Suu Kyi vuelve a Londres en la etapa más emotiva de su primer viaje al exterior en 24 años
- La líder birmana se reunirá con Cameron y el príncipe Carlos
- Estará en Oxford, donde vivió con su marido y sigue su familia
La líder opositora birmana Aung San Suu Kyi ha comenzado este martes una visita al Reino Unido marcada por la emoción y los recuerdos de los años que vivió en este país, donde se reencontrará con su familia y también se reunirá con el príncipe Carlos y el primer ministro británico, David Cameron.
Éste es el primer viaje de la activista birmana al Reino Unido desde 1988, cuando regresó a Brimania para cuidar a su madre y no pudo volver porque la Junta militar de su país la mantuvo gran parte de los últimos 24 años bajo arresto domiciliario.
El primer evento al que ha asistido ha sido una conferencia en la London School of Economics (LSE), donde los estudiantes, de pie en el teatro de la universidad, la han recibido con aplausos y ovaciones y le han cantado el "cumpleaños feliz", pues este martes cumple 67 años.
El tema del debate en el LSE fue el "Imperio de la ley" ("Rule of Law") y su aplicación en la transición política en su país, y ha contado con la intervención de varios académicos expertos en derecho.
Defensa del estado de derecho
Para la Premio Nobel de la Paz, los progresos democráticos que se puedan hacer en Birmania dependerán de que haya una "aceptación de la importancia" del "imperio de la ley", que ha considerado vital.
"A menos que se haga justicia y se vea que se hace justicia, no podremos creer en una reforma auténtica. Tenemos que saber que la reforma está basada en el imperio de la ley", ha defendido.
"La reforma debe ser aplicada de forma igualitaria, no debe ser utilizada para proteger ciertos grupos o promocionar a otros", ha agregado.
Al serle preguntada de dónde había sacado tanta fortaleza para seguir luchando por la libertad, Suu Kyi ha contestado: "de todos vosotros" y, también, debido a "mi obstinación", ha reconocido.
"Durante este viaje he encontrado calidez y mucho apoyo de gente de todas partes del mundo", ha comentado la activista sobre su gira por Tailandia y después por varios países europeos.
La activista viaja a Oxford para cumplir con el tramo más emotivo de su visita, puesto que fue en esta ciudad donde estudió y se casó en 1972 con el británico Michael Aris, quien murió en 1999 de cáncer y sin que ella pudiera viajar al Reino Unido.
Al saber en 1999 de la enfermedad de su marido, los militares birmanos le autorizaron el viaje al Reino Unido, pero ella decidió no hacerlo por temor a que no le dejaran regresar a Birmania.
Oxford revisitado
Sobre su viaje a Oxford, Suu Kyi ha declarado que quiere "ver viejos amigos y redescubrir viejos lugares", y también está previsto que se reúna con sus hijos y nietos, a los que apenas conoce tras años de reclusión y aislamiento impuestos por el régimen militar.
Aunque su marido y sus hijos la vieron en algunas ocasiones durante breves viajes a Birmania, Suu Kyi estuvo prácticamente separada de su familia, que se quedó en la localidad británica.
La Universidad de Oxford le entregará el miércoles un doctorado honorario en derecho civil que le concedió en 1993, pero que nunca pudo recibir por estar bajo arresto en su país.
San Suu Kyi estudió Filosofía, Políticas y Economía (PPE, por sus siglas en inglés) en el St.Hugh's College de Oxford entre 1964 y 1967 y vivió en esa ciudad varios años hasta 1988.
La opositora birmana recibe en el Reino Unido un trato especial y el jueves se reunirá con el príncipe Carlos, el primer ministro, David Cameron, y también con el titular de Asuntos Exteriores, William Hague, antes de pronunciar un histórico discurso ante las dos cámaras del Parlamento británico.
San Suu Kyi -que termina el viernes su visita oficial, aunque permanecerá unos días más en visita privada- será agasajada este viernes en Londres en un evento organizado por la comunidad birmana.
Antes de aterrizar en Londres, Suu Kyi visitó Dublín el lunes, durante seis horas, en que la organización Amnistía Internacional le concedió el prestigioso reconocimiento "Embajador de la Conciencia" por su inquebrantable compromiso con los derechos humanos, entregado por el líder de U2, Bono.