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La UE aprueba que se puedan restablecer los controles fronterizos por una presión migratoria

  • Los ministros de Interior han acordado cambios en el Tratado de Schengen
  • Los cambios permitirán aplicar los controles por una duración de seis meses
  • Se podrán reestablecer de forma unilateral y en circunstancias excepcionales

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Aprobada la nueva reforma del tratado de Schengen sobre el cierre de fronteras

Los ministros de Interior de la UE han acordado este jueves la reintroducción temporal de los controles fronterizos entre los países de la zona Schengen en el caso de una fuerte presión migratoria en una frontera externa, lo que ha sido criticado por la Comisión Europea y el Parlamento Europeo.

El Consejo de Ministros de Interior ha logrado en su reunión celebrada en Luxemburgo un acuerdo sobre cambios en el Tratado de Schengen que permitirán aplicar controles por un periodo de seis meses, prorrogable como máximo por otros seis meses.

Aunque Schengen ya prevé la posibilidad de restablecer temporalmente los controles de forma unilateral y en circunstancias excepcionales cuando exista una amenaza grave para la seguridad pública.

"No debe haber eslabones débiles en la cadena cuando se trata de delincuencia transfronteriza e inmigración ilegal", ha afirmado el ministro danés de Interior, Morten Bodskov, en la rueda de prensa al final de la reunión.

“Un sistema a nivel europeo”

La comisaria europea de Interior, Cecilia Malmstrom, sentada al lado de Bodskov, ha expresado claramente su "decepción" por "la falta de ambición de los Estados miembros", ya que el sistema continúa basado en las decisiones de los Gobiernos y no en el marco de la UE y con intervención de la Comisión Europea.

"Este acuerdo nos pone a merced de las presiones populistas" en los países comunitarios, ha lamentado. Sin embargo, la comisaria ha indicado que por ahora no se plantean medidas legales contra el acuerdo, ya que todavía hay un margen de negociación con el PE.

"Es necesario que haya un sistema a nivel europeo, y volveremos a hacer una proposición ambiciosa en este sentido", ha dicho Malmstrom, quien ha añadido que la CE "está en contacto" con la Eurocámara para estudiar los siguientes pasos que se pueden dar. Pero el propio presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, ha criticado la decisión "unilateral y contraproducente" de los ministros.

"El PE no aceptará ninguna razón extra para la reintroducción de los controles fronterizos sin un adecuado mecanismo europeo para evaluar y supervisar si es o no necesario", ha señalado Schulz en un comunicado.

Además, varios grupos parlamentarios, como el Verde y el Liberal, han criticado inmediatamente el acuerdo. Los liberales han afirmado que con este pacto "el Consejo declara la guerra al Parlamento Europeo".

El ministro danés aseguró que su Gobierno está dispuesto a negociar con el PE (que tiene poder de codecisión), pero ha insistido en que el acuerdo alcanzado "asegura la cooperación" entre los países si la zona Schengen afronta "circunstancias excepcionales".

Para el secretario de Estado de Seguridad Español, Ignacio Ulloa, los Veintisiete acordaron que sean los propios Estados miembros "los que sigan teniendo más responsabilidad" a la hora de decidir sobre el restablecimiento de controles temporales, a diferencia de la propuesta inicial que daba un papel más importante a la Comisión Europea.

La frontera de Grecia y Turquía

En la actualidad, la frontera greco-turca es el punto más problemático del espacio Schengen, por tratarse de la principal puerta de entrada de la inmigración ilegal a la UE.

Esta situación ha sido precisamente uno de los motivos por los que países como Alemania (y el anterior gobierno francés) reclamaban la introducción de cambios en el sistema.

Según la nueva modalidad acordada, los países podrán llevar a cabo controles en las fronteras o cerrarlas completamente ante situaciones como una afluencia masiva de inmigrantes, incluso si ésta no supone riesgos para la seguridad pública.

Del espacio Schengen permite a los viajeros no tener que pasar control de pasaporte cuando se viaja dentro del grupo de 26 países que lo integran y se benefician a alrededor de 400 millones de europeos.