Hemingway y la fiesta de San Fermín
- El escritor tuvo contacto por primera vez con los Sanfermines en 1924
- Dos años antes de su suicidio, en 1961, estuvo por última vez en Pamplona
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Ernest Hemingway fue una figura clave en la moderna historia de San Fermín. Sin el escritor estadounidense y su obra Fiesta, los Sanfermines no habrían alcanzado tal grado de internacionalización.
Procedente de Francia, el por entonces joven Hemingway pisó suelo pamplonés por vez primera el 6 de julio de 1923, coincidiendo con la apertura de las fiestas sanfermineras. Quedó tan prendado del ambiente de la capital navarra que volvería ocho veces más a los Sanfermines: seis antes de la Guerra Civil (1924, 1925, 1926, 1927, 1929 y 1931) y dos después de esta (1953 y 1959). La última visita se produjo solo un par de años antes de su suicidio.
Existe toda una ruta Hemingway por Pamplona, de la que forman parte lugares frecuentados por el escritor estadounidense como los hoteles La Perla y Yoldi, el bar Txoko o el café Iruña. Hemingway se integró plenamente en la fiesta pamplonesa, en cuyos encierros participó de manera muy activa.
El escritor norteamericano disfrutó de la bebida y la comida locales, y tuvo ocasión de trabar amistad con corredores y toreros. En 1924 llegó a ser testigo de la muerte del primer mozo en un encierro, episodio que aparece recogido en su novela Fiesta (publicada en Estados Unidos con el nombre de The Sun Also Rises). La figura de Hemingway no puede separarse de la fiesta más internacional de España.