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Reanudan la búsqueda de los niños de Córdoba en la finca de los abuelos con un georradar

  • Se pidió el georradar ante la hipótesis de que estén enterrados
  • El padre de los menores está de nuevo en el registro de la finca
  • Hace dos semanas removieron tierra en busqueda de los niños

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Reanudan la búsqueda de los niños de Córdoba en la finca de los abuelos con un georradar

Agentes de la Policía Nacional llevan a cabo desde la mañana de este lunes un nuevo registro en la finca de "Las Quemadillas" de Córdoba para buscar a los dos niños de 2 y 6 años desaparecidos el 8 de octubre, para lo que se está utilizando un georradar ante la hipótesis de que pudieran estar enterrados.

Según ha podido comprobar Efe, sobre las 11.25 horas llegaba a la finca de "Las Quemadillas", propiedad de los abuelos paternos de los niños, el furgón policial que trasladaba desde la prisión a José Bretón, padre de los menores y encarcelado desde el pasado 21 de octubre acusado de un presunto delito de detención ilegal.

A esa misma hora los agentes introducían en la finca el georradar, aportado por técnicos de la Universidad de Hueva, que se utilizará para peinar el terreno de la parcela de Bretón y otras dos anexas a la misma.

Se paró la búsqueda en "Las Quemadillas" a la espera del georradar

La comitiva judicial, encabezada por el juez instructor José Luis Rodríguez Lainz, acompañaba a Bretón al interior de la finca, mientras que uno de sus abogados, Baldomero Sánchez de Puerta, esperaba al padre de los niños desde las 09.00 horas.

El letrado ha evitado hacer declaraciones al entrar a la finca y se ha limitado a comentar que "habrá que esperar a los resultados" de este nuevo registro en la finca de "Las Quemadillas".

Hace dos semanas los agentes policiales registraron minuciosamente el interior de la vivienda ubicada en la finca, donde inspeccionaron falsos techos y levantaron baldosas en busca de algún habitáculo donde pudieran encontrarse los menores.

Un registro en el que también participó la madre de los menores, Ruth Ortiz, quien señaló "tres anomalías" en la estructura de la vivienda desde la última vez que ella había visitado la finca.

Paralelamente, dos excavadoras trabajaban sobre el terreno removiendo tierra en busca de algún rastro de los menores y limpiando la vegetación existente con el objetivo de que el georradar pudiera trabajar hoy con total normalidad.