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España y la UE juegan al póquer con el déficit y la ayuda a los bancos con el acoso de los mercados

  • Bruselas cede tras seis meses de disputas y relaja un año la meta de déficit
  • En su informe realiza fuertes críticas a las políticas económicas de Rajoy
  • Propone la recapitalización directa a los bancos pero dice que no es inmediata
  • Las recomendaciones de la UE sellan la diferenciación entre Italia y España

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Un simple espacio en blanco ilustra hasta qué punto vale más que todas las palabras que quepan en él.  Aparecía en el particular examen que la Comisión Europea ha hecho a España en el primero –y más importante- de sus compromisos: “Implementar la estrategia presupuestaria en 2011 y 2012 y corregir el excesivo déficit en el año 2013 en la línea con las recomendaciones del Pacto de Estabilidad”.

O, lo que es lo mismo, que España llegase al 3% de déficit a finales de 2013,  tal y como se comprometió el gobierno anterior, una meta que supondría reducir en dos ejercicios casi un 6% el desequilibrio presupuestario del Estado, una cifra equivalente a 60.000 millones de euros.

Desde hace semanas se lleva especulando sobre la posibilidad de que esa meta se retrase un año ante las dificultades económicas que está pasando nuestro país, pero solo hasta la rueda de prensa de este miércoles el comisario de Economía, Olli Rehn, anunciaba que abría esa puerta tras seis meses de interminable partida de póker con el gobierno español.

Primero, desde Bruselas se pusieron en duda las cifras definitivas del déficit público español,  que incluso una información de Reuters citando fuentes comunitarias  llegó a apuntar que podría estar inflada, algo que fue posteriormente  desmentido.

Luego, a la salida del Consejo Europeo de marzo y sin informar ni a Bruselas ni a sus socios,  Rajoy anunciaba que el déficit en 2012 sería del 5,8%, no del 4,4% como estaba previsto.

Bruselas contestó que este tipo de anuncios son los que generan  inestabilidad en los mercados y finalmente el Eurogrupo obligó a Rajoy a  revisar de nuevo su cifra de déficit y dejarla en un 5,3%.

Pese a los rumores insistentes, la Comisión se resistió en las  previsiones de primavera a relajar los objetivos de déficit, donde  dejaba constancia que con las actuales previsiones de crecimiento  económico -que colocan a España en recesión en 2012 y 2013- nuestro país no podría cumplir la meta de déficit.

Críticas desvastadoras

Finalmente, Bruselas ha cedido pero lo ha hecho dejando un 'regalo'  envenenado: el de la valoración del ejecutivo comunitario a la política económica española, que recoge las críticas más devastadoras realizadas a la gestión del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy,  en los apenas seis meses que lleva en La Moncloa.

Para Bruselas, la reforma laboral es insuficiente, no soluciona el problema de la segmentación del mercado de trabajo y cree que el nuevo contrato de apoyo a emprendedores para jóvenes abre la puerta a un nuevo contrato basura con coste de despido cero.

Más aún, considera que la ley de estabilidad presupuestaria -considerada por el Gobierno como indispensable para la aplicación del Pacto Fiscal europeo- no controla de manera suficiente el gasto de las autonomías y establece un periodo de transición demasiado largo hasta el equilibrio en las cuentas públicas.

Sobre otro de los grandes proyectos del ejecutivo, la reforma financiera, señala que solo cubre la depreciación de activos inmobiliarios pero no tiene en cuenta las posibles pérdidas por hipotecas y créditos a pymes.

El documento también critica el pago a acreedores porque no cubre sus intereses y considera que habrá que volver a reformar las pensiones, pero el ataque más duro va dirigido a la primera medida tomada por el gobierno Rajoy, cuando a finales del año pasado y ante el descubrimiento de un déficit 2,5 puntos (luego sería 2,9) mayor de lo previsto se estableció una subida del IRPF frente a la del IVA y los impuestos indirectos, que defendía Bruselas.

"El aumento de los impuestos indirectos llevan a una mayor carga fiscal sobre el trabajo y el capital, que se considera particularmente malo para el crecimiento. Otros aumentos de impuestos se consideran menos perjudiciales para el crecimiento, como por ejemplo aumentos en los impuestos indirectos, que fueron excluidos explícitamente por el Gobierno", señala el documento.

Italia se desvincula

Este lenguaje dista mucho del empleado con el que hasta ahora ha sido compañero de viaje de España en la crisis de deuda.

"

Italia está aplicando una contundente estrategia de consolidación fiscal que debe corregir el déficit excesivo en 2012

", señala la evaluación del programa de ajuste italiano hecha pública por Bruselas.

Un repaso a la valoración del cumplimiento de las recomendaciones realizadas en 2011 para uno y otro país refleja esta diferencia: mientras España incumple tres de ellas, cumple dos y lo hace de forma parcial en otras dos, Italia las cumple todas...parcialmente.

En este caso, no es un espacio en blanco sino una palabra la que lo dice todo: para la Comisión, España implementa las recomendaciones "solo" parcialmente, mientras que Italia "ha implementado parcialmente" las recomendaciones.

Se da incluso la paradoja de que la Comisión considera que la implementación de sus recomendaciones es similar para una reforma laboral ya en vigor -la española- que para otra que lleva semanas encallada en el parlamento -la italiana- y que aún no se ha aplicado.

Para los mercados, esta diferencia no ha pasado desapercibida y el diferencial entre la prima española y la italiana se ha disparado: mientras la española ha cerrado en 539, la de Italia se ha quedado en 467 puntos,  72 puntos por debajo.

"No solo Italia no tiene que hacer frente a enormes déficit como España y Grecia; el pasado año tuvo superávit primario, en otras plabras, consiguió más dinero que el que gastó, si no se tiene en cuenta el pago de la deuda. Esa es una diferencia significativa y puede ser una de las principales razones por la que parece que Italia se está separando de España", señalaba el Financial Times en el blog de su corresponsal de Bruselas.

El 'game of chicken'

Precisamente, un artículo de este periódico británico ilustraba cuál es ahora el nuevo frente europeo de España, una vez superado el tema del déficit (a cambio de nuevos recortes y a plegarse a subir el IVA): un mayor papel del Banco Central Europeo para superar la presión de los mercados.

Aunque el BCE ha desmentido cualquier rechazo al plan sobre Bankia -porque dice que no le ha llegado- la prensa alemana, liderada por el Frankfurter Allgemeine Zeitung, la 'biblia' de los democristianos de Merkel, ha acusado al Gobierno de usar "trucos" para evitar a los mercados a traves del BCE y generar con ello más desconfianza.

En el comienzo de una nueva mano de esta partida, la Comisión declara que se debería impulsar la recapitalización directa de la banca del fondo de rescate "para romper el vínculo entre la banca y los soberanos"...para luego señalar que "no es una opción disponible para España".

Mientras, Rajoy pide a Europa que haga gestos significativos para apoyar la sostenibilidad de la deuda y la permanencia del euro, vinculando la continuidad de la moneda única a que España no caiga.

Por su parte, la institución moneraria parece seguir sorda de que actúe en el mercado secundario para controlar la prima de riesgo, con el sólido respaldo de Alemania, que también se opone a la inyección directa del fondo de rescate a los bancos.

Para el Financial Times, la situación entre España y las instituciones comunitarias (con Berlín como testigo) ha pasado ya de ser el 'pan in Spain' (dolor en España) al conocido como 'game of chicken' (juego del gallina): dos coches que se dirigen en una carrera hacia un precipicio para ver quien para antes, como en una famosa escena de Rebelde sin causa.

El primero de los conductores que frene es el "gallina", pero mientras más tarde en ceder uno de ellos, peor será el resultado.  Este 30 de mayo la Comisión finalmente ha saltado del coche de la estabilidad presupuestaria. La prima de riesgo española ha cerrado en su máximo histórico.