Un simulador de conducción para alcanzar nuevas cotas de realismo
- Analiza las reacciones físicas exactas de los conductores al volante
- El sistema mueve el habitáculo del coche a través de sistemas hidráulicos
- Combinan un software de simulación avanzado con los datos de conducción real
La empresa de sistemas de controles automáticos y de pruebas Saginomiya está desarrollando un sistema de simulacón para coches con el objetivo de reproducir más fielmente todavía la sensación de conducción y el comportamiento del vehículo mientras se conduce.
En la actualidad se utilizan simuladores de este tipo para todo tipo de transportes: coches, aviones, barcos e incluso trenes. Por lo general se emplean en entrenamiento y también en las fases de diseñoo. Todos incluyen grandes pantallas que muestran la simulación de lo que sucede en el exterior del vehículo; los más avanzados -como los de los aviones y coches- incorporan también algunos sistemas mecánicos, llamados actuadores, que mueven el vehículo simulado las condiciones exteriores, para proporcionarles una idea de cómo es la respuesta física según los movimientos que realizan.
Simulando las leyes físicas
Los creadores de software especializado, como podría ser el caso de algunos videojuegos de carreras, se esfuerzan siempre por "simular las leyes físicas" de modo que el comportamiento del vehículo, y de otros objetos que haya en el escenario sea tan real como sea posible. Sin embargo, es difícil pasar de cierto límite.
Para sus sistemas de prueba Saginomiya emplea dos tipos de sistemas de simulación: uno de ellos es un coche "de verdad" al que se incorporan sensores, con el objetivo de entender cómo "siente" el conductor la respuesta al volante a medida que lo mueve. Gracias a esto pueden adaptarse mejor durante la fase de diseño y fabricación componentes como el volante o la suspensión del veh’culo. El objetivo de este sistema es simplemente diseñar de forma más rápida y eficiente el producto final.
El otro sistema es más avanzado e incorpora actuadores que mueven y agitan el vehículo, inclinándolo y haciéndolo vibrar según los detalles de la simulación de conducción: si hay un bache en la carretera, terreno resbaladizo, obstáculos... el conductor lo percibe todo en forma de movimientos en tiempo real. Lo interesante es que -a diferencia de los juegos- para decidir qué sucede a continuación se utilizan los mismos modelos y respuestas que se han usado durante las simulaciones para el diseño del coche.
El resultado es una simulación mucho más realista, que no se limita únicamente al "motor gráfico de física y gravedad" del software sino también a los datos que se obtuvieron como respuesta a una conducción normal durante las pruebas. Cuando está en funcionamiento, este sistema dinámico reproduce en tiempo real, sin retraso y con mejor calidad de respuesta, lo que realmente suceder’a en carretera, utilizando tanto los modelos programados en el software como las reacciones reales de los conductores.