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25 años del atentado de Hipercor: "Las heridas físicas se curan, las psicológicas siguen abiertas"

  • Este 19 de junio se cumplen 25 años del atentado de Hipercor
  • ETA asesinó a 21 personas y dejó heridas a otras 45 personas
  • Los cuatro autores suman más de 3.000 años de condena
  • Hasta 33 víctimas esperan aún una indemnización

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25 años del atentado de Hipercor

Actos de homenaje

El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, y el lehendakari, Patxi López, presidirán este martes los actos convocados en Barcelona para conmemorar el 25 aniversario de la mayor matanza de ETA, el atentado de Hipercor. El primer acto previsto se celebrará a las 12.00 horas en una delegación del Ministerio de Empleo en Barcelona, donde el ministro Jorge Fernández Díaz entregará varias condecoraciones a las víctimas del terrorismo en Cataluña. Posteriormente, a las 18.30 horas, tendrá lugar el acto conmemorativo del 25 aniversario del atentado, frente al monumento erigido en recuerdo a las víctimas en la Avenida Meridiana, al lado del Hipercor, con la presencia del lehendakari Patxi López. El Parlament de Cataluña celebró este lunes un homenaje a las víctimas.

Dolors Closa recuerda que estaba sonando Mediterráneo, de Serrat, cuando el suelo de la carnicería se abrió bajo sus pies y una enorme bola de fuego, que emergió del cráter que provocó la explosión del coche-bomba, le abrasó las manos. Del atentado de Hipercor se cumplen este martes 25 años, pero la imagen de la gente ardiendo como "antorchas",  la misma que tiene grabada en la mente Rosa, que también estaba comprando aquel 19  de junio de 1987 a las 16.10 horas en este centro comercial de Barcelona, no se borra tan fácilmente.

Aquel viernes, ETA asesinó a 21 personas y dejó heridas a otras 45 en la mayor masacre de su historia. Colocó una bomba de 30 kilos de amonal, cien litros de gasolina, pegamento y escamas de jabón en un coche robado que aparcó en la primera planta del aparcamiento del Hipercor, de la avenida Meridiana de la capital catalana. Hizo tres llamadas para avisar de su colocación, a la guardia urbana, al propio centro comercial y al periódico Avui, pero no hubo desalojo.

"Yo entré a las 15.30 horas, aún conservo el ticket del parking y al ver policía pregunté qué pasaba. 'Usted a lo suyo', me dijeron y me dejaron entrar", relata a RTVE.es José Vargas, de 61 años, víctima de Hipercor y presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT).

Muchas de las víctimas siguen hoy en día bajo tratamiento psiquiátrico. "Las heridas físicas se curan, las cicatrices, las quemaduras... Las que no se superan son las psicológicas", señala Vargas. "Llegados estos días todos estos síntomas se agravan, vienen todos esos recuerdos". Y siempre permanece una pregunta: "¿por qué?".

A algunas víctimas ni siquiera se las reconoce como tal. Es el caso de Nuri y su marido Enrique a pesar de que perdieron a sus dos hijos, Silvia y Jordi de 13 y 9 años, y a la hermana de la mujer, Mercé, que había acudido aquella tarde con sus sobrinos a Hipercor a comprar ropa. "Según la administración no somos víctimas porque no estábamos allí", lamenta Nuri Manzanares.

Vargas recuerda que aquella época fue "bastante dura". Las instituciones no se hacían cargo como ahora de las víctimas. "Picabas a la puerta y te miraban como si fueras un apestado", lamenta.

Esta segunda victimización, señala Marga Lalande, psicóloga de la asociación, hace a veces "más daño que el propio atentado" del que muchos afectados aún no se han recuperado a día de hoy. Algunas siguen con tratamiento psicológico.

La delegada de la AVT en Cataluña, María Gracia Roca, también constata las dificultades que han tenido las víctimas de Hipercor a la hora de ser reconocidas como tal y señala que hay una treintena de ellas que no han recibido indemnización.

33 víctimas de Hipercor esperan una indemnización

La Justicia ha reconocido a 14 víctimas el derecho a ser indemnizadas por el Estado por la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad que no desalojaron los almacenes tras los avisos de ETA. Sin embargo, otras 33 víctimas siguen esperando porque primero la Audiencia y luego el Supremo concluyeron que estaban fuera de plazo para reclamar ese dinero. En total son unos 200 millones de las antiguas pesetas, es decir, 1,2 millones de euros, según calcula Vargas.

El presidente de ACVOT asegura que el anterior equipo del Ministerio del Interior, con Alfredo Pérez Rubalcaba al frente, les prometió buscar una solución para que recibieran este dinero, pero aún no ha llegado. Fuentes ministeriales han explicado a RTVE.es, que es un asunto que todavía está en estudio, que el nuevo equipo de Interior lleva apenas seis meses, y que se contactará con estas víctimas para atender sus reclamaciones. "No ha caído en saco roto", insisten.

Los autores, condenados a más de 3.000 años de prisión

La Audiencia Nacional condenó a los cuatro autores del atentado de Hipercor a más de 790 años de cárcel cada uno aunque al ser juzgados conforme al Código Penal de 1973 ninguno de ellos estará más de 30 años en prisión.

La primera sentencia llegó dos años después, en octubre de 1989. Domingo Troitiño y Josefina Mercedes Ernaga, miembros entonces del comando Barcelona, fueron condenados a 794 años como autor material y autora por cooperadora necesaria. Ambos siguen fieles a ETA y saldrán de prisión en 2017, según Efe.

Los etarras Santi Potros, jefe de comandos ilegales de ETA en el momento del atentado, y Rafael Caride Simón, jefe del comando Barcelona,   fueron condenados en un segundo juicio, en julio de 2003, a 790 años de prisión como inductor y autor por cooperación necesaria; y por ser autor material de los hechos, respectivamente.

Estos dos últimos se han mostrado críticos con ETA. Caride Simón, de hecho, se ha entrevistado con dos víctimas directas del atentado de Hipercor. La última vez este pasado viernes cuando se reunió con Roberto Manrique una de las víctimas a la que le dijo que lo sentía en el alma y que estaba "tremendamente arrepentido".

Nuri: "Los tienes todo el día en el pensamiento"

Nuri Manzanares perdió en el atentado de Hipercor a sus dos hijos y a su hermana: "Vas viviendo con ello pero no te recuperas. Los tienes todo el día en el pensamiento. Ves amigos de ellos que ya son grandes, están casados y tienen hijos y piensas en que podíamos ser abuelos".

"Fue horroroso. Nos destrozaron la vida", relata a RTVE.es por teléfono. Silvia y Jordi se fueron con su tía Mercé a comprar a Hipercor antes de ir a la fiesta de fin de curso. "Te preguntas por qué, por qué les dejaste ir".

Marga, la psicóloga de la ACVOT, explica que esta reacción es normal. En lugar de culpar de la muerte de tus seres queridos a los terroristas, uno se culpa así mismo. Lo que hacen los psicólogos es ayudar a la víctima a hacer la "digestión" de esos pensamientos, a realizar un reprocesamiento cerebral para concluir que la culpa es de los terroristas no de la persona que dejó a su hijo ir a Hipercor o fue a comprar aquel día con sus seres queridos, explica esta especialista.

Cuando Nuri perdió a Silvia y Jordi estaba embarazada pero aún no lo sabía. A los pocos meses nació Enric, que ahora tiene 24 años. "Gracias a él estamos aquí. Nos aferramos otra vez a la vida, a tener una ilusión por la que seguir viviendo", explica esta mujer.

Rosa: "Me hubiera tirado por un balcón"

Rosa estaba comprando con su marido y su hijo de dos años y medio el día del atentado de Hipercor. "Oímos una explosión enorme. No podía hablar, tenía la boca llena de polvo. Mi hijo llevaba un bollo en las manos y le reventó. Veía a la gente arder como antorchas y del techo caer como espadas", relata a RTVE.es.

"Si no me llegan a parar me hubiera tirado por un balcón. No me mataron, pero me mataron la vida", subraya mientras reconoce que hace poco ha tenido una depresión muy fuerte.

Rosa fue la primera víctima de Hipercor en hablar en la cárcel con Caride Simón, el exjefe del comando Barcelona, con el que también habló el pasado viernes Roberto Manrique, otra de los heridos de aquel atentado.

Dolors: "Mirara donde mirara, veía la bola de fuego"

Dolors Closa es una de las 33 víctimas que espera una indemnización y critica que los políticos solo corran a hacerse la foto y luego se olviden de ellas. El atentado de Hipercor le destrozó la vida, afirma serena. La explosión le quemó las manos, los brazos, las orejas... aquellas partes de su cuerpo que iban sin tapar. No se abrasó entera porque iba vestida de algodón. "La correa del reloj se deshizo la calor".

Relata que subió arrastrándose por las escaleras y que cuando llegó arriba, "atontada", vio una pareja mayor cogida de la mano "sin ropa y con la piel colgando" que se desplomó delante de ella. Entonces, empezó a notar el dolor de las quemaduras.

Dolors confiesa que tenía muchos miedos. "Mirara donde mirara veía esa bola de fuego". Pasó mucho tiempo sin bajar a Hipercor. Cuando bajaba al metro y se llenaba de gente, comenzaba a recorrerle el cuerpo un sudor frío y tenía que salir a la superficie. A día de hoy, las aglomeraciones le siguen agobiando.

Álvaro Cabrerizo perdió a su mujer y sus dos hijas

Álvaro Cabrerizo perdió en el atentado a su mujer Mari Carmen y sus dos hijas, Sonia y Susana, que habían ido a Hipercor a comprar unos bikinis. Cinco años después comenzó una nueva vida con Lola pero hace dos años una de las víctimas de Hipercor que más luchó durante todos estos años para que se le reconociera como tal falleció tras haber luchado tres años contra un cáncer de colon.

"Según Álvaro él no estaba reconocido porque no fue a ningún médico ni psicólogo. Estaba tan desesperado buscando a su familia que no reparó en él. A veces me decía: 'Nena, si me hubieran recetado una simple pastilla, me considerarían víctima", explica a RTVE.es Lola.

Lola, que también perdió un hijo en el año 2000 de una enfermedad, estuvo a su lado en los últimos años. Insiste en que no se murió del cáncer sino porque dejó de tener fuerzas para luchar. Tras perder a sus hijos, ambos adoptaron a Andrea, que ahora tiene 20 años.

La mujer de Álvaro insiste en preguntar el porqué de aquel atroz atentado. "¿Algún etarra me puede responder por qué? Ninguna víctima lo podrá entender nunca", insiste desde Sanlúcar de Barrameda, a donde su marido y ella emigraron para huir de una Barcelona llena de recuerdos.

El atentado de Hipercor, un antes y un después

"ETA pretendía hacer una carnicería y esta vez lo ha conseguido". Así arrancó su directo para el telediario de aquella noche Xavier Obach, uno de los periodistas de TVE que cubrió el atentado de Hipercor hace 25 años.

En su opinión, supuso "un despertar violento, traumático y tardío a la realidad terrorista" de la sociedad catalana que hasta entonces había vivido todo lo referente a ETA "como algo ajeno".

Obach consiguió colarse en el aparcamiento horas después de la explosión. Recuerda un fuerte olor a alcohol porque la explosión había reventado todas las botellas de la planta de alimentación y una ceniza negra que lo cubría todo. El coche-bomba se había abierto en dos y estaba como "abrazando" una de las columnas del aparcamiento.

Este periodista rechaza que el atentado solo buscara asustar y no matar, como mantuvo ETA en su momento y como el propio Caride Simon le ha dicho a una de las víctimas con las que se ha reunido.

Si el objetivo no era matar, señala Xavier Obach,  no hubieran usado pegamento y jabón, dos sustancias que sirvieron para provocar una mayor llamarada y consumir todo el oxígeno. Muchas víctimas no murieron quemadas, sino asfixiadas, recuerda este periodista que cree que el objetivo era matar a los artificieros, pero que ETA acabó matando a civiles. Asesinando a 21 personas.

Una víctima a Caride: "Sé un hombre y mírame a la cara"

Rosa se entrevistó con Caride Simón el pasado mes de noviembre. Fue la primera víctima de Hipercor que se reunió en la cárcel con el exjefe del comando Barcelona, que el viernes reconoció a Roberto Manrique, otra de los heridos de aquel atentado que han accedido a verse con él, que lo sentía "en el alma" y que estaba "tremendamente arrepentido". Rosa explica a RTVE.es que lo primero que le pidió es que la mirara a la cara. "No bajes la mirada ni un momento. Si sois cobardes para poneros una capucha y meter un tiro por la espalda, sé un hombre y mírame a la cara". Aquel encuentro duró tres horas, en las que Rosa le contó a este preso de ETA cómo le arruinaron la vida.

En un momento de la entrevista, Caride Simón, según Rosa le pidió perdón a ella y a su marido. "Yo no te tengo que perdonar. Eres tú el que tienes que analizar lo que has hecho y ver si yo te puedo perdonar", le respondió esta mujer que sufre problemas de audición desde el atentado y que sigue bajo tratamiento psicológico.

A Rosa, que reconoce que aquel encuentro la dejó "en paz, más tranquila", le consta de que el autor material del atentado de Hipercor le gustaría volver a hablar con ella. Si se volviera a producir, Rosa le preguntaría si "de verdad, de corazón, está arrepentido". Si es así, esta víctima asegura que puede ser que sí le perdonara.