Al Asad califica de "monstruos" a los autores de la matanza de Hula
- El presidente sirio pronuncia un discurso en el Parlamento
- Al Asad insiste en que Siria afronta una "conspiración" internacional
El presidente sirio, Bachar al Asad, ha calificado de "monstruos" a los autores de la matanza de Hula, en la que el pasado 25 de mayo murieron 108 personas en esta localidad del centro del país.
"Lo que pasó en Hula y en otros lugares son matanzas salvajes que ni los monstruos habrían cometido", ha manifestado Asad en un discurso ante el recientemente constituido parlamento sirio.
"Existe una conspiración internacional"
El presidente sirio, Bachar al Asad, también ha dicho que Siria afronta una "verdadera guerra" y ha pedido distinguir entre la política y el terrorismo para solucionar la crisis que sufre el país.
Ha insistido en que existe una "conspiración" internacional contra Siria y ha asegurado que "separar entre el terrorismo y la política es un asunto importante para llegar a una solución de la crisis".
Tras poner de manifiesto que los actos de violencia han aumentado mientras continúa el proceso político, el mandatario ha destacado que Siria "no afronta un problema político, sino un proyecto para la destrucción de la nación cuyo instrumento es el terrorismo"
“Las puertas están abiertas a quienes quieran una reforma verdadera“
"Las puertas todavía están abiertas a quienes quieran una reforma verdadera", ha aseverado Al Asad, que se ha mostrado dispuesto a entablar un "diálogo sin condiciones" y contrario a cualquier "injerencia extranjera".
Además, ha animado a que se entreguen aquellas personas implicadas en la violencia que no han cometido delitos de sangre, a las que se ha comprometido a no castigar.
La comparecencia de Al Asad llega después de que este sábado el enviado especial de la ONU y Liga Árabe, Kofi Annan, alertase del riesgo de una guerra civil sectaria en Siria, cuya crisis ha empezado a tener repercusiones en otros países.
A la falta de avances del plan de paz propuesto por Annan se unió esta semana la retirada de los embajadores sirios de los principales países occidentales, en respuesta a la reciente masacre de más de un centenar de personas en la zona de Hula, en el centro del país.