Un atentado suicida en Afganistán deja 21 muertos y decenas de heridos
- Entre las víctimas hay tres soldados de la OTAN y un intérprete
- El objetivo era un convoy mixto de fuerzas afganas e internacionales
- Los talibanes evitan reivindicar el ataque
Tres soldados de la OTAN y un intérprete han muerto en un atentado suicida que ha dejado otros 17 fallecidos afganos y decenas de heridos este miércoles en un ataque en el sudeste de Afganistán, según ha confirmado la embajada de Estados Unidos en Kabul
El ataque, que tenía como objetivo una patrulla conjunta de las fuerzas afganas y de la OTAN, ha sido perpetrado en la ciudad de Jost por un kamikaze en una motocicleta que ha hecho explotar los explosivos que llevaba, según el Ministerio de Interior.
"Tres miembros de la ISAF (la fuerza de la OTAN en Afganistán) y un intérprete han perdido la vida en esta acción condenable", ha indicado el embajador en un comunicado. Los muertos son soldados, ha precisado un portavoz de la OTAN.
El balance de muertos en el lado afgano es de 17 muertos y 37 heridos, según los hospitales de la región, por lo que en total los muertos en el ataque son 21.
"Esa indiferencia por las vidas de civiles y militares muestra que los talibanes y otros insurgentes continúan su campaña asesina contra todos, incluyendo mujeres y niños", ha denunciado la embajada estadounidense.
Las fuerzas de seguridad han iniciado una investigación para determinar lo sucedido con mayor exactitud, aunque Zazai ha confirmado que el objetivo del agresor, que conducía un coche cargado de explosivos, eran las tropas internacionales.
En declaraciones a Efe, un portavoz de los talibanes, Zabiulá Muyahid, ha evitado atribuir la autoría del ataque al movimiento integrista.
"Sabemos que ha habido un atentado suicida en Jost pero no lo reivindicamos porque no era nuestro objetivo, por lo que no estamos seguros de si fueron nuestros muyahidines o no", ha explicado.
Los ataques suicidas son uno de los recursos habituales que emplean los insurgentes talibanes en su lucha contra el Gobierno afgano y las tropas internacionales desplegadas en el país, aunque la mayoría de sus víctimas son civiles.
Según la misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), el 77% de los 3.021 civiles muertos en 2011 por la guerra fallecieron en acciones imputables a los grupos insurgentes.