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Condenados a seis años y medio dos etarras por colocar una bomba en Mijas en 2002

  • Óscar Zelarain y Andoni Otegi eran miembros del "comando Argala"
  • La Audiencia Nacional considera un delito de daños y no de estragos

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La Audiencia Nacional ha condenado a seis años y medio de prisión a los miembros del "comando Argala" de ETA Óscar Zelarain y Andoni Otegi por colocar en 2002 una bomba entre un hotel y una caseta de una inmobiliaria situados en la carretera que une Mijas y Fuengirola (Málaga).

Así lo ha acordado la sección primera de la sala de lo penal de este tribunal en una sentencia en la que condena a ambos terroristas por un delito de daños y no de estragos, como reclamaba el Ministerio Público, que pedía para ellos 20 años de prisión.

Y ello porque "estragar significa asolar, devastar o causar ruina y daño" y se trata de un delito contra la seguridad colectiva, mientras que en el caso de este atentado se utilizó un artefacto que no tenía la potencia "suficiente" ni afectó a la estructura ni "a la configuración de los inmuebles".

También recalcan que la acción se produjo en el inicio del periodo estival "en una zona no transitada" entre el aparcamiento de un hotel y el lateral de una inmobiliaria.

"Cuando los estragos, -dice el apartado segundo del artículo 346 del Código Penal-, no comportaren necesariamente un peligro para la vida o integridad de las personas se castigarán como daños", concluyen.

Bomba entre un hotel y una caseta de venta de pisos

El tribunal considera probado que los acusados formaban parte de ETA en 2002, "contexto" en el que "confeccionaron, depositaron e hicieron estallar un artefacto explosivo" en una zona intermedia entre la valla exterior del recinto del aparcamiento del Hotel Tamisa Golf y una caseta de ventas de la inmobiliaria Segarra y Macías de Mijas.

La explosión se produjo a las 13.03 horas, causando desperfectos materiales en los edificios y en vehículos estacionados.

Según los magistrados, la finalidad de esta acción, que fue reivindicada por ETA el 5 de julio de ese año en un comunicado en el diario Gara, era, además de causar daños, "impactar a la opinión pública" al hacer coincidir su campaña de verano con la clausura de la presidencia española de la Unión Europea.

Como prueba de su participación en este atentado, la sala esgrime un documento manuscrito por Otegi intervenido al dirigente etarra Ibon Fernández Iradi, "Susper", en la que el condenado relataba "en primera persona del plural" esta acción y otras que ejecutaron en junio de 2002 en la zona de la Costa del Sol.

Además, constata su pertenencia a la banda terrorista el hecho de que ya fueron condenados por asociación de malhechores en Francia, donde fueron detenidos en diciembre de ese año en el piso que ambos compartían en la localidad de Bagnères de Luchon.