Enlaces accesibilidad

Un juez ordena que vuelva a prisión el vigilante que mató al joven Trayvon Martin en EE.UU.

  • Le ha dado 48 horas de plazo para que se entregue a las autoridades
  • Zimmerman, en libertad bajo fianza, alegó que mató al joven negro en defensa propia

Por

Un juez estadounidense ha revocado la libertad condicional a George Zimmerman, el vigilante voluntario acusado de homicidio por la muerte de un adolescente negro desarmado y le ha dado 48 horas de plazo para que se entregue a las autoridades.

La decisión del juez Kenneth Lester, encargado del caso en un tribunal de Sanford (Florida), se produce tras surgir información que apunta a que Zimmerman y su esposa supuestamente mintieron sobre las donaciones de miles de dólares que habían recibido antes de la audiencia para la fianza, según informan medios locales.

Zimerman había recaudado más de 204.000 dólares para su defensa a través de una página de internet que abrió y cerró poco después.

En una breve vista celebrada el pasado 27 de abril, el defensor Mark O'Mara ha indicado a Lester que esos fondos fueron recaudados por medio centenar de donaciones realizadas en una página de internet pero que desconocía su existencia hasta hacía dos días.

Eso ocurrió después de la audiencia en la que el juez estableció una fianza de 150.000 dólares para Zimmerman, de 28 años, acusado de asesinato en segundo grado por la muerte el 26 de febrero pasado de Trayvon Martin, de 17 años, en una urbanización de Sanford, en el centro de Florida.

El exvigilante voluntario ha alegado que actuó en defensa propia cuando mató de un tiro esa noche al adolescente, que se encontraba desarmado.

La Fiscalía había solicitado su detención en una nueva moción con el argumento de que Zimmerman y su esposa mintieron al juez durante la audiencia de fianza sobre la procedencia del dinero que habían recaudado para su defensa.

"El acusado engañó intencionadamente al tribunal con la ayuda de su esposa", ha señalado la moción presentada por la Fiscalía, para agregar que, durante el tiempo que permaneció preso, ambos "hablaron por teléfono en clave (con un código) para esconder lo que estaban haciendo".