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El Teatro Real estrena "Poppea e Nerone", de Monteverdi con una nueva orquestación de Philippe Boesmans

  • El montaje de Warlikowski es una lectura actual de la obra de Monteverdi
  • 11 funciones, desde el 12 hasta el30 de junio
  • La función del 19 de junio será transmitida por Radio Clásica-RNE

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JAVIER DEL REAL-Teatro Real
JAVIER DEL REAL-Teatro Real

Boesmans, un compositor que se siente libre

Autor de varias óperas estrenadas con éxito, el belga Philippe Boesmans, su formación musical fue como pianista. Estudió música pero no composición, lo que ha hecho que su lenguaje, como él mismo afirma, sea "más libre".

Ya en 1989, por encargo también de Mortier, creó una nueva orquestación para L'incoronazione di Poppea de Monteverdi, para la puesta en escena de Luc Bondy, en el belga Teatro de la Monnaie. El actual director artístico del Teatro Real no quería ya entonces una reconstrucción histórica-musicológica sino otras cosa. "Quería una versión escrita por un compositor contemporáneo que fuera actual y al mismo tiempo respetuosa con el original", ha contado a la Revista del Real. Y "yo le pregunté si podía meter una guitarra eléctrica", ha añadido.

Boesmans define la ópera de Monteverdi como una obra rodadeada de misterios, al conocerse la técnica vocal que se usaba en la época. "En los originales no hay tempo, hay que reconstruirlo todo", explica. En su orquestación, explica, ha respetado la armonía, sin introducir disonancias, ha sido fiel a la línea de canto y ha trabajado mucho la relación con el tempo. "He trabajado para que el ritmo sea orgánico", ha afirmado.

Por otra parte, como explica el compositor y arregluista, "cada personaje tiene un color propio, unos intevalos y un canto diferente"En cuanto a la orquesta, ha sido reducida, hay menos cuerda pero : se distingue el clarinete, el acordeón, el armonio (del XIX). Hay un clavecin barroco y un sintetizador

L'incoronazione di Poppea es una ópera revolucionaria que Claudio Monteverdi escribió con 72 años y que el Teatro Real estrena el 12 de junio, bajo el título Poppea e Nerone; una lectura actual a través de dos elementos: una música Barroca vestida con ropa contemporánea y un prólogo teatral de Séneca sobre el miedo en nuestro tiempo.

Arropado por el equipo artístico del espectáculo, el director del Teatro Real, Gérard Mortier, ha presentado hoy esta nueva producción, que estará en cartel hasta el 30 de junio en 11 funciones, una de las cuales (la del 19 de junio), será retransmitida por Radio Clásica de RNE.

Sylvain Cambreling es el director musical, al frente de la formación Klagforum Wien; Krysztof Warlikowski el director de escena, con un reparto encabezado por Nadja Michael y Charles Castronovo, entre otros.

Programarla en el Teatro Real era "una obligación"

"Esta ópera fue una gran revolución", ha recordado Mortier, para quien solo ha habido otro compositor tan revolucionario como Monteverdi: Mozart.

El director del coliseo madrileño ha confesado que lleva trabajando en esta producción desde que fue nombrado, ya que "programar esta obra es una obligación" por su importancia, y porque está convencido de que hay obras antiguas que nos cuentan más sobre nosotros mismos "que las actuales".

El contenido tiene un sesgo profundamente político, que el director de escena ha centrado en la figura de Séneca, el tutor de una idealizada generación de jóvenes que acaban convirtiéndose en monstruos, devorando, incluso, a su sabio maestro.

La acción ha sido traslada a la década de los años treinta, en Roma, previa a los grandes desastres del siglo XX, el fascismo y el comunismo, que unieron política y filosofía, ha recordado Krzysztof Warlikowski.

Los hechos transcurren en una sola jornada, entre los amores de Nerón y Popea, que al final del día acaba siendo coronada, pero todo comienza con un prólogo teatral de Séneca, de unos ocho o diez minutos, en inglés y con subtítulos, en torno a un tema más que candente en el contexto de crisis: el miedo. Este prólogo teatral ha sido creado por Krzysztof Warlikowski, Christian Longchamp y Jonathan Littell, inspirado en textos de Michel Foucault (sus últimas conferencias), Thomas Hobbes y Christopher Isherwood (su novela A Single man) y en extractos de la película Wittgenstein, de Derek Jarman.

Una nueva orquestación

"Eso es muy importante", ha adelantado Mortier, quien adelanta otro detalle fundamental de esta ópera: "La música de Monteverdi -contemporáneo de Cervantes, Shakespeare o Caravaggio- está unida a la palabra. Él estudió durante años cómo exprimir la música para expresar las grandes palabras".

La particularidad histórica de "Poppea e Nerone" es que no se conserva la partitura original, sólo dos copias posteriores e incompletas, y con muchas diferencias entre ellas.

Por ese motivo, Mortier encargó una nueva orquestación a Philippe Boesmans en 1989, para el Teatro de la Monnaie de Bruselas, n plena polémica por la interpretación de la música antigua. Un trabajo que ahora ha perfilado y mejorado para la puesta en escena que se estrena el jueves 12 de junio en el Real.

Pero, ante cualquier duda, Cambreling ha precisado: "Nosotros nos atenemos a las líneas vocales y de armonía de Monteverdi. Lo único es que ahora es una música antigua con ropa contemporánea, con camisa y vaqueros". Esta ropa contemporánea es la mezcla de instrumentos antiguos y modernos, y un trabajo escena por escena buscando "la puesta en ritmo" del conjunto, según ha explicado Boesmans, quien cree que la "flexibilidad" no está reñida con el "rigor".

Warlikowski: "Yo no hago reportajes"

Tras su paso por el Teatro Real en 2011 con una transgresora puesta en escena de El rey Roger, el director polaco Krzysztof Warlikowski (Szczecin, 1962) regresa ahora al Teatro Real con un montaje, éste de Poppea e Nerone, que tampoco dejará indiferente a nadie. Su concepción contemporánea del teatro bebe de su larga colaboración con importantes nombres de la escena europea como Peter Brook o Ingmar Bergman.

"La ópera no tiene límites. Cuando se creó, no sabían el poder que tenía. Yo intento explicar que trabaja con nuestros sentidos, que tiene que sacudir nuestros valores (...) Quiero que se cree esa ansiedad en la gente y que produzca reflexión. No se trata de venir a pasar la típica velada burguesa. Que el público no piense que la ópera es sólo para divertirse", declaró hace ya un año a propósito de El rey Roger.

Palabras que siguen vigentes para entender este montaje de L'incoronazione di Poppea en el que Warlikowski sitúa la historia en una universidad fascista italiana en los años 30 del siglo pasado. "Mi propósito", aseguraba en la citada entrevista de 2011, es "desafiar a las audiencias y no darles descripciones literales. Yo no hago reportajes"