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Chipre, cerca de pedir el rescate a la UE, según el gobernador de su banco central

  • Necesita 1.800 millones de euros para recapitalizar el segundo banco del país
  • Con su deuda en 'bono basura' tiene difícil captar financiación en el mercado
  • La isla asume la Presidencia rotatoria de la UE el próximo 1 de julio

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El gobernador del Banco Central de Chipre, Panicos Demetriades, no descarta que el país necesite un rescate financiero  internacional, ya que a finales de este mes termina el plazo para que el Gobierno chipriota recaude los 1.800 millones de euros que necesita para  recapitalizar al Banco Popular, el segundo mayor del país, y que cumpla así las exigencias de Bruselas de tener un 9% de core capital.

"Claramente, cuanto más se acerca ese plazo límite [la opción del  rescate] se vuelve menos improbable", ha reconocido Demetriades al diario económico Financial  Times.

Por su parte, el presidente del Banco Popular, Michalis Sarris, también  ha reconocido en declaraciones a ese periódico que ve difícil recabar los  fondos necesarios para la entidad sin ayuda de la Unión Europea (UE). "Es difícil ver  de dónde puede venir si no es de Europa", ha señalado.

El gobernador del órgano supervisor de la banca sugiere que se podría lograr esa suma con financiación del sector privado o con préstamos de otro país, como Rusia, que ya ha prestado a Nicosia 2.500 millones de euros.

Sin embargo, desde Bruselas se rechaza esa asistencia: "Confiamos en que Chipre va a superar los retos a los que se enfrenta", ha señalado este lunes el portavoz de la Comisión Europea, Olivier Bailly, al ser preguntado por los periodistas sobre lo publicado por Financial Times.

El presidente de Chipre, el comunista Demetris Christofias, prometió el pasado viernes que no habría "nuevas medidas" contra los trabajadores mientras él siguiera al frente del gobierno. Además, aseguró que no es algo hecho que Chipre vaya a solicitar asistencia del Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera, aunque tampoco lo descartó.

Los Estados miembros de la zona euro pueden acudir al fondo de rescate europeo a cambio de un programa de ajustes en el país,  pero las normas comunitarias actuales no permiten que las entidades  bancarias puedan acudir directamente al fondo sin pasar por que soliciten ayuda  los Gobiernos. Hasta ahora, Grecia, Irlanda y Portugal han tenido que recurrir a la ayuda financiera internacional para poder hecer frente a sus compromisos financieros.

Chipre, que pertenece a la zona euro, asumirá el próximo 1 de julio la Presidencia semestral  rotatoria de la Unión Europea.

Una nota de 'bono basura'

El pasado mes de marzo, la agencia de calificación de riesgos Moody's rebajó la nota de solvencia de Chipre hasta dejarla en 'bono basura', algo que ya había hecho en enero Standard & Poor's (S&P).   Estas rebajas complicaron la financiación de Chipre en los mercados.

La rebaja de la nota se justificó, precisamente, por el creciente  riesgo de que sea necesaria una inyección de capital público  en el  sistema financiero de Chipre ante la significativa exposición de  los  bancos chipriotas a Grecia. De hecho, los bancos de la isla mediterránea han perdido 3.000 millones de euros en la quita de la deuda griega.

Aparte de su exposición a la deuda de Grecia, la  presión sobre los  bancos de Chipre se relaciona coon el deterioro de  sus activos, ya  que cuentan con una elevada proporción de préstamos al  país heleno (22.000 millones de euros),  así como a las propias dificultades macroeconómicas de Chipre.

Así, según Moody's, los bancos chipriotas necesitarían   ampliar capital en más de un 20% para recuperar sus niveles de   solvencia actuales.