Fernanda Orazi: 'El texto de Las Criadas es como un vómito que hay que escupir"
- Interpreta junto a Bárbara Lennie la pieza más emblemática de Genet
- Estrena el montaje dirigido por Pablo Messiez en el Festival de Otoño
Criadas con chándal y un hombre con diadema
El público que acudió este martes al ensayo general -en su mayor parte actores entre los que vimos por ejemplo a Charo López- de este montaje de Las criadas dirigido por el argentino Pablo Messiez, aplaudió largo rato la interpretación de los tres actores: Fernanda Orazi, Bárbara Lennie, y Sandro Pozzi, sobre el escenario desnudo de La Sala Cuarta Pared.
A la salida, los comentarios expresaban sin embargo un cierto desconcierto. Acostumbrados a los montajes clásicos de la obra, mucho más solemnes, algunos espectadores no sabían muy bien como interpretar a estas criadas en chándal y a esa señora encarnada por un rechoncho Tomás Pozzi, con vestido ceñido, diadema de bisutería barata y una sobreactuación premeditada.
"Resultaba una parodia, algo de esperpento, el personaje de la señora", comentaba un actor español que sin embargo reconocía haber "tres grandísimos intérpretes" sobre el escenario. "El hecho de fueran vestidas con chándal traía la historia hasta hoy y me parece difícil creer que unas sirvientas puedan sentirse hoy en una ciudad tan sometidas", añadía.
Otra actriz de su misma edad -cerca de los cuarenta- decía que a ella como actriz le habría resultado incómoda aparecer junto a ese personaje encarnado por Pozzi. "Dejaba el tono tan alto que yo como actriz, no sé cómo hubiera podido seguir interpretando en otro registro mi papel". Su amiga apuntaba que le había gustado el detalle de que escucharan música latina en su "radio de la cocina" y apuntaba la posibilidad de poder haber
Fernanda Orazi (Buenos Aires, 1975) hace tiempo que llama la atención en los escenarios madrileños. A quienes la vieron en el pasado Festival de Otoño en Primavera en Algo de ruido hace (de Romina Paula) dirigida por Lautaro Perotti o más recientemente en Los Ojos de Pablo Messiez no les pasó desapercibida su capacidad expresiva, las emociones que transmiten sus ojos, su apariencia dulce y frágil y la verdad que imprime a la palabra ajena como si fuera suya.
Ahora interpreta el personaje de Solange en la versión de Las criadas de Jean Genet que dirige Pablo Messiez para el Festival de Otoño en Primavera y que se estrena este miércoles en la Sala Cuarta Pared. Aunque aún no se sabe cúando ni en qué lugar, el montaje tendrá continuidad...
Te graduaste en Arte Dramático en Buenos Aires en 1996 y en 2005 llegaste a España...y te quedaste ¿Por qué?
(entre risas) Porque no quería volver. Tenía aquí a grandes amigos. Nunca había cruzado el charco. En octubre de 2005 llegué de gira, sabiendo que estaría un par de meses y pensé pues voy a aprovechar un poco más el billete. Pensé: "Quizás luego no tenga dinero para venir"
No había parado de actuar hasta entonces... y aquí tuve un Aarón de un par de años pero luego surgieron proyectos y no he parado. Y estoy muy contenta
Hemos leído que este montaje de Las Criadas, dirigido por Pablo Messiez, estaría en la línea de ese teatro "fresco y sin artificios" con el que nos han sorprendido en los últimos tiempos otros directores argentinos como Claudio Tolcachir... ¿El hecho de utilizar un atrezzo mínimo dificulta y al mismo tiempo realza vuestro trabajo interpretativo?
Sí, carga la responsabilidad en los actores. Pero para mi es algo positivo. En este caso, hay muy pocos elementos escenográficos pero muy bien elegidos. Es una decisión, una elección pero también la huella de una forma de haber aprendido a hacer teatro. El hecho de no tener recursos te obliga a pensar qué es fundamental y que es accesorio. Aquí tenemos una silla, una camita y nada más. Pero todos esos elementos deben hablar casi como hacemos los actores.
Todos los textos de Genet, incluidas también sus novelas, son -en el lenguaje y en el fondo- muy tremendistas ¿no te parece?
Es muy intenso...digamos. Y muy de decirlo todo, como alguien que escupe en vez de hablar. Tiene ese aspecto vomitivo en el que llena de imágenes el asco, el desprecio. Es una manera muy agresiva...una forma de escribir. Las criadas expresan con palabras lo fatal que se sienten por ocupar ese lugar, está todo puesto en palabras. Cuando empiezas a leerlo, te llega como una ola. Tienes que detenerte a pensar qué estas diciendo.
También hay expresiones que suenan muy fuertes, una vez traducidas al castellano
Pablo Messiez ha encontrado en la obra conexiones con vínculos de poder que se ponen de manifiesto en tiempos de crisis...
Su lectura tiene que ver con eso y el sentido de hacer la obra hoy. Hoy más que nunca se ven vínculos de poder entre sometedor y sometido. No es que haya incluido algo para que quede claro, pero hemos tenido en cuenta todo el tiempo esa vinculación con el presente.
Por otra parte, la obra se presta a muchas interpretaciones y lecturas en clave psicoanalítica. Al ser una obra que claramente está situada en otra época, teníamos claro (lo tenía Pablo sobre todo) que no podíamos tratarla como algo leído y entendido, sino como algo que hay leer aquí y ahora
Y hablando de relaciones psicoanalíticas, como ves la relación entre las hermanas. ¿Y como es tu propia relación con Bárbara Lennie?
Mucho amor, mucha intensidad, no sé si odio, mucha intensidad en la atracción y el rechazo entre ambas. Son como reflejos inversos la una de la otra, están un tanto gemelizadas. Juegan con los papeles de señora y criada y el envenenamiento de la señora, hasta el punto de que todo debe desembocar, como ocurre, en una muerte.
Con Bárbara nunca había trabajado y nos hemos complementado muy bien. También con Tomás Pozzi
Por último ¿qué es lo que más te ha gustado y qué es lo que más te ha costado del personaje de Solange?
Lo difícil ha sido acercarme al texto, apropiarme de esa palabra. Vengo un poco malcriada por haber trabajado con Pablo Messiez y sus propios textos (el de Los Ojos, de hecho lo escribió para mi). Este es un texto complicado de entrar, de darle la voz de una.
Lo que me gusta es la posibilidad de jugar con el registro de una criada, una persona que denuncia su propia degradación. Que siente que da asco al otro "Estoy harta de dar asco", llega a decir Solange. Y esto me ha dado mucho placer.