Merkel descarta tajantemente una posible flexibilización del plan de rescate griego
- Un portavoz del gobierno alemán insiste en que deben cumplirse los acuerdos
- El ministro de Exteriores había hablado de flexibilidad en los plazos
- El portavoz económico de la Comisión, Amadeu Altafaj, pide que se forme gobierno con rapidez
La canciller alemana, Angela Merkel, ha abierto a posibilidad de nuevas ayudas a Grecia para fomentar el crecimiento, pero ha descartado tajantemente una posible flexibilización del programa de reformas y ajustes como pretende renegociar el ganador de las elecciones griegas, Antonis Samarás.
La jefa del Gobierno alemán ha afirmado a los medios de su país a su llegada a Los Cabos (México), donde participará en la cumbre del G20, que el nuevo Ejecutivo en Atenas deberá proseguir con la aplicación de los "compromisos" heredados de los gabinetes anteriores, que acordaron los dos rescates helenos.
Los resultados de los comicios del domingo en Grecia han abierto un debate en el seno de la coalición del Gobierno alemán sobre la conveniencia o no de una relajación del calendario de recortes. De un lado está la tesis defendida hasta ahora sin fisuras por Berlín, según la cual Atenas debía cumplir a rajatabla sus compromisos, y que el viceportavoz del Ejecutivo, Georg Streiter, resumió esta mañana como "Nuevo gobierno, viejos compromisos".
"Prevalece lo que está acordado", repitió en varias ocasiones Streiter en un encuentro rutinario de portavoces gubernamentales con medios de comunicación, ante la insistencia de los periodistas. "Nadie está hablando de cronogramas en estos momentos", zanjó Streiter. Argumentó que prefería ceñirse a los hechos y que era necesario esperar a que se formase un nuevo gobierno en Atenas, previsiblemente una coalición entre los conservadores de Nueva Democracia y los socialistas, ambos a favor a mantenerse en la zona euro y en el rescate.
Streiter evitó en este contexto pronunciarse sobre qué pasaría en el caso de que el nuevo Gobierno pidiese a la troika más tiempo para cumplir las reformas, algo que ya se baraja en Bruselas y que probablemente se evaluará en la próxima reunión del Eurogrupo, prevista para este jueves.
A favor de negociar
De otro lado, la idea que lanzó el domingo por la tarde, de forma sorpresiva y desatando las esperanzas helenas, el ministro de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, al asegurar que "se podría hablar de cambios en el cronograma", y que coincide con las últimas conjeturas que circulan en Bruselas. "Estamos listos para hablar del marco temporal ya que no podemos ignorar las semanas perdidas y no queremos que la gente sufra por eso", había indicado el ministro, para quien no obstante "la substancia de las reformas es innegociable".
Por su parte, el viceministro de Finanzas alemán, Steffen Kampeter, también insistió en esta línea al declarar a la TV alemana que "Grecia no debe verse sobrecargada".
En la reunión del G20 a la que ambos asisten está previsto que la situación helena y la crisis de la eurozona sean los temas principales a debate, y que la mayoría de los participantes presionen a una Alemania cada vez más aislada para que apueste por el crecimiento y deje parcialmente de lado las políticas de austeridad. Ajeno a esto, Schäuble recordó a Atenas tras conocer los resultados electorales que "el camino no es corto ni fácil pero es inevitable", sin dejar espacio alguno para la flexibilidad.
El portavoz de Exteriores, Andreas Peschke, ha asegurado este lunes que lo "sustancial" del programa griego de reformas y ajustes debe "mantenerse", pero se vio en serias dificultades para explicar la posición de su ministro.
La UE ve posible la flexibilización
Desde Bruselas, la Unión Europea no cierra la puerta a una relajación del calendario previsto para el rescate de Grecia, aunque ha insistido en que lo primero es formar un nuevo Gobierno y evaluar el estado de aplicación de las reformas a las que se comprometió Atenas a cambio de la ayuda, de 240.000 millones de euros.
"Estoy casi seguro de que le darán dos años adicionales", ha afirmado a la agencia Efe una fuente comunitaria, quien ha añadido que un año más ya es seguro, y que ahora se está estudiando conceder un segundo.
Aunque la decisión definitiva podría adoptarse este jueves en el Eurogrupo que se celebra en Luxemburgo, la línea oficial de las instituciones europeas es todavía mucho menos atrevida.
A primera hora del lunes, el portavoz de Asuntos Económicos de la Comisión Europea, Amadeu Altafaj, había advertido que "sean cuales sean las ideas políticas, no hay muchas alternativas lamentablemente".
Por ello ha pedido que se apliquen los recortes y "el programa que se acordó entre las autoridades griegas y los 16 socios de Grecia en el euro" para "devolver al país al crecimiento".
En declaraciones en el programa de RNE En días como hoy, Altafaj ha reiterado lo que el domingo afirmó el Eurogrupo en un comunicado: que la Unión Europea espera que se forme gobierno lo antes posible "porque es urgente poner en marcha reformas que han tenido un parón estas últimas semanas".
"Europa tiene muchos problemas en estos momentos. Grecia representa el 2 o el 3% del PIB. Sin embargo sigue siendo el epicentro de esta crisis", ha recordado el portavoz económico, quien piensa que el resultado en Atenas puede aliviar la presión sobre otros países, como Italia o España.
"Es difícil juzgar a los mercados, reflejan muchas incertidumbres. Puede haber una reacción positiva que se vea compensada en pocos días con una reacción negativa", ha advertido.