Joaquín M. Barrero: "'Detrás de la lluvia' es una novela absorbente que no da tregua"
- Barrero se confirma como uno de los maestros de la novela negra
- Una historia en la que la Guerra Civil y la posguerra son protagonistas
Fotografía: Thinkstock
Joaquín M. Barrero (Asturias)
Nacido en Asturias, ya iniciada la Guerra Civil, se cría en Madrid. Analista químico, fue emigrante en Venezuela antes de sentirse captado por el mundo del comercio internacional, lo que le llevó a viajar por todo el mundo. Su primera novela, 'El tiempo escondido' (2005), fue Premio de los libreros en la colección Libros con Huella y finalista del Premio Semana Negra de Gijón. 'La niebla herida' (2007), 'Una mañana de marzo (2009) y 'Detrás de la lluvia' (2012) le han confirmado como uno de los mejores escritores actuales. Publicados por Ediciones B, todos son thrillers pero con un transfondo histórico ambientado en la primera mitad del Siglo XX.
Joaquín M. Barrero es ya uno de los nombres imprescindibles de la novela española actual gracias a sus thrillers ambientados en nuestra convulsa historia reciente. Libros llenos de suspense, acción y giros inesperados, como las grandes obras del género, pero con el aliciente de un poso histórico que les da mayor atractivo. Y es que Barrero maneja las atmósferas como nadie, llevándonos al Madrid de 1941o a un pequeño pueblecito de Asturias, en 1928, para plantearnos un misterio que sólo se resolverá 80 años después.
Su nuevo trabajo se titula Detrás de la lluvia (Ediciones B) y mantiene la emoción y la intriga de sus anteriores novelas, pero Barrero sigue creciendo como escritor y se nota en el mimo con que consigue transportarnos a épocas pasadas.
"Detrás de la lluvia es una novela absorbente que no da tregua. Su ritmo impide que pueda dejar de leerse -asegura Barrero-. La trama: En 1928 un niño de once años escapa de casa con su primo, ambos del Concejo asturiano de Lena, para buscar un fabuloso tesoro en una cueva de la Cordillera Cantábrica, del que viene hablándose durante siglos. Vuelven con las manos vacías. Como castigo, el padre lo manda al monasterio de Valdediós como seminarista. En 1937 regresa. No quiere ordenarse cura. Es expulsado de casa y nunca regresará, ni siquiera para reclamar la parte de herencia a que tiene derecho".
"En 1941, un joven madrileño acusado de haber cometido cuatro asesinatos, se alista en la Legión y luego en la División Azul. Un asesino le persigue. Desaparece en los helados frentes de Rusia y nunca se supo que fue de él. Corazón Rodríguez recibe el encargo, por separado, de investigar qué ocurrió con aquellos hombres diferentes que el misterio tragó" -nos cuenta Barrero-.
Los personajes
Una historia que nos atrapa desde el primer momento gracias a un ritmo endiablado y a los continuos saltos de una época a otra. Pero también de los personajes perfectamente construidos.
"Carlos, el joven que va a la DEV, es un minero de 20 años de pocas palabras y con misterios en su corta vida, uno de ellos la acusación de haber matado a cuatro hombres. Intentan matarle por algo que hizo" -asegura Barrero-.
"José Manuel, es un asturiano asilvestrado, despreciado por su padre. Vive con penurias en los tiempos de hambrunas en una aldea miserable. Por eso intenta la búsqueda fallida del tesoro que nunca existió. Durante los años de seminario vive experiencias de gran emoción, sin olvidar la revolución de octubre del 34 y el comienzo de la Guerra Civil".
"Corazón Rodríguez es el mismo detective de mis obras anteriores (El tiempo escondido, La niebla herida y Una mañana de marzo). Hombre de este siglo XXI, 42 años, ilustrado, tenaz y lleno de curiosidad. Siempre resuelve los casos, todos del pasado reciente. A veces, como no le es posible buscar en el espacio, se introduce en el tiempo" -comenta Barrero-.
"Mi estilo es muy definido. Doto a mis personajes de las emociones que siento al escribir, tanto si son nobles o malvados. En realidad son ellos quienes me dictan cómo escribir y son ellos quienes marcan la trama, se hacen dueños del devenir de las historias. Puedo añadir que esos personajes consiguen que el lector quede atrapado y no quede indemne a las sensaciones profundas" -afirma Barrero-.
Los momentos trágicos de nuestra historia
La mezcla de la novela negra y la historia le sirven a Barrero para crear otra fábula fascinante: "Las dos son mi pasión como lector. En mi condición de autor, me inventé al detective para narrar la pequeña historia de España, esa que se transmite en murmullos, cosas que ocurrieron y que pudieron ocurrir. Compagino de ese modo la Novela Negra y la Histórica".
"En todas mis novelas el marco es el de nuestro pasado reciente: la preguerra, la guerra, la posguerra; 80, 70 y 60 atrás. En esta época sucedieron cosas que conviene mostrar, no desde un punto de vista político o partidista sino a través del recorrido vital de los personajes, coincidentes con los momentos trágicos de nuestra historia. La Guerra Civil española ha sido muy tratada pero es inacabable porque todavía queda mucho por contar".
Una mañana de marzo (Ediciones B) ya estaba inspirada en La Guerra Civil y los niños de Rusia y es que Barrero estuvo a punto de ser uno de esos niños enviados a la antigua URSS. "La primera posguerra tiene grandes lagunas. Es el tiempo de mi niñez, la etapa donde se fijan los recuerdos para siempre. Sí puede ser uno de los “niños de Rusia”. Me salvó el ser muy pequeño".
Viajando al pasado
Uno de los puntos fuertes del libro es la excepcional documentación. Cuando Barrero describe los recorridos por las calles del Madrid de los años 40 (por ejemplo) parece que paseamos por ellas junto a sus personajes. Algo que no se consigue buscando documentación en Internet.
"La documentación la obtengo de primera mano, yendo a los lugares citados en los libros, hablando con viejos testigos, hurgando en los archivos de mi memoria. Cada calle, ciudad o país citados, han sido visitados por mí. Eso da un gran trabajo pero la mayor certeza y autenticidad".
Esas descripciones hacen que su estilo sea muy cinematográfico: "Creo que podrían salir unas interesantes películas" -comenta-.
El futuro
Tras esta novela en la que ha empleado casi tres años, Barrero trabaja ya en la siguiente. "Estoy reuniendo datos para una quinta novela. Tengo muchos meses por delante" -asegura-.
Una novela que volverá a ser un thriller histórico y a estar protagonizada por su detective favorito. "Quizá me interesaría escribir otro tipo de historias, pero mi editor y miles de lectores prefieren que siga con Corazón Rodríguez, del que muchas lectoras se han enamorado por su sensibilidad ante los sufrimientos de humanos y animales".
Mientras, Detrás de la lluvia, con sus misterios, sus tesoros y sus paseos por épocas pasadas, pero no olvidadas, puede ser la lectura ideal para este verano.