Países latinoamericanos califican de golpe de Estado la destitución de Lugo y rechazan a Franco
- Consideran la destitución de Fernando Lugo un "golpe de Estado"
- Piden una "acción colectiva de la comunidad internacional"
- El Senado paraguayo destituye a Lugo por "mal desempeño del cargo"
- Argentina retira a su embajador de Asunción, la capital paraguaya
Argentina, Ecuador, Bolivia, República Dominicana y Venezuela consideran la destitución de Fernando Lugo un "golpe de Estado" y señalan que no reconocerán al nuevo jefe de Estado de Paraguay, Federico Franco.
Costa Rica "deplora" un proceso con "visos de golpe de Estado" y ofrece asilo a Lugo y a sus colaboradores, mientras Perú lo ha definido como "golpe a la democracia" . Estados Unidos, por su parte, ha hecho un llamamiento a la calma.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, fue el primero en anunciar que no aceptará otro presidente que no sea Lugo. Tras él, la argentina Cristina Fernández afirmó que no va a "convalidar el golpe"; el venezolano Hugo Chávez, dijo que no reconoce "al írrito e ilegal" Gobierno de Franco, y el boliviano Evo Morales no acepta "un Gobierno que no surja de las urnas y del mandato del pueblo".
Aplicar normas contra actos ilegítimos
Para Correa, la destitución de Lugo ha sido un "golpe ilegítimo" y la Unasur debe aplicar sus normas "contra actos ilegítimos como el ocurrido en Paraguay en 24 horas, que contempla, por ejemplo el cierre de fronteras".
Morales, por su parte, ha asegurado que detrás de la acción política se "mueve la mano de los neoliberales internos y externos" y señala que es una "acción del imperialismo y la derecha" internacional".
Para Chávez, se ha "defenestrado de manera totalmente ilegítima" a Lugo, "igual le hicieron" en junio de 2009 al entonces presidente de Honduras, Manuel Zelaya y lo que "trataron de hacer" en Venezuela en 2001 y ha asegurado que "esto no termina allí".
El gobierno brasileño ha condenado la destitución y ha convocado para consultas a su embajador en Asunción. El gobierno de Rousseff ha anunciado que evalúa junto a sus socios del Mercosur y de la Unasur las medidas para hacer frente a la "ruptura del orden democrático" en el país vecino.
Acción colectiva de la comunidad internacional
El presidente dominicano, Leonel Fernández, ha pedido que se convoque "inmediatamente" una reunión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) para "suspender al país sudamericano de los organismos regionales" y ha planteado, además, "una acción colectiva de la comunidad internacional" para restituir a Lugo.
Aunque el canciller venezolano, Nicolás Maduro, ha anunciado que los presidentes de Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) se van a reunir "pronto", su secretario general, el también venezolano Alí Rodríguez Araque, no se ha pronunciado tras el cambio presidencial. Quizás porque a Franco le corresponde la presidencia pro témpore de Unasur, que asumió Lugo este mes en Bogotá.
Para el presidente del Parlamento de El Salvador, Sigfrido Reyes, la "repentina destitución" de Lugo "vulnera el orden democrático" y según la Cancillería "riñe" con la Carta Democrática de la OEA. El Comité de la Internacional Socialista para América Latina y el Caribe tilda de "golpe de Estado" el "juicio político" contra Lugo.
El subcoordinador del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) hondureño, Juan Barahona, ha dicho que "lo ocurrido en Paraguay es igual a lo de Honduras en junio de 2009 con el presidente Manuel Zelaya", mientras el Gobierno que preside Porfirio Lobo no se ha pronunciado, como tampoco lo ha hecho el expresidente Zelaya.
Argentina retira a su embajador en Asunción
Tras una rápida condena, el Gobierno de Argentina ha ido, después, más allá y ha anunciado la retirada de su embajador en Asunción. La Cancillería argentina ha informado en un comunicado que el Gobierno de Fernández "ha dispuesto el inmediato retiro de su embajador en Asunción, quedando la representación diplomática a cargo de un encargado de negocios, hasta tanto se restablezca el orden democrático" en Paraguay.
Buenos Aires argumenta que adoptó esta decisión "frente a los graves acontecimientos institucionales ocurridos en la República del Paraguay que culminaron con la destitución del presidente constitucional Fernando Lugo y la ruptura del orden democrático". La embajada argentina en Asunción estaba presidida por Rafael Edgardo Romá.
Santos lo lamenta pero acata la ley
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha lamentado cómo se llegó a la "remoción" de Lugo, pero afirma que "formalmente no hubo rompimiento de la democracia" al acatar las leyes del país.
Por su parte, el canciller de Chile, Alfredo Moreno, asegura que Lugo "hizo un importante camino para lograr la paz" y que su Gobierno está "a la espera" de la revisión de los antecedentes.
En Perú, el congresista Fredy Otárola, portavoz de la bancada del partido gobernante Gana Perú, ha calificado de "dictadura" el Gobierno asumido por Franco y anunció que el presidente peruano, Ollanta Humala, "está convocando a los presidentes de América Latina" para emitir una respuesta "contundente" sobre la situación en Paraguay. La vicepresidenta, Marisol Espinoza, afirma que la destitución de Lugo ha sido un "golpe a la democracia" en América Latina.
El Gobierno de México destaca la necesidad de garantizar "la integridad física del expresidente Lugo" y llama al diálogo. "Pedimos a los paraguayos que actúen de manera pacífica, con calma y responsabilidad, según el espíritu de los principios democráticos de Paraguay", ha indicado, por su parte, Darla Jordan, una portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. para América Latina.
Primeras palabras de Franco
En su primer discurso como jefe de Estado, Franco sostuvo que la "transición" que comienza en el país "se realiza dentro del orden constitucional" y "de ninguna manera pone en riesgo la vigencia y principios democráticos universales".
Franco pidió a los líderes de los países vecinos, en particular los socios del Mercosur, que "entiendan" la situación y acepten que hará "el mayor de los esfuerzos para que esto se normalice".
La Constitución paraguaya prevé la posibilidad de un "juicio político" al presidente y también que si es destituido por el Senado, que actúa como tribunal, el vicepresidente asuma la jefatura del Estado hasta las siguientes elecciones presidenciales previstas, en este caso en abril de 2013.
Lugo, que había dicho que iba a afrontar el juicio "con todas las consecuencias", acató la decisión pese a que, según dijo, la ley se había "torcido" y abandonó el Palacio Presidencial.
En San José, el canciller de Costa Rica, Enrique Castillo, señaló que su país, "que históricamente ha sido un tradicional territorio de refugio y asilo, expresa la mejor disposición de considerar (otorgarlo) al presidente Fernando Lugo o a algún miembro de su gabinete, si lo tienen a bien formular una petición en ese sentido".