La ONU denuncia otra masacre en Siria mientras Rusia y China rechazan una intervención
- Han encontrado 13 cuerpos ejecutados en la provincia de Deir al Zur
- Moscú y Pekín advierten que vetarán una intervención armada en Siria
La misión de observadores de la ONU en Siria (UNSMIS) han denunciado este miércoles una nueva masacre en la provincia siria de Deir al Zur, en el este del país, donde han encontrado los cadáveres de trece personas maniatadas, algunas con disparos en la cabeza. Mientras, los dos grandes aliados diplomáticos en la comunidad internacional, Rusia y China, ha manifestado este miércoles su oposición tajante a una intervención militar sobre el país.
"Los observadores informaron del hallazgo de trece cuerpos anoche, en el área de Assukar, 50 kilómetros al este de Deir al Zur. Todos los cadáveres tenían sus manos atadas a la espalda y parecía que algunos habían recibido disparos en la cabeza a corta distancia", ha dicho este miércoles la portavoz de UNSMIS, Susan Ghosheh, en un comunicado.
Tras este suceso, el jefe de la misión internacional, el general noruego Robert Mood, "profundamente conmocionado por este acto espantoso e inexcusable, insta a todas las partes a ejercer la contención y a detener el ciclo de violencia por el bien de Siria y de su pueblo", dice la nota, según Efe.
Los observadores han verificado la ejecución en Deir al Zur, después de que este fin de semana comprobaran en la localidad de Hula el asesinato de más de un centenar de civiles. Este martes, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos denunció que familias enteras fueron ejecutadas en la matanza.
Veto de Rusia y China
Mientras, en el terreno diplomático, Rusia ha condenado las expulsiones de embajadores sirios en varios países occidentales, una acción que considera "contraproducente", informa Afp. Además, Moscú anunciado que vetará cualquier iniciativa sobre una intervención militar extranjera que sea llevada al Consejo de Seguridad de la ONU, según ha asegurado el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Guennadi Gatílov.
"Siempre hemos dicho que estamos categóricamente en contra de cualquier injerencia en el conflicto sirio, porque esto solo agravaría la situación y tendría consecuencias imprevisibles tanto para Siria como para toda la región", ha decalrado Gatílov.
Además, Gatilov ha apuntado que sería precipitado convocar una reunión del Consejo de Seguridad para adoptar nuevas sanciones contra el régimen sirio, tal y como ha propuesto el titular de Exteriores de Alemania, Guido Westerwelle. "La aprobación de nuevas medidas de presión sería precipitada en este momento. Hay que dar una oportunidad a la realización del plan de paz de Kofi Annan y es importante que todos los jugadores externos, incluidos nuestros socios occidentales, influyan de la manera oportuna sobre la oposición (siria)", ha manifestado.
En términos muy parecidos se ha manifestado el portavoz chino del Ministerio de Asuntos Exteriores, Liu Weimin, en rueda de prensa donde ha manifestado que "China se opone a una intervención militar en Siria y a un cambio de régimen por la fuerza", según Efe.
Tras las medidas tomadas por diferentes países occidentales de expulsar a sus respectivos embajadores sirios de sus legaciones en respuesta a la masacre de Hula, con más de un centenar de muertos, el portavoz chino declinó confirmar o rechazar directamente si el régimen comunista seguirá esta línea de actuación.
De esta manera, los dos grandes aliados han respondido a las declaraciones que hizo este martes el presidente francés, François Hollande, en las que manifestó que no descartaba una intervención militar en Siria si era coordinada por la ONU.
Nuevas expulsiones de diplomáticos sirios
Mientras, la cadena de expulsiones de embajadores sirios en reacción por la matanza de Hula continúa. Este martes han sido Turquía y Japón los que se han unido a las actuaciones de las principales países occidentales, entre ellos España, y también ha expulsado a personal diplomático en sus países.
En Turquía, el Gobierno de Ankara ha expulsado al encargado de negocios de la Embajada siria, que realiza las funciones de embajador interino, y al resto del personal diplomático del país árabe, según Efe. Turquía ya había cerrado su embajada en Damasco en marzo pasado, retirando su personal diplomático, y la representación siria en Ankara también se había reducido al nivel de subsecretario.
Por su parte, el Gobierno de Japón ha pedido al embajador sirio en Tokio que abandone el país, según confirmó a Efe el ministerio de Asuntos Exteriores de Japón.
Según indicó un portavoz ministerial, el responsable de Asuntos Exteriores de Japón, Koichiro Gemba, ha llamado personalmente al embajador sirio para pedirle que se vaya lo antes posible del país, en respuesta a los continuos ataques llevados a cabo contra civiles por parte del régimen de Bachar al Asad.
Por su parte, el Gobierno sirio ha expulsado a la encargada de negocios de la Embajada holandesa, a la que ha dado un plazo de 72 horas para abandonar el país, según ha informaod la agencia de noticias oficial siria, Sana, en un escueto comunicado.