Piratean la cuenta de la primera dama francesa tras su polémico 'tuit' contra la ex de Hollande
- Trierweiler dice que no ha colgado el último mensaje de Twitter en su cuenta
- En el 'tuit' del martes apoyó al contrincante de Royal en las legislativas
- El aparato socialista ha criticado su metedura de pata
- Los sondeos colocan al disidente Felorni por delante de Royal
- Hollande guarda silencio mientras copa las portadas de los medios
La primera dama francesa, Valérie Trierweiler, ha denunciado este miércoles que su cuenta de Twitter ha sido pirateada un día después de su polémico 'tuit' en el que apoyó en las legislativas al contrincante de Segolène Royal, expareja del presidente, François Hollande, en un episodio que ha hecho públicas las diferencias entre las dos mujeres y que ha dañado la imagen de "presidente normal" que quiere dar el nuevo inquilino del Elíseo.
Trirwailer ha declarado a Afp que su cuenta ha sido "aparentemente pirateada" después de que a las 17:49 horas apareciese en su cuenta (@valtrier) un enlace al texto de un artículo de la página Rue 89 donde se afirma que ha pedido en vano al periódico Le Monde la retirada de dos fotos mostrando que asistía a la toma de la foto oficial del jefe de estado en el parque del Elíseo.
La primera dama ha asegurado que no ha puesto ese tuit y ha precisado que "jamás he pedido la retirada de fotos". Su jefe de gabinete, Patrice biancone, ha asegurado que la cuenta de Trierweiler había sido "pirateada" y que esto había sido advertido a los "servicios" del presidente.
Sondeo desfavorable a Royal
Curiosamente, muchos pensaron que el 'tuit' que puso el pasado martes y que desató la tormenta política en Francia, donde apoyaba al socialista disidente Olivier Falorni frente a la ex pareja de Hollande había sido pirateado, algo que ella misma se encargó de desmentir.
Royal, pareja del presidente durante 25 años y madre de sus cuatro hijos, se enfrenta a Falorni por la circunscripción de La Rochelle en la segunda ronda de las elecciones legislativas del pasado domingo, y quiere lograr el escaño para ser nombrada presidenta de la Asamblea Nacional.
Sin embargo, una encuesta publicada este miércoles predice que el disidente, líder de la federación socialista de La Rochelle durante años, se impondrá con el 58% de los votos, 16 puntos más que Royal.
La circunscripción del este de Francia, que parecía clara para los socialistas, se ha convertido en un quebradero de cabeza para el partido, que teme que la reputación local de Falorni pese más que la proyección nacional de la excandidata presidencial.
Falorni y Royal fueron los dos únicos que lograron clasificarse para la segunda vuelta el pasado domingo. La primera logró el 32 % de los votos, frente al casi 29 % del candidato disidente.
Pero en la segunda ronda, el sondeo de Ifop asegura que Falorni se haría con la mayor parte del voto conservador, privado de candidato al no haber superado éste el 12,5 % del censo.
Apoyo socialista
La situación crítica ha activado al aparato del PS, que en bloque se ha colocado detrás de Royal.
Si el pasado martes fueron el presidente, François Hollande, y la líder del partido, Martine Aubry, quienes mostraron su respaldo a Royal, este miércoles ha sido el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, el que ha pedido a Falorni que se retirara.
El jefe del Gobierno ha considerado que, si sigue en la carrera, Falorni se convertirá "en el candidato de la derecha y del Frente Nacional" ultraderechista.
Una opinión que ha compartido también la propia Royal que, sorprendida, conoció el sondeo en un estudio de radio y lo ha considerado "extraño".
"Creo que responde a la instrumentalización de la derecha, que quiere el trofeo de mi derrota. La mayoría de los electores de la derecha votarán por el candidato disidente, los de la izquierda tienen que saberlo", ha asegurado la candidata oficial en la radio "France Bleu".
Pero sea como fuere, el 'tuit' de la primera dama ha sido recibido con estupefacción entre los socialistas, que lo han calificado como metedura de para.
El primer ministro Ayrault se pronunciada en estos términos sobre Trierweiler: "Creo que debe mantener un rol discreto, lo que no resulta fácil. (...) Cada uno debe estar en su lugar".
Al día siguiente de la victoria de François Hollande, según recuerda Le Monde, la nueva primera dama afirmaba a ese vespertino que su nuevo papel era "secundario" e iba a vigilar porque así se mantuviera.
"Mi palabra no debe sustituir a la del presidente, no debe perjudicarla. Voy a tener mucho cuidado con mis "tuits". La dimensión de mis declaraciones ha cambiado", decía entonces, en una época en la que según el diario llegó a considerar cerrar su cuenta en la red social.
La tormenta mediática desatada por ese pronunciamiento público ha llegado a la primera página de los medios nacionales, que se regocijan en lo que el diario Le Parisien titula como "La historia secreta de una rivalidad".
Mientras el entorno de Royal, según ese medio, denuncia desde hace tiempo la "obsesión" de Trierweiler, la primera dama habría insistido en privado que con ese mensaje "no actuó por celos" porque "no tiene la menor duda" sobre los sentimientos de Hollande.
Hollande opta por el mutismo
Entre los otros protagonistas de la historia, el presidente ha optado por el mutismo, Royal ha dejado claro que su energía está centrada en la campaña y no piensa hablar, y Falorni, que se dice "contento" del respaldo obtenido, califica esas palabras de "mensaje de amistad y apoyo personal".
Los 135 caracteres con los que Trierweiler ha dado su primer paso en falso le han valido también ser bautizada por Libération como "La primera metedura de pata de Francia", y un consejo directo por parte de Le Monde en su editorial de hoy: "Olvidar twitter".
Ese segundo periódico concluye que el mensaje de la también reportera es "un auténtico error político", cuya primera víctima es la imagen de un "presidente coherente, sereno y dueño de su mensaje", y la segunda la propia Trierweiler, que desde la victoria de Hollande en abril ha debatido "muy públicamente" sobre cuál debía ser su papel.