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La alta abstención protagoniza el referéndum sobre el pacto fiscal europeo en Irlanda

  • Tan solo el 50% de los electores han acudido a votar
  • Los sondeos otorgan al "sí" un apoyo del 39 % y al "no" un 30 %
  • Un 22 % se declara indeciso y un 9 % no tiene intención de acudir

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Los irlandeses celebran un referéndum sobre el pacto fiscal europeo

Los irlandeses votaron este jueves en referéndum sobre la ratificación del Pacto de estabilidad presupuestaria de la Unión Europea (UE) entre una lluvia persistente y con baja participación. Al cierre de los colegios electorales, después de quince horas de votación, la participación se estimaba de alrededor del 50 % de un censo de poco más de tres millones de irlandeses, según la televisión pública RTE, lo que puede perjudicar a los partidarios del "sí".

Si el miedo a la crisis económica empujó durante la campaña a los partidarios del "sí" que defiende el Gobierno hacia una victoria casi segura que le otorgaban las encuestas, la abstención podría dar un impulso inesperado a los detractores del texto comunitario, representados por grupos de izquierda.

"Voté 'no' cuando se nos consultó sobre la entrada en el euro, pero ahora voto 'sí', porque la moneda única está en peligro y tenemos que permanecer en Europa. Estamos demasiado expuestos a la crisis internacional como para abandonar el barco", ha dicho a Efe Deirdre Kilroy, una abogada de 38 años, a las puertas del colegio electoral Saint Mary's de Fairview, en el norte de Dublín.

Las urnas abrieron a las 08:00 horas para que votase un censo constituido por más de tres millones de habitantes de Irlanda, un país intervenido por la UE y el FMI a finales de 2010 por el estallido de su burbuja inmobiliaria y la crisis bancaria.

El recuento de los sufragios, no obstante, comenzará este viernes a las 10:00 horas y no se espera un resultado definitivo hasta la media tarde.

Los últimos sondeos dan la victoria al "sí"

Los últimos sondeos otorgaban al "sí" un apoyo del 39 % y al "no" un 30 %, pero resultará vital la balanza por la que se decante el 22 % del electorado irlandés que se declaraba indeciso.

Mary Murphy, que trabaja con discapacitados, ha explicado a Efe que los recortes aplicados por el Gobierno irlandés tras el plan de rescate internacional han sido "brutales", por lo que optó por el "no".

Este año el objetivo del Gobierno irlandés es ahorrar 4.200 millones de euros para cumplir con un rescate internacional cuantificado en 85.000 millones de euros.

"El Gobierno -dice Mary Murphy- debe echar el freno, volver a plantearse cuál es el mejor plan de acción para salir de la crisis y, si es necesario, regresar a Bruselas para renegociar el tratado, porque las medidas de austeridad no están funcionando".

El Pacto de estabilidad, a votación

El Pacto de estabilidad, un texto que prevé imponer estrictas políticas presupuestarias a los Gobiernos, solo precisa del apoyo de doce países miembros de la UE para entrar en vigor, por lo que, por esta vez, el referéndum irlandés no es vinculante.

Sin embargo, el Ejecutivo de Dublín de coalición entre conservadores y laboristas ha advertido de que su rechazo dañaría su posición en la zona euro y podría provocar el descarrilamiento del rescate de la UE y el FMI a este país.

En un último llamamiento a la ciudadanía, el gobernante partido Fine Gael del primer ministro conservador, Enda Kenny, ha asegurado que el "no" impedirá al Gobierno acceder, en caso de necesidad, a los fondos del Mecanismo de Estabilidad Financiera cuando finalice su programa de ayuda en 2014.

Entonces este país confía en regresar a los mercados de deuda para buscar fuentes de financiación independientes a un tipo de interés permisible.

Mientras, los detractores del texto, liderados por el Sinn Fein (antiguo brazo político del inactivo IRA) y la Alianza de la Izquierda Unida, demandan una reforma del tratado europeo firmado a principios de marzo que incluya medidas de reactivación económica, como contrapeso al rigor presupuestario.

Otros referéndums

En 2008, el año del comienzo de la grave crisis económica, los irlandeses ya rechazaron en una consulta popular el Tratado de Lisboa, aunque un año después dieron el "sí" a un texto modificado.

Y en 2002, los irlandeses aprobaron en las urnas el Tratado de Niza, pero solo después de haber dicho "no" un año antes y obligar a introducir ciertos cambios en ese texto. Ahora no hay "Plan B" porque, a diferencia de otros plebiscitos, en esta ocasión el proyecto europeo seguirá adelante con o sin la aprobación de Irlanda.