Francia camina hacia una mayoría socialista en la Asamblea Nacional
- Los socialistas y sus aliados tienen la mayoría absoluta al alcance de la mano
- François Hollande podrá afrontar sus reformas con el apoyo del Parlamento
- El Frente Nacional podría acceder a la Asamblea con un sistema electoral mayoritario
Francia vuelve a las urnas el 17 de junio para rematar la segunda vuelta de las legislativas de 2012. En la primera del 10, solo 36 diputados obtuvieron su acta al alcanzar la mayoría absoluta. 26 de ellos del PS. Por lo tanto faltan aún por repartir 541 diputados en una Asamblea de 577 escaños.
Las presidenciales de abril y mayo tenían que despejar una pregunta: ¿Debe Nicolas Sarkozy continuar en el Elíseo? Estas legislativas tienen que contestar a otra: ¿Merece el presidente François Hollande obtener una mayoría holgada para desarrollar su programa?
Las tendencias de la primera apuntan a que el PS puede conquistar la mayoría absoluta, que se vería reforzada por sus aliados ecologistas en el gobierno, Europe Ecologie-Les Verts (EELV) y, eventualmente, por el Front de Gauche (FG), marca electoral del partido comunista francés en coalición con el Partido de Izquierda de Jean-Luc Mélenchon, claramamente derrotado en Hénin-Beaumont por Marine Le Pen, a la que pretendía parar los pies.
Entre las tres fuerzas políticas sumaron el 47% el 10 de junio, que oculta en realidad la clara hegemonía del PS (34,43%), frente a un FG con un 6,94% y EELV, 5,57%. Los socialistas galos avanzan y muerden, una vez más, el electorado tradicional comunista, previéndose que el FG caiga a los 10 diputados de los 19 que poseía en la anterior legislatura.
El partido socialista en el gobierno se beneficia de un diseño electoral preparado para que el vencedor de las presidenciales rentabilicer en las legislativas el impulso político.
Hollande, un paso atrás en la campaña
Al contrario de lo que hizo Sarkozy en 2007, François Hollande ha dado un paso atrás para permitir el protagonismo político del gobierno. Nos encontramos todavía en el período en que no existe el desgaste del poder y el Elíseo se permite todos los gestos prometidos en la campaña de las presidenciales sin que la prueba de la práctica haya hecho aún mella.
Oportunamente, Hollande apareció la víspera misma de la primera vuelta para una declaración solemne en la televisión. Ese día habían muerto en Afganistán 4 nuevos soldados franceses, lo que le permitió recordar a los ciudadanos que era él quien dirigía el país y que seguía adelante su programa electoral de repliegue de fuerzas de combate antes de finalizar 2012.
El gobierno socialista ha aprobado otras medidas que pretende emblemáticas del mandato: la reforma de la reforma de las pensiones de 2010 para permitir la jubilación a los 60 años a quienes hayan comenzado a trabajar antes de los 20; la ley para limitar las remuneraciones de los directivos de las empresas públicas o la de Acoso Sexual, cuyo antecedente fue anulado el 4 de mayo por el Consejo Constitucional con el argumento de que el delito estaba muy vagamente definido.
El Tweeterwiler
El gobierno socialista ha tenido que hacer frente entre las dos vueltas al Tweeterweiler, que ha sembrado la consternación en el partido y la ironía en la derecha, como el comentario en Le Figaro de que la presidencia "normal" ha acabado en Dallas.
La primera dama, la periodista Valérie Trierweiler ha brindado a su marido la primera "crisis" de su mandato al apoyar públicamente al contrincante de Ségolène Royal , el disidente socialista Olivier Folarni. El tweet le mandaba "ánimos" y subrayaba su "combate desinteresado" por los rochelenses.
El primer ministro, Jean-Marc Ayrault, declaró que Trierweiler tenía que aprender a ser "discreta" y "permenecer en su puesto", por más que la portavoz del gobierno, Najat Vallaud-Belkacem, matizara después que era una mujer "libre y moderna, que se expresa libremente".
La derecha postsarkozysta (UMP) ha retrocedido al 34,10% y se encamina firmemente a los bancos de la oposición. La derrota en las presidenciales y la desaparición política de Sarkozy abren un nuevo ciclo a la búsqueda de un nuevo liderazgo y de una nueva política, con un primer capítulo dedicado a definir sus límites con el Frente Nacional (13,77%) quien, por primera vez bajo un sistema electoral mayoritario, está en disposición de obtener hasta 4 diputados.
La abstención
El 17 de junio habrá 494 duelos entre dos candidatos y 35 triangulares, de las cuales, 29 con un candidato del FN. El sistema electoral mayoritario francés permite el ballotage a los dos mejores clasificados de la primera vuelta más los que hayan conseguido el 12,5% de los inscritos.
La elevada abstención del 42,7%, récord de unas legislativas bajo la Vª República, ha cerrado el paso a muchos frentistas, a pesar de su porcentaje, lo que parece beneficiar más bien a la UMP.
Su secretario general, Jean-François Copé, ha impulsado la política del ni-ni, ni PS ni FN. La UMP y sus aliados del Nuevo Centro se mantiene allí donde pueden, sin atender los llamamientos del PS a un frente republicano para impedir el paso a la extrema derecha.
Solo hay una excepción, el alcalde de Saintes-Marie de la Mer, Roland Chassain, quien ha preferido renunciar a su triangular en favor de la frentista Valérie Laupies contra Michel Vauzelle (PS). La UMP le ha "desautorizado", pero no le ha abierto expediente de expulsión, al menos en un primer momento.
Se han producido otros movimientos, incluido el FN renunciando a alguna candidatura para impedir el paso a una lista negra que Marine Le Pen ha redactado con 8 nombres, 4 del PS y sus aliados verdes y otros 4 de la UMP, aunque ello suponga votar en unos casos al PS y otros a la UMP.
Una de las promesas de Hollande es introducir en la próxima legislatura una "dosis de proporcionalidad", aún por decidir. Los beneficiarios serán los partidos pequeños, el centrismo, el FN, el FG y los verdes.