha dado lugar al nacimiento de la cadena montañosa de los Alpes.

Pero la mayor parte de las tensiones en esta colisión se concentran entre el sureste de Grecia y Turquía, con ocasionales temblores en la Península Ibérica o el Norte de África; en Italia la mayor sismicidad se concentra en el sur, entre Sicilia y Calabria (la ‘punta’ de la bota italiana).

Allí la presión es máxima y además se producen fenómenos de subducción que dan lugar a volcanes (Stromboli, Vesubio, Etna). Históricamente los mayores terremotos en Italia se han producido o en el estrecho y alrededores o en la cadena montañosa central, los Apeninos, con un grupo concentrado entre el Véneto y Austria, hacia el Paso del Brennero.

El Valle del Po y las llanuras de Padania no están consideradas como áreas de riesgo en los mapas de previsión sísmica estadounidenses ni italianos.

El más cercano antecedente es el terremoto de Ferrara de, en realidad dos sismos producidos el 16 y 17 de noviembre de aquel año que provocaron la destrucción de media ciudad y el inicio de su decadencia hasta el siglo XIX. Desde el pasado día 20 de mayo de 2012, cuando se produjo un terremoto de magnitud 5,9 con apenas un par de remezones previos, se han producido entre Padua, Mantua y Módena centenares de sismos. La tierra allí no acaba de asentars. 

¿Qué mecanismo ha producido los temblores?

El Valle del Po es lo que los geólogos denominan una cuenca de antepaís, el resultado en este caso de la formación de los Alpes. La presencia a ambos lados de cadenas montañosas (al otro lado están los Apeninos) ha provocado una intensa erosión que ha recubierto las estructuras subyacentes: la llanura padana esconde por debajo fallas y estructuras de plegamiento producto de la presión de los Apeninos hacia el norte.

Cuando esta tensión se acumula en una falla ésta puede moverse bruscamente, que es lo que ha sucedido.

Por las características de los temblores parece que una falla inversa situada a entre 9 y 10 kilómetros de profundidad se ha movido en respuesta a la presión de sur a norte; el labio de falla (la dirección de la ‘grieta’ que ha saltado) es oeste noroeste - sur suroeste, como puede apreciarse por la concentración de sismos en los mapas

¿Qué ocurrirá ahora?

Los antecedentes, como el terremoto de Ferrara, indican que en esta región este tipo de terremotos tienden a crear un enjambre sísmico: centenares de terremotos agrupados en el tiempo (varios años) y el espacio (la zona alrededor de la fractura original).

En el siglo XVI los habitantes de la región contabilizaron miles de sismos a lo largo de años, lo que no contribuyó precisamente a facilitar la reconstrucción de la ciudad. Aunque sí a impulsar el nacimiento de la sismología científica: en Ferrara se instaló uno de los primeros y más reputados observatorios sismológicos, donde se hicieron estudios pioneros, por ejemplo, en la licuefacción de suelos durante los sismos.

La destrucción de monumentos ha sido severa, así como la de hogares; en el terremoto histórico la repetición de los terremotos, actuando sobre edificios debilitados por temblores anteriores, agravó notablemente los daños.

En tono más ligero cabe esperar subidas de precio de algunos productos bandera de la gastronomía italiana como el aceite balsámico de Módena o los quesos Parmiggiano-Reggiano y Grana Padano, cuya producción se ha visto afectada.