Interior defiende los "encuentros reparadores" entre etarras y víctimas
- Fernández Díaz cree que pueden hacer "mejores personas" a los terroristas
- Un histórico de GRAPO rechaza tajantemente la 'vía Nanclares' de reinserción
- Echeandía fue condenado a 27 años por el secuestro de Publio Cordón
El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha defendido los "encuentros reparadores" entre etarras y sus víctimas, dentro de los programas de reinserción y reeducación penitenciaria, ya que pueden servir para que los terroristas sean mejores personas que cuando entraron en prisión.
En el coloquio posterior a su intervención en el foro Barcelona Tribuna, Fernández Díaz ha indicado que estos encuentros se ajustan a la ley y que se van a celebrar siempre que lo pida la víctima, como con el caso de Consuelo Ordóñez -hermana del exdirigente del PP vasco Gregorio Ordoñez- que se va a encontrar en prisión con el etarra Valentín Lasarte el próximo viernes, según ha confirmado a Efe.
El ministro ha indicado que el "eco mediático" de estos encuentros depende de la voluntad de los interesados, como fue el caso del superviviente del atentado de ETA en Hipercor Roberto Manrique, que el pasado viernes se entrevistó con el etarra Rafael Caride y lo dio a conocer a los periodistas con anterioridad.
En cualquier caso, el ministro ha dejado claro que "no va a haber romances", porque los terroristas van a seguir cumpliendo su pena y estos encuentros sólo se enmarcan en su programa de reeducación.
Por otra parte, Fernández Díaz ha recordado que están trabajando para que los exiliados del País Vasco por cuestiones de terrorismo, que han ido a vivir a otras partes de España, puedan votar en las elecciones autonómicas vascas porque no ve razonable que en cambio sí lo puedan hacer los que no han vivido nunca allí y tienen familiares en esa comunidad.
Un dirigente del GRAPO rechaza la reinserción de presos
Asimismo, el dirigente de los GRAPO Enrique Cuadra Echeandía, condenado por el secuestro y desaparición del empresario Publio Cordón, ha rechazado en una carta abierta dirigida al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, la "magnánima generosidad" del plan de reinserción de presos terroristas.
"Lo siento, ministro, gracias por su esfuerzo redentor", subraya con ironía el histórico dirigente de los GRAPO. "Pero no puedo renegar de mi existencia". "Por coherencia y dignidad política no podemos arriar ni una sola de nuestras banderas", dice el preso.
En una extensa carta, a la que ha tenido acceso Efe, Cuadra Echeandía descarta acogerse a la "infamia" que, a su juicio, supone la llamada "vía Nanclares", por la que una veintena de presos de ETA han pedido perdón y se han desvinculado de la banda.
"Usted, señor ministro, con la locuacidad que le caracteriza, nos pide que reneguemos del pasado, del presente y del futuro", critica el recluso, que denuncia también que el Gobierno pretenda imponer el "caduco" sistema capitalista y suprimir el derecho de autodeterminación de los "pueblos oprimidos".
De este modo, el dirigente de los GRAPO, en prisión desde noviembre de 1995, rechaza de forma tajante el plan de reinserción por el cual, asegura, se abriría a los presos "un poquito la puerta de su putrefacto régimen y de su huero parlamentarismo burgués".
"Mientras tanto y para ayudarnos a reflexionar, usted y su Gobierno prosiguen con su lema pedagógico 'la letra con sangre mejor entra'. Y aquí nos tiene, dispersados, aislados de nuestros compañeros y camaradas", añade.
Condenado en el 98 a 27 años de cárcel
Cuadra Echeandía fue condenado por la Audiencia Nacional en noviembre de 1998 a 27 años de cárcel por el secuestro en junio de 1995 del empresario zaragozano Publio Cordón, todavía en paradero desconocido.
Un año antes, el dirigente de los GRAPO había sido condenado a otros 40 años de prisión por el asalto a un furgón blindado perpetrado en San Quirze del Vallés (Barcelona) en 1994, y del que los terroristas se llevaron un botín de más de 24 millones de pesetas.
El pasado mes de abril, el Ministerio del Interior anunció la puesta en marcha de un programa integral dirigido a presos por delitos de terrorismo para facilitar su reinserción y evitar su radicalización en las cárceles.
El programa busca que estos reclusos conozcan la realidad social y reflexionen sobre su pasado con el objetivo de que vayan dando pasos hacia su integración en la sociedad democrática.