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Condenado a cuatro meses un guardia civil que simuló un atentado en Leitza (Navarra) en 2009

  • Se hirió a si mismo con su pistola y simuló un artefacto explosivo
  • La sentencia establece que tenía sus capacidades intelectivas afectadas
  • El propio acusado reconoció los hechos en el juicio

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La titular del Juzgado de lo Penal número 3 de Pamplona ha condenado a cuatro meses de prisión y 360 euros de multa, por los delitos de desórdenes públicos y simulación de delito en grado de tentativa, al guardia civil que fingió ser víctima de un atentado en Leitza en noviembre de 2009. La sentencia puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de Navarra.

La juez considera probado que sobre las 3.30 horas del 30 de noviembre, el agente se dirigió solo a las inmediaciones del cuartel de Leitza, donde prestaba sus servicios, y utilizando la pistola que portaba se disparó a sí mismo en el antebrazo izquierdo.

Tras ello, dio aviso a sus compañeros manteniendo que había sido tiroteado por dos individuos desconocidos que habían salido huyendo, "aparentando así haber sido víctima de un atentado", recoge la sentencia.

Simuló un artefacto explosivo

Además de esto, el agente advirtió a sus compañeros de que no salieran a auxiliarle, debido a que junto a él había un tubo apuntando al cuartel. Este artefacto consistía en tres tubos de PVC unidos con cinta de embalar y cerrados con tapones de los que salían tres cables que llegaban hasta un recipiente plástico, pero sin que contuviesen ningún tipo de explosivo.

La sentencia señala que fue el propio guardia civil el que preparó estos tubos con el fin de simular la existencia de un artefacto explosivo o lanzadera de granadas dirigido contra el cuartel.

Como consecuencia de este aviso, tuvo que ser desalojado el cuartel de la Guardia Civil y se personó una dotación de los Edex para desactivar el supuesto explosivo.

Con sus capacidades intelectivas afectadas

Según la sentencia, en el momento en el que ocurrieron los hechos el acusado tenía afectadas sus capacidades intelectivas y volitivas con carácter leve, "debido al estado emocional en el que se encontraba, unido a su personalidad histriónica y mitomaníaca". El guardia civil condenado perdió a un compañero en un atentado y otro resultó herido.

Meses después de lo ocurrido, el agente envió cartas al presidente del Gobierno de Navarra, al consejero de Justicia y a la delegada del Gobierno en Navarra pidiendo perdón por lo ocurrido.

La juez señala en la sentencia que el propio acusado reconoció los hechos en su declaración ante el juzgado de instrucción, como también los reconoció en el juicio y admitió que se había disparado y que preparó el artefacto simulado.