El nuevo presidente egipcio, el islamista Morsi, dice que mantendrá los acuerdos de paz
- Ha asegurado que será "el presidente de todos los egipcios"
- "La unidad nacional es la única salida para llegar al renacimiento de Egipto"
- Pretende extender los lazos con Teherán para lograr un "equilibrio" en la región
- Shafiq felicita a Mursi por su victoria en las presidenciales de Egipto
El presidente electo de Egipto, el islamista Mohamed Morsi, ha asegurado que será "el presidente de todos los egipcios" y aseguró que su país mantendrá todos sus acuerdos internacionales, en su primer discurso a la nación tras proclamarse vencedor de los comicios presidenciales.
Morsi apeló a la unidad de todos sus ciudadanos e insistió en que no hará distinciones entre "musulmanes y cristianos, hombres y mujeres", ya que considera que "todos son iguales ante la ley".
"Os digo a todos: seré el presidente de todos los egipcios. Nadie será discriminado, y no se harán diferencias entre la gente salvo por su respeto a la Constitución y a la ley", dijo.
Posteriormente, en una entrevista con la agencia oficial iraní FARS, Morsi ha declarado que quiere extender los lazos con Teherán para crear un "equilibrio" estratégico en la región. "Esto creará un equilibrio de presión en la región, y esto es parte de mi programa", cita la agencia, que especifica que la entrevista se produjo horas antes de proclamarse la victoria del candidato de los Hermanos Musulmanes.
Momento histórico
El candidato de los Hermanos Musulmanes, que se impuso al general retirado Ahmed Shafiq en la segunda vuelta de las presidenciales con casi el 52% de los votos, destacó que se trata de un momento histórico, al ser "el primer presidente que ha surgido de la libre voluntad de los egipcios después de la revolución".
"La unidad nacional es la única salida a esta etapa para llegar al renacimiento de Egipto, haciendo uso de todos los recursos que tenemos", agregó.
En una alocución de marcado carácter conciliador, Morsi se comprometió a proteger a la institución de las Fuerzas Armadas -"a la que aprecio y quiero"-, saludó a la Policía y a los Servicios Secretos, y aseguró que trabajará para hacer de la Justicia "un tercer poder, independiente del Ejecutivo".
El islamista -que hoy abandonó la Hermandad Musulmana y su Partido Libertad y Justicia, que él mismo presidía- agradeció a la "sangre de los mártires y a las lágrimas de sus padres" haber posibilitado que hoy él sea el próximo presidente del país.
Por otro lado, Morsi aseguró que se compromete a respetar todos los acuerdos y convenios internacionales suscritos por su país.
"Mantendremos todos los acuerdos y pactos internacionales porque estamos comprometidos ante todo el mundo con la paz", dijo, y agregó que Egipto "establecerá relaciones equilibradas con todos los países a base de intereses comunes, beneficios iguales y respeto mutuo".
De igual forma, el presidente electo advirtió de que no permitirá que "ningún país interfiera en los asuntos internos" y recordó que Egipto "es capaz de defenderse e impedir cualquier agresión".
Shafiq felicita a Morsi por su victoria
El general retirado Ahmed Shafiq, derrotado en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales egipcias, felicitó hoy al islamista Mohamed Morsi por su victoria en los comicios, según informó la campaña del excandidato.
Shafiq, que obtuvo el 48,3% de los votos deseó al presidente electo "éxito en su misión", que calificó de "difícil".
El portavoz de Shafiq, Ahmed Sarhan, anunció en su cuenta de Twitter que el exmilitar envió un mensaje de felicitación a Mursi para desearle "éxito en la difícil misión que le ha encomendado el pueblo egipcio".
Este mensaje del que fue el último primer ministro del régimen de Hosni Mubarak se produce poco después de que Morsi dirigiera su primer discurso a la nación tras conocerse su victoria.
Los ajustados resultados muestran la división entre los egipcios y el temor de parte de la población a que los Hermanos Musulmanes conviertan Egipto en un estado islamizado.
Entre los principales desafíos que afronta Mursi figura la búsqueda de un equilibrio con la Junta Militar, que ha prometido entregar el Poder Ejecutivo al presidente electo antes del 30 de junio.
Pese a la victoria de Morsi, los Hermanos Musulmanes han asegurado que continuarán con sus manifestaciones en la cairota plaza Tahrir contra las últimas decisiones adoptadas por la cúpula castrense.
Los manifestantes protestan contra las enmiendas constitucionales aprobadas por la Junta Militar, que les conceden grandes prerrogativas ejecutivas, y contra la disolución de la Cámara Baja del Parlamento ordenada por el Tribunal Constitucional.